MI REINO NO ES DE ESTE MUNDO (My Kingdom is not from this world)
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1. La Naturaleza del Reino de Cristo (Juan 18:28-36)
1. La Naturaleza del Reino de Cristo (Juan 18:28-36)
Una conversación entre un rey puesto por hombre y el Verdadero Rey del Universo.
28 El juicio de Jesús ante Caifás terminó cerca del amanecer. De allí lo llevaron a la residencia oficial del gobernador romano. Sus acusadores no entraron porque, de haberlo hecho, se habrían contaminado y no hubieran podido celebrar la Pascua. 29 Por eso Pilato, el gobernador, salió adonde estaban ellos y les preguntó:
—¿Qué cargos tienen contra este hombre?
30 —¡No te lo habríamos entregado si no fuera un criminal! —replicaron.
31 —Entonces llévenselo y júzguenlo de acuerdo con la ley de ustedes —les dijo Pilato.
—Sólo los romanos tienen derecho a ejecutar a una persona —respondieron los líderes judíos.
32 (Con eso se cumplió la predicción de Jesús acerca de la forma en que iba a morir).
33 Entonces Pilato volvió a entrar en su residencia y pidió que le trajeran a Jesús.
—¿Eres tú el rey de los judíos? —le preguntó.
34 Jesús contestó:
—¿Lo preguntas por tu propia cuenta o porque otros te hablaron de mí?
35 —¿Acaso yo soy judío? —replicó Pilato—. Tu propio pueblo y sus principales sacerdotes te trajeron a mí para que yo te juzgue. ¿Por qué? ¿Qué has hecho?
36 Jesús contestó:
—Mi reino no es un reino terrenal. Si lo fuera, mis seguidores lucharían para impedir que yo sea entregado a los líderes judíos; pero mi reino no es de este mundo.
Mt. 26.50-54 - Una guerra espiritual. La guerra que pelea Su Reino, no es con fuerza humana, sino con el Espíritu y el Poder de Dios.
50 Jesús dijo:
—Amigo mío, adelante, haz lo que viniste a hacer.
Entonces los otros agarraron a Jesús y lo arrestaron. 51 Pero uno de los hombres que estaban con Jesús sacó su espada e hirió al esclavo del sumo sacerdote cortándole una oreja.
52 «Guarda tu espada —le dijo Jesús—. Los que usan la espada morirán a espada. 53 ¿No te das cuenta de que yo podría pedirle a mi Padre que enviara miles de ángeles para que nos protejan, y él los enviaría de inmediato? 54 Pero si lo hiciera, ¿cómo se cumplirían las Escrituras, que describen lo que tiene que suceder ahora?».
Lc. 17.20-21 - Un Reino espiritual. No se puede ver, entrar ni recibir por medios humanos. Estos esperaban un reino de gran poder militar que derrotara al imperio Romano.
20 Un día, los fariseos le preguntaron a Jesús:
—¿Cuándo vendrá el reino de Dios?
Jesús contestó:
—No pueden descubrir el reino de Dios por medio de señales visibles. 21 Nunca podrán decir: “¡Aquí está!” o “¡Está por allí!”, porque el reino de Dios ya está entre ustedes.
Jn. 6.14-15 - Un Reino que suple necesidades espirituales. Jesús acababa de alimentar a 5,000 personas, sin contar mujeres y niños. Los judíos esperaban un reino que supliera necesidades físicas.
14 La gente, al ver la señal milagrosa que Jesús había hecho, exclamó: «¡No hay duda de que es el Profeta que esperábamos!». 15 Cuando Jesús vio que estaban dispuestos a hacerlo rey a la fuerza, se escabulló hacia las colinas él solo.
2. La victoria del Reino de Cristo Profetizada (Daniel 2:36-45)
2. La victoria del Reino de Cristo Profetizada (Daniel 2:36-45)
Aproximadamente 600 años antes de la primera llegada de Jesús a la tierra, Dios le había mostrado a un rey llamado Nabucodonosor, mediante sueño, lo que iba a suceder en los siguientes años, acerca del dominio mundial y de los imperios de hombres.
31 »En su visión, su Majestad vio frente a sí una enorme estatua resplandeciente de un hombre; daba terror verla. 32 La cabeza de la estatua era de oro fino. El pecho y los brazos eran de plata, el vientre y los muslos de bronce, 33 las piernas eran de hierro y los pies eran una mezcla de hierro y barro cocido. 34 Mientras usted observaba, una roca de una montaña fue cortada, pero no por manos humanas. La roca golpeó los pies de hierro y barro, y los hizo pedazos. 35 La estatua quedó reducida a pequeños trozos de hierro, barro, bronce, plata y oro. Luego el viento se los llevó sin dejar rastro alguno, como la paja cuando se trilla el grano. Sin embargo, la roca que derrumbó la estatua se convirtió en una gran montaña que cubrió toda la tierra.
Cabeza de oro - Babilonia
Pechos y brazos de plata - Media y Persa
Vientre y muslos de bronce - Grecia
Piernas de hierro/Pies mezcla de hierro y barro cocido - Roma
Roca de montaña que desmenuza la estatua - Reino de Cristo
44 »Durante los gobiernos de esos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que jamás será destruido o conquistado. Aplastará por completo a esos reinos y permanecerá para siempre.
La Gran Promesa del Reino del Mesías/Hijo del Hombre/Hijo de Dios. El Rey que los judíos esperaban pero que no le conocieron ni le recibieron. El Rey que el mundo necesita pero que no le ve ni le conoce. Pero aquellos que pusieron su fe en El, y que ponen su fe en El, gozan de esperanza y seguridad eterna, porque saben que este reino jamás será destruido, y que sobrepasa por mucho cualquier potencia mundial que pretenda hacer alarde de su gran poder y gloria.
3. El Reino victorioso de Cristo en expansión (Mateo 18:18-20)
3. El Reino victorioso de Cristo en expansión (Mateo 18:18-20)
Es para este Reino que vio Nabucodonosor, que cubría toda la tierra, para el que los discípulos de Cristo viven.
18 Jesús se acercó y dijo a sus discípulos: «Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. 19 Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 20 Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos».
Autoridad del Rey en el cielo y en la tierra
El mandato del Rey a sus súbditos
hacer discípulos
bautizar discípulos
Enseñar a los discípulos
La presencia prometida el Rey
Conclusión
Conclusión
Como seguidores de Cristo y pertenecientes a Su Reino, es necesario que recordemos estas verdades:
El Reino de Cristo no es de este mundo, por lo tanto su guerra no es carnal, sino espiritual. (Efesios 6:10-11 - Una palabra final: sean fuertes en el Señor y en su gran poder. Pónganse toda la armadura de Dios para poder mantenerse firmes contra todas las estrategias del diablo. Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales.)
El Reino de Cristo no es de este mundo, por lo tanto no es visto, recibido ni establecido por voluntad humana.
El Reino de Cristo no es de este mundo, por lo tanto, no busca satisfacer necesidades físicas como prioridad, sino que se enfoca en las necesidades espirituales de la humanidad. Mientras los hombres esperan un reino carnal con gran poder militar y que supla las necesidades físicas de las personas, Cristo establece un Reino que liberta al hombre de su pecado y de las garra de satanás, que libera al hombre de las consecuencias de su pecado que es la muerte eterna.
Jesús le dice a Nicodemo que para ver y entrar en Su Reino era necesario NACER DE NUEVO (Juan 3.3 - Jesús le respondió: —Te digo la verdad, a menos que nazcas de nuevo, no puedes ver el reino de Dios.).
Es bajo la autoridad y el poder sobrenatural del Reino Espiritual de Cristo que sus súbditos son llamados a anunciar las buenas noticias acerca del Único Rey Soberano del universo.
Confianza y Seguridad - cuando abrimos nuestra boca para hablarles a otros de Jesucristo y de su Reino, no estamos hablando de las ultimas noticias de Rusia y Ucrania. Estamos hablando de un Reino prometido por Dios desde mucho tiempo atrás y de Su cumplimiento en Cristo Jesús.