Fiel a Su Palabra
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1 A los judíos se les confío Su Palabra Romanos 3.1-2
1 A los judíos se les confío Su Palabra Romanos 3.1-2
Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?
Ha manifestado sus palabras a Jacob, Sus estatutos y sus juicios a Israel.
que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas;
Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió palabras de vida que darnos;
No es la Palabra de Ellos
Ellos son los receptores del más grande tesoro
Dios quiere relacionarse con la humanidad
El pueblo de Israel tiene la virtud de hacer las copias y guardar que no se altere la transcripción de las Palabras.
TODO LA PALABRA DE DIOS ES BELLA, nuestro corazón arruina esa belleza.
2 Mi pecado resalta la fidelidad de Dios Romanos 3.3-4
2 Mi pecado resalta la fidelidad de Dios Romanos 3.3-4
¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios?
De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, Y venzas cuando fueres juzgado.
Aprovecharse de la gracia
Malbaratar la bondad de Dios
Menospreciar la justicia de Dios.
3. La condenación de fallar a Su Palabra. Romanos 3.5-8
3. La condenación de fallar a Su Palabra. Romanos 3.5-8
Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? (Hablo como hombre.)
En ninguna manera; de otro modo, ¿cómo juzgaría Dios al mundo?
Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para su gloria, ¿por qué aún soy juzgado como pecador?
¿Y por qué no decir (como se nos calumnia, y como algunos, cuya condenación es justa, afirman que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes?
No pudieron ser ejemplo de aplicar la Palabra
Tienen una gran revelación pero también un gran problema de egoísmo y egocentrismo.
Dios está airado contra todo aquel que menosprecia su Palabra, porque es menospreciarle a Él, no creer en su bondad, en su amor, en su rectitud.
Merecemos el infierno.