Abracemos la disciplina divina
De regreso a casa • Sermon • Submitted
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· 11 viewsDios disciplina a su pueblo por medio de su Palabra, a través de experiencias y por medio del castigo, para que así puedan vivir de forma que le agraden.
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La naturaleza de la disciplina de Dios
La naturaleza de la disciplina de Dios
Es una señal del amor de Dios
Es una señal del amor de Dios
Pues el Señor disciplina a los que ama
y castiga a todo el que recibe como hijo».
Ver también Pr 3:12; Sal 119:75; Ap 3:19
Es una señal de pertenecer a la familia de Dios
Es una señal de pertenecer a la familia de Dios
Pues el Señor disciplina a los que ama
y castiga a todo el que recibe como hijo».
Ver también Pr 3:12; Dt 8:5; 2 Sm 7:14; He 12:7
Entrena al pueblo de Dios
Entrena al pueblo de Dios
Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella.
Los medios de la disciplina de Dios
Los medios de la disciplina de Dios
El uso de la Escritura
El uso de la Escritura
Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto.
Ver también Dt 4:36; Dt 29:29; Is 8:11
El conocimiento de la gracia de Dios
El conocimiento de la gracia de Dios
Pues la gracia de Dios ya ha sido revelada, la cual trae salvación a todas las personas. Y se nos instruye a que nos apartemos de la vida mundana y de los placeres pecaminosos. En este mundo maligno, debemos vivir con sabiduría, justicia y devoción a Dios,
Experiencias instructivas
Experiencias instructivas
Ver también
Ver también
Dt 8:1–5; Dt 11:2–7; Sal 90:12; Is 48:17
»Asegúrate de obedecer todos los mandatos que te entrego hoy. Entonces vivirás y te multiplicarás, y entrarás en la tierra que el Señor juró dar a tus antepasados y la poseerás. Recuerda cómo el Señor tu Dios te guió por el desierto durante cuarenta años, donde te humilló y te puso a prueba para revelar tu carácter y averiguar si en verdad obedecerías sus mandatos. Sí, te humilló permitiendo que pasaras hambre y luego alimentándote con maná, un alimento que ni tú ni tus antepasados conocían hasta ese momento. Lo hizo para enseñarte que la gente no vive sólo de pan, sino que vivimos de cada palabra que sale de la boca del Señor. En todos esos cuarenta años, la ropa que llevabas puesta no se gastó, y tus pies no se ampollaron ni se hincharon. Ten por cierto que, así como un padre disciplina a su hijo, el Señor tu Dios te disciplina para tu propio bien.
Experiencias dolorosas
Experiencias dolorosas
Al soportar esta disciplina divina, recuerden que Dios los trata como a sus propios hijos. ¿Acaso alguien oyó hablar de un hijo que nunca fue disciplinado por su padre?
Ver también 2 Co 12:7–10; He 12:5; He 12:11; 1 P 1:6–7
Castigo
Castigo
Pues el Señor disciplina a los que ama
y castiga a todo el que recibe como hijo».
Yo seré su padre, y él será mi hijo. Si peca, lo corregiré y lo disciplinaré con vara, como lo haría cualquier padre.
Ver también Pr 3:12; Lv 26:18; Lv 26:21; Lv 26:23–24; Lv 26:27–28; 2 Sm 7:14; Sal 73:14; Jr 32:19; Os 5:2; Os 7:15–16; 1 Co 11:32
Dios disciplina a todos sus hijos y solamente a sus hijos
Dios disciplina a todos sus hijos y solamente a sus hijos
Si Dios no los disciplina a ustedes como lo hace con todos sus hijos, quiere decir que ustedes no son verdaderamente sus hijos, sino ilegítimos.
Ver también He 12:6
Los propósitos de la disciplina de Dios
Los propósitos de la disciplina de Dios
Sumisión respetuosa a Dios
Sumisión respetuosa a Dios
Ya que respetábamos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, entonces, ¿acaso no deberíamos someternos aún más a la disciplina del Padre de nuestro espíritu, y así vivir para siempre?
El bien del pueblo de Dios
El bien del pueblo de Dios
Pues nuestros padres terrenales nos disciplinaron durante algunos años e hicieron lo mejor que pudieron, pero la disciplina de Dios siempre es buena para nosotros, a fin de que participemos de su santidad.
Ver también Job 5:17–18; Sal 94:12; Sal 119:67; Sal 119:71; Sal 119:75
Crecimiento espiritual
Crecimiento espiritual
Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella.
Ver también Pr 1:2–3
Preparación para el cielo
Preparación para el cielo
Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades! Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre.
Ver también Ro 8:18; Stg 1:12
Los creyentes no deben despreciar la disciplina de Dios
Los creyentes no deben despreciar la disciplina de Dios
»¡Pero considera la alegría de aquellos a quienes Dios corrige!
Cuando peques, no menosprecies la disciplina del Todopoderoso.
Ver también He 12:5; Pr 3:11
La disciplina divina en la iglesia
La disciplina divina en la iglesia
Por amonestación
Por amonestación
2 Co 7:8; 2 Co 13:2; 2 Tes 3:15
Para el beneficio de pecadores
Para el beneficio de pecadores
Mt 18:15; 1 Co 5:1–7; 2 Tes 3:14
Como una advertencia a otros
Como una advertencia a otros
Los que están en pecado deberían ser reprendidos delante de toda la congregación, lo cual servirá de firme advertencia para los demás.
Debe ser ejercido con bondad
Debe ser ejercido con bondad
2 Co 2:6; Gl 6:1
El rol de testigos
El rol de testigos
Mt 18:16; 1 Ti 5:19