El Corazón del Enemigo de Dios

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Introducción

En la película Pearl Harbor, que presenta el ataque del ejército imperial Japonés en la isla de Hawaii, presentan al comandante del ejército Isoroku Yamamoto dar la orden del ataque sobre Pearl Harbor.
Tras dar la orden, vemos al comandante decir de manera aterradora, “Me temo que lo único que hemos hecho es despertar a un gigante dormido y llenarlo con una resolución terrible.”
No se ha podido comprobar si realmente dijo o no dijo esto el comandante.
Sin embargo, podemos entender porque el director de la película decidió atribuirle esta linea al comandante.
Se estaba peleando la segunda guerra mundial en Europa. EEUU hasta ese momento se había resistido involucrarse en la guerra.
Sin embargo, ese día terrible, 7 de diciembre 1941, el ejército Japonés, a las 7:48AM, atacó de manera sorpresiva a las fuerzas navales de los EEUU.
Murieron 58 civiles y 2,335 militares.
Hundieron cuatro barcos militares.
Fue un golpe enorme para los EEUU.
Al próximo día (8 de diciembre) el presidente Roosevelt se dirigió al Congreso en un discurso apasionado mediante el cual se hizo una declaración de guerra. Los EEUU oficialmente entraba en la segunda guerra mundial.
El ejército Japonés no solamente hirió al ejército EEUU; sino que despertó al gigante dormido. Sería este gigante que en los próximos años detonaría dos bombas atómicas sobre Japón.
Hoy vemos algo similar en el relato de que la NBLA titula como “La vara de Aarón”. Es la primera vez que los hombres de Dios - Moisés y Aarón, se presentan ante Faraón para mostrar el poder de Dios y exigir la liberación de su pueblo.
Lamentablemente el Faraón se resiste/endurece su corazón.
Pero, en este relato vemos a Dios presagiar los eventos que acontecerán próximamente y que terminarán con la humillación total de Faraón y Egipto.
Hoy consideraremos:
La manifestación del poder del enemigo de Dios
La manifestación del poder de Dios

I. La manifestación del poder del enemigo de Dios

En nuestro estudio del Éxodo hemos visto hasta el momento algunos personajes principales: los hebreos, Moisés, Aarón, Faraón, y los egipcios.
El Faraón es la autoridad máxima en Egipto. No hay nadie más grande que Faraón. De hecho, vemos la declaración de su autoridad cuando José fue elevado a ser el gobernador de Egipto.
Génesis 41:39–40 NBLA
Y Faraón dijo a José: «Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay nadie tan prudente ni tan sabio como tú. »Tú estarás sobre mi casa, y todo mi pueblo obedecerá tus órdenes. Solamente en el trono yo seré mayor que tú»
Tristemente, los descendientes del Faraón con el tiempo olvidaron lo que José había hecho por Egipto.
Sus descendientes, también llamados Faraón (ya que no es nombre propio sino el título de su posición), comenzaron a perseguir al pueblo de Dios.
El Faraón convirtió a los hebreos en los esclavos de los egipcios.
Así que Faraón se convierte en el enemigo de Dios puesto que se ha opuesto al pueblo de Dios.
El Faraón, en turno, en tiempos de Moisés, demuestra ser el enemigo de Dios al impedir que el pueblo pueda salir al desierto para adorar a Dios.
Éxodo 5:7–9 NBLA
«Ya no darán, como antes, paja al pueblo para hacer ladrillos. Que vayan ellos y recojan paja por sí mismos. »Pero exigirán de ellos la misma cantidad de ladrillos que hacían antes. No la disminuyan en lo más mínimo. Porque son perezosos, por eso claman y dicen: “Déjanos ir a ofrecer sacrificios a nuestro Dios” »Recárguese el trabajo sobre estos hombres, para que estén ocupados en él y no presten atención a palabras falsas»
Así que vemos al Faraón manifestar una actitud diabólica al impedir que el pueblo de Dios pueda adorar a su Dios.
Así que Faraón se convierte en el prototipo de lo que es un enemigo de Dios.
Es una persona que niega o se burla de Dios.
Pretende ser Dios mismo.
Impide que otros puedan adorar a Dios.
Veamos pues cómo actúa el enemigo de Dios en este relato.
Dios anticipa que Faraón va a querer que Moisés y Aarón hagan un milagro para confirmar que Dios los ha enviado.
Éxodo 7:8–10 NBLA
El Señor habló a Moisés y a Aarón y les dijo: «Cuando Faraón, les diga: “Hagan un milagro”, entonces dirás a Aarón: “Toma tu vara y échala delante de Faraón para que se convierta en serpiente”». Vinieron, pues, Moisés y Aarón a Faraón e hicieron tal como el Señor les había mandado. Aarón echó su vara delante de Faraón y de sus siervos, y esta se convirtió en serpiente.
El enemigo de Dios demanda que Moisés y Aarón hagan un milagro ante él.
Uno podría pensar que Faraón está actuando de buena fe.
Pero, nos damos cuenta que a Faraón realmente no le interesa si pueden o no pueden hacer el milagro.
Faraón está empeñado en resistirse ante la voluntad de Dios.
Faraón no va a doblegar/humillar su corazón ante la orden divina.
De hecho, en la Biblia vemos otras ocasiones en que los enemigos de Dios demandaron un milagro.
Mateo 12:38 NBLA
Entonces algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús: «Maestro, queremos ver una señal de parte Tuya».
Juan 2:18 NBLA
Entonces los judíos le dijeron: «Ya que haces estas cosas, ¿qué señal nos muestras?»
En estas ocasiones los enemigos de Dios demandan una señal departe de Jesús.
Sin embargo, es posible que son movidos simplemente por curiosidad.
Fue lo mismo que pidió el rico que se encontró en el infierno tras morir, Lucas 16:19-31. El rico quería que Abraham enviara a Lázaro (el pobre) a predicar a sus hermanos.
Lucas 16:30 NBLA
»Y el rico contestó: “No, padre Abraham, sino que si alguien va a ellos de entre los muertos, se arrepentirán”.
El rico compartía el mismo corazón duro de Faraón - pidiendo un milagro, una señal, y sin embargo el milagro no iba a convencer a los hermanos del rico y mucho menos iba a cambiar el corazón del Faraón,.
Llegamos a la conclusión que los milagros no cambian al hombre. Es posible que puedan atraer la atención de una persona/cautivarlo por un momento.
Pero, lo único que transforma al hombre es la predicación de la Palabra de Dios cuando nos declara las malas noticias: que somos pecadores y que la ira de Dios está sobre nosotros.
Tras escuchar las malas noticias, declaramos las buenas noticias - que Cristo vino al mundo para morir en nuestro lugar. De tal manera que si creemos en él, confesando nuestros pecados, entonces tenemos vida eterna y el perdón de los pecados.
Vienen entonces Aarón y Moisés y hacen la primer señal - se convierte la vara de Dios en una serpiente.
Dios cumple su promesa a Moisés, tal como le había dicho sobre el monte de Dios.
En lugar de que Faraón se humille, él manda llamar a sus sabios y hechiceros:
Éxodo 7:11–12 NBLA
Entonces Faraón llamó también a los sabios y a los hechiceros, y también ellos, los magos de Egipto, hicieron lo mismo con sus encantamientos. Cada uno echó su vara, las cuales se convirtieron en serpientes. Pero la vara de Aarón devoró las varas de ellos.
Faraón se resistió a la manifestación del poder de Dios.
Por tanto llama a sus magos, porque sabe que ellos pueden reproducir al 100% lo que hicieron Moisés y Aarón.
Algunos creen que los magos solo hicieron un truco/que no era magia real.
Otros creen que realmente hicieron uso de los poderes del ocultismo para hacer que sus varas se convirtieran en serpientes.
Sea como haya sido, Faraón ahora se estará sintiendo muy satisfecho al saber que que el Dios de los hebreos no pudo más que hacer algo que sus mismos magos pudieron reproducir con exactitud.
El enemigo de Dios ha buscando y ha encontrado una razón para no doblar sus rodillas delante del creador/del todopoderoso/del rey soberano/de Jehová de los ejércitos.
Esta ha sido la actitud de los enemigos de Dios desde el principio: buscar una y más razones para no creer, para no humillarse, para no doblar sus rodillas y creer en aquel que hizo los cielos y la tierra.
El hombre no busca razones para creer.
El hombre busca razones para seguir su camino de incredulidad, su camino de pecado, su vida sin Dios, su vida sin someterse ante la autoridad del Dios redentor.

II. La manifestación del poder de Dios

El enemigo de Dios ha mostrado su rechazo de la voluntad de Dios. La criatura se ha opuesto al creador. El ser creado se ha opuesto a aquel que le dio la vida y lo sostiene con el poder de su palabra.
Por tanto, vamos a ver la manifestación del poder de Dios.
Éxodo 7:12 NBLA
Cada uno echó su vara, las cuales se convirtieron en serpientes. Pero la vara de Aarón devoró las varas de ellos.
Cuando Aarón y Moisés miraron lo que los magos hicieron, es posible que ellos mismos hayan quedado cautivados.
Tal vez se sorprendieron y temieron ante la señal que hicieron los magos.
Pero veamos lo que dice la Biblia: “Pero la vara de Aarón devoró las varas de ellos.”
Es aquí donde a Dios presagiar el poder que ha de demostrar sobre Faraón.
Presagiar significa anunciar lo que va a suceder.
Dios mediante este acto está mostrando lo que ha de hacer a Faraón en su derrota final.
Recordemos que sobre la corona de Faraón había una cobra que representaba el bajo Egipto (sur de Egipto) que se llamaba Ureo.
Se decía que Ureo era la diosa protectora del Faraón.
Era la diosa protectora de los dioses. Los egipcios creían que Faraón mismo era un dios.
Vemos ahora que Dios muestra su poder al hacer que la vara de Aarón devore a las varas de los magos egipcios.
Dios está mostrando que al final será Dios que tendrá la victoria sobre Faraón.
Dios está mostrando que él no será vencido.
Es cierto, los magos pudieron replicar la señal, pero solo Dios tiene la victoria - y esto lo muestra al hace que la vara de Aarón se devore a las varas de los magos.
Dios está presagiando a Faraón que él va a derrotarlo, solo Dios tendrá la victoria.
De hecho, la derrota final de Faraón, no es lo único que se presagia.
Notemos la palabra “devorar” y comparemos con lo que leemos en:
Cuando cruzan el mar rojo que Dios abrió, Moisés entona un cántico de triunfo y declara:
Éxodo 15:12 NBLA
»Extendiste Tu diestra, Los tragó la tierra.
Dios está presagiando el momento en que Faraón y sus ejércitos estarán corriendo tras los hebreos para destruirlos.
Pero, en el momento en que el último de los hebreos haya cruzado el mar rojo la Biblia declara:
Éxodo 14:27–28 NBLA
Y Moisés extendió su mano sobre el mar, y al amanecer, el mar regresó a su estado normal, y los egipcios al huir se encontraban con él. Así derribó el Señor a los egipcios en medio del mar. Las aguas volvieron y cubrieron los carros y la caballería, a todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar. No quedó ni uno de ellos.

Conclusión

¿Hermanos, qué aprendemos de esto?
En este mundo, Dios tiene dos enemigos:
Satanás y los demonios...
Dios ya ha derrotado a Satanás. Dios ha triunfado sobre el enemigo mediante su obra en la cruz.
Colosenses 2:15 NBLA
Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de Él.
El hombre que se ha rebelado contra Dios
Santiago 4:4 NBLA
¡Oh almas adúlteras! ¿No saben ustedes que la amistad del mundo es enemistad hacia Dios? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
Creamos pues que Satanás y los demonios han sido derrotados por Cristo.
No tenemos porque temerle.
No tenemos porque creer que nos pueda hacer daño.
Dios ha derrotado al enemigo y sus obras de maldad.
Tristemente, vemos que gran parte de la humanidad es enemiga de Dios.
El hombre por naturaleza no busca a Dios.
El hombre busca razones para rechazar a Dios.
El hombre prefiere su pecado y su vida de maldad que doblar sus rodillas ante el creador.
Entre ellos están nuestros familiares, esposo/as, hijos/as, padres, amigos, etc.
Es triste, pero es una realidad ver cuanta gente le da la espalda a Dios.
…y en base a lo que hemos visto hoy pudieramos ir a nuestros hogares con un gran pesar en nuestro corazón pensando que Dios hoy está presagiando la destrucción de nuestros seres queridos que le han dado la espalda a Dios.
Pudieramos pensar que no hay esperanza para ellos puesto que le han dado la espalda a Dios.
Sin embargo, nos damos cuenta que en la Biblia Dios se nos dice que él obra en una manera muy particular - él toma a sus enemigos, cambia su corazón, y los reconcilia con él.
Dios desde el principio, mediante el poder de su Espíritu Santo, ha estado obrando reconciliando con él, a aquellos que eran sus enemigos.
Romanos 5:10–12 NBLA
Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de Su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por Su vida. Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación. Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y por medio del pecado la muerte, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron.
Por tanto, hoy oremos, creamos, clamemos a Dios, que él venza la incredulidad de los que hoy son sus enemigos para que Dios venza su duro corazón y sean reconciliados con el Dios que estuvo dispuesto a morir en la cruz para darles el perdón de los pecados.
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