MANTENER EL COMPROMISO A LA VIDA NUEVA EN CRISTO
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INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
Damos gracias a Dios por esta hermosa mañana que nos ha regalado, por abrir nuestros ojos hoy, devolvernos el aliento de vida para seguir respirando, disfrutando de todas sus bendiciones espirituales y sus añadiduras materiales, que a Él le ha placido darnos, pues bien sabemos que no somos dignos de tal gracia y amor.
Vamos a orar brevemente para que Dios guíe hoy esta enseñanza por medio de Su Espíritu...
El título de nuestra enseñanza es: “MANTENER EL COMPROMISO A LA NUEVA VIDA EN CRISTO”.
Cuando hablamos de COMPROMISO en el siglo XXI, quiero compartir dos definiciones que encontré:
RAE: es una Obligación contraída.
Diccionario Hispano-Americano de la misión (COMPROMISO)
1. Sentimiento de que se esta obligado a seguir un curso de acción o a alcanzar un objetivo o meta particular. Como resultado, se limitan en la acción la libertad de elección como el número de alternativas posibles
En nuestro presente siglo hablar de compromiso es algo efímero. Vemos que no solo las nuevas generaciones poco entendimiento tienen de esta palabra, sino que esto también involucra a los adultos y personas de las generaciones que están aquí reunidas.
El COMPROMISO esta presente en todas las esferas de nuestra vida. Por ejemplo tenemos compromisos en el trabajo, debemos cumplir con un horario, con unas funciones y dar unos resultados que se nos exige. También hay compromiso con entidades privadas y estatales que nos regulan y prestan servicios, me refiero a las empresas que suministran energía, gas natural, agua, o la DIAN para pagar impuestos, las autoridades policiales y militares. También los compromisos están en la iglesia, hablamos de servir en un ministerio, de ejercer nuestros dones, de cumplir una planeación que proponemos, y que con el tiempo podamos ver buenos frutos. El compromiso también involucra la familia, existen compromisos de los padres por velar, cuidar, proteger y proveer las necesidades de sus hijos; compromiso de los hijos de obedecer a los padres, de sujetarse a ellos, de respetar su autoridad, y también de cuidarlos cuando ellos ya envejecen; o si pensamos a nivel de esposos, hay un compromiso o civil o en un altar delante de Dios de amar, de cuidarse, de sacrificio mutuo, de servicio, de sustentar y guardar.
Quiero compartir con ustedes algo interesante:
De acuerdo a los reportes de las notarías de todo el país, entre enero y agosto de este año, 36.978 parejas se casaron y 16.657 se divorciaron, lo que supone un aumento del 76,97% en matrimonios y del 61,64% en divorcios, con respecto a los mismos meses del año 2020.
Que triste ver que el 45% de las parejas de casados se están separando más y más; vemos que no están interesados en MANTENER EL COMPROMISO que han adquirido, o tal vez por motivos personales egoístas prefieren desechar el matrimonio, o tal vez en muy pocos casos, por causas de violencia intrafamiliar.
Ahora, uno piensa en nuestros padres, abuelos y bisabuelos, y en esas generaciones no había estos niveles de divorcios, o eran personas más estables en sus trabajos, o había una mayor unidad en la familia, donde los hijos salían de sus casas solo hasta el matrimonio o por estudio, o tal vez había un mayor respeto y sujeción a las autoridades civiles y policiales; dar la palabra era algo muy sagrado, pues estaba en juego el nombre y el honor de la persona. Uno podía ver matrimonios de más de 50 años, personas que trabajaban más de 2 décadas en una empresa o se pensionaban allí y así otro tipo de resultados muy buenos para la sociedad y la familia.
Con todo esto, también existían compromisos que se mantenían por simple apariencia, o porque ya se había dado la palabra. Y esto claramente hace que ese compromiso se vuelva una carga difícil o tormentosa de llevar. Parejas de esposos que luego de años, deciden vivir en habitaciones separadas, familias cuyos hijos solo son una apariencia con sus padres por esperar una herencia, o un beneficio material.
Hay una gran diferencia entre cumplir un compromiso por imposición, apariencia o porque me toca, a cumplir un compromiso con agrado, con deleite, con honra, con alegría y entregada abnegada.
Así que hoy, quiero que evaluemos ¿cómo el compromiso que adquirimos como cristianos ante Dios? Para esto vamos a ir al libro de Efesios y Colosenses, y vamos a entender, con la ayuda del Espíritu Santo, como el apóstol Pablo exhorto a los cristianos de su época, a que ellos debían mantener el compromiso como creyentes de una manera digna y adecuada.
17 Con la autoridad del Señor digo lo siguiente: ya no vivan como los que no conocen a Dios, porque ellos están irremediablemente confundidos.
18 Tienen la mente llena de oscuridad; vagan lejos de la vida que Dios ofrece, porque cerraron la mente y endurecieron el corazón hacia él.
19 Han perdido la vergüenza. Viven para los placeres sensuales y practican con gusto toda clase de impureza.
20 Pero eso no es lo que ustedes aprendieron acerca de Cristo.
21 Ya que han oído sobre Jesús y han conocido la verdad que procede de él,
22 desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño.
23 En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes.
24 Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo.
25 Así que dejen de decir mentiras. Digamos siempre la verdad a todos porque nosotros somos miembros de un mismo cuerpo.
26 Además, «no pequen al dejar que el enojo los controle». No permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados,
27 porque el enojo da lugar al diablo.
28 Si eres ladrón, deja de robar. En cambio, usa tus manos en un buen trabajo digno y luego comparte generosamente con los que tienen necesidad.
29 No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan.
30 No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. Recuerden que él los identificó como suyos, y así les ha garantizado que serán salvos el día de la redención.
31 Líbrense de toda amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta.
32 Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.
Lo primero que podemos decir es que Pablo nos exhorta a...
I. DEJAR NUESTRA ANTIGUA MANERA DE VIVIR:
I. DEJAR NUESTRA ANTIGUA MANERA DE VIVIR:
En otras palabras, es dejar, deshacernos o despojarnos del viejo hombre. Y aquí Pablo nos da una listado de las conductas de esa vieja naturaleza:
1) No conocer a Dios:
1) No conocer a Dios:
Efesios 4:17 (NTV)
17 Con la autoridad del Señor digo lo siguiente: ya no vivan como los que no conocen a Dios, porque ellos están irremediablemente confundidos.
No conocer a Dios, quiere decir que se vive bajo nuestra propia voluntad, se vive de forma autónoma a cualquier clase de autoridad divina; nosotros somos nuestro propio dios, y vivimos haciendo lo que nos place, a nuestra propio deseo. Pablo lo amplia más en todas sus cartas, y solo quiero leer un pasaje más en cuanto a este parte:
Col 3.5-8 “5 Por tanto, considerad los miembros de vuestro cuerpo terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría. 6 Pues la ira de Dios vendrá sobre los hijos de desobediencia por causa de estas cosas, 7 en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. 8 Pero ahora desechad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, maledicencia, lenguaje soez de vuestra boca.”
2) No ser duros e insensibles en nuestro corazón hacía Dios:
2) No ser duros e insensibles en nuestro corazón hacía Dios:
Miren lo que dice Pablo en Efesios nuevamente:
Efesios 4:18 (NTV)
18 Tienen la mente llena de oscuridad; vagan lejos de la vida que Dios ofrece, porque cerraron la mente y endurecieron el corazón hacia él.
Efesios 4:19 (LBLA)
19 y ellos, habiendo llegado a ser insensibles, se entregaron a la sensualidad para cometer con avidez toda clase de impurezas.
Cuando leemos que Pablo dice que cerraron la mente y endurecieron su corazón hacía Dios, quiere decir que ellos llegan a tener una noción de quién es Dios, de que existe un Creador, y que le debemos nuestra existencia y voluntad a Él, por tanto debemos someternos por completo a Su autoridad.
Cuando se endurece el corazón, se llega a ser insensibles, y esta insensibilidad nos lleva a cometer con gusto muchas impurezas y pecados. Es decir, que para nuestro corazón el pecado se vuelve algo placentero.
3) Quitar toda clase de impureza:
3) Quitar toda clase de impureza:
Leemos en Ef 4.25-30
Efesios 4:25–30 (NTV)
25 Así que dejen de decir mentiras. Digamos siempre la verdad a todos porque nosotros somos miembros de un mismo cuerpo.
26 Además, «no pequen al dejar que el enojo los controle». No permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados,
27 porque el enojo da lugar al diablo.
28 Si eres ladrón, deja de robar. En cambio, usa tus manos en un buen trabajo digno y luego comparte generosamente con los que tienen necesidad.
29 No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan.
31 Sea quitada de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos, maledicencia, así como toda malicia.
Col 3.8 “8 Pero ahora desechad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, maledicencia, lenguaje soez de vuestra boca.”
Y Pablo sigue desarrollando esta misma idea de un compromiso determinado con Cristo en el Capítulo 5. Leemos en Ef 5.3-5
3 Que no haya ninguna inmoralidad sexual, impureza ni avaricia entre ustedes. Tales pecados no tienen lugar en el pueblo de Dios.
4 Los cuentos obscenos, las conversaciones necias y los chistes groseros no son para ustedes. En cambio, que haya una actitud de agradecimiento a Dios.
5 Pueden estar seguros de que ninguna persona inmoral, impura o avara heredará el reino de Cristo y de Dios. Pues el avaro es un idólatra, que adora las cosas de este mundo.
4). Dejar la oscuridad en la que vivíamos:
4). Dejar la oscuridad en la que vivíamos:
Pablo exhorta también a que debemos dejar la oscuridad que nos consumía, noten lo que dice Ef 5.6-9
6 No se dejen engañar por los que tratan de justificar esos pecados, porque el enojo de Dios caerá sobre todos los que lo desobedecen.
7 No participen en las cosas que hace esa gente.
8 Pues antes ustedes estaban llenos de oscuridad, pero ahora tienen la luz que proviene del Señor. Por lo tanto, ¡vivan como gente de luz!
9 Pues esa luz que está dentro de ustedes produce sólo cosas buenas, rectas y verdaderas.
Yo vivía antes así, mi vida esta sumida en las tinieblas, y en las palabras de Pablo en la carta de Romanos, mi vida y conducta era como él la describe en Rom 3.10-19
Romanos 3:10–19 (LBLA)
10 como está escrito: No hay justo, ni aun uno;
11 no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios;
12 todos se han desviado, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
13 Sepulcro abierto es su garganta, engañan de continuo con su lengua, veneno de serpientes hay bajo sus labios;
14 llena está su boca de maldición y amargura;
15 sus pies son veloces para derramar sangre;
16 destrucción y miseria hay en sus caminos,
17 y la senda de paz no han conocido.
18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.
Hasta este punto me preguntaba: ¿Cómo estoy viviendo el compromiso que adquiría ante Dios de dejar este viejo hombre?
¿Qué tanto de todas estas conductas siguen en nuestras vidas? ¿Luchas contra ellas? ¿Te duelen cuando las cometes contra Dio o contra tu prójimo? ¿Te avergüenzas al practicarlas y vivir en ellas comodamente?
Pablo nos dice que debemos deshacernos de todo esto: Ef 4.22
Efesios 4:22 (NTV)
22 desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño.
Lo segundo que el apóstol nos dice, es que debemos dejar que...
II. DEJAR QUE EL ESPÍRITU SANTO NOS RENUEVE:
II. DEJAR QUE EL ESPÍRITU SANTO NOS RENUEVE:
Leamos Ef 4.23
23 En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes.
La renovación del Espíritu santo empieza desde nuestro nuevo nacimiento, es un proceso que Él comienza, pero no es algo que se lleva a cabo magícamente o que cae del cielo como un rayo, o que aparece de la nada. No hermanos, no nos engañemos. Esta renovación la empieza el Espíritu Santo, y de nuestra parte está el compromiso de dejar que ÉL lo haga.
¿Cómo podemos hacer esto?
Tener un corazón manso hacía Dios.
Entender quién es Dios en Su carácter, naturaleza, voluntad y sus obras.
Humillarnos y someternos a Él en todo.
Ser humildes, reconociendo quienes somos nosotros y qué es lo que Dios hace ante esto por nosotros (recuerden el Salmo 103).
Guardar nuestro corazón con integridad para mantenernos puros y sin mancha de este mundo perverso.
En resumen, es hacer lo que Pablo nos dice en Rom 12.1-2 y en Col 3.1-2
1 Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo.
2 No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.
1 Ya que han sido resucitados a una vida nueva con Cristo, pongan la mira en las verdades del cielo, donde Cristo está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios.
2 Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra.
Y lo tercero que Pablo nos dice, una vez dejamos que el Espíritu Santo renueve mis pensamientos y actitudes es...
III. VESTIRNOS EL NUEVO HOMBRE:
III. VESTIRNOS EL NUEVO HOMBRE:
Lo leemos en el versículo Ef 4.24
24 Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo.
Cuando leía este pasaje pensaba: ¿Dios me da una nueva naturaleza para ser a la semejanza de la Suya?
Es decir, ser personas que nos esforcemos en ser verdaderamente justos, ser verdaderamente santos. En otra palabras, que TODO NUESTRO SER (cada pensamiento, reacción, palabra, decisión, actitud física, cada intención de nuestro corazón, nuestra mente, cada sentimiento, cada emoción, cada anhelo, deseo y toda nuestra alma) tengan una conducta que es justa, que hace lo correcto moralmente ante Dios y las personas, que nos esforzamos en llevar comportamientos de integridad, siendo sabios y no necios; para mantenernos puros, sin mancha en relación a este mundo y con vidas consagradas, y determinadas para vivir para Dios.
Pablo tiene esta misma idea en Colosenses 3.10-17
Colosenses 3:10–17 (NTV)
10 Vístanse con la nueva naturaleza y se renovarán a medida que aprendan a conocer a su Creador y se parezcan más a él.
11 En esta vida nueva, no importa si uno es judío o gentil, si está o no circuncidado, si es inculto, incivilizado, esclavo o libre. Cristo es lo único que importa, y él vive en todos nosotros.
12 Dado que Dios los eligió para que sean su pueblo santo y amado por él, ustedes tienen que vestirse de tierna compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia.
13 Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros.
14 Sobre todo, vístanse de amor, lo cual nos une a todos en perfecta armonía.
15 Y que la paz que viene de Cristo gobierne en sus corazones. Pues, como miembros de un mismo cuerpo, ustedes son llamados a vivir en paz. Y sean siempre agradecidos.
16 Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas. Enséñense y aconséjense unos a otros con toda la sabiduría que él da. Canten salmos e himnos y canciones espirituales a Dios con un corazón agradecido.
17 Y todo lo que hagan o digan, háganlo como representantes del Señor Jesús y den gracias a Dios Padre por medio de él.
CONCLUSIONES:
CONCLUSIONES: