Hebreos 4.14-16 - Hacia el trono de la gracia - Serie Hebreos No. 21

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INTRODUCCIÓN

¿Qué es lo que Cristo logró en la cruz?
¿Es importante la persona de Cristo o solo lo que hizo? Esto viene siendo un problema últimamente para muchas iglesias.
Se vende un evangelio “light”, se presenta un problema, la condenación, luego la solución, y como tenemos una oportunidad para librarnos del fuego eterno, entonces, tampoco hay problemas para recibir a Cristo.
En el Antiguo Testamento, la expiación, que es el anuncio de Cristo, no es algo “light”, sino algo muy serio y reverencial.
¿Pero comprendemos Quién es Cristo según la Revelación de las Escrituras?
¿Sabes que Cristo ha abierto realmente algo que no podía ser abierto de otra forma? ¿De qué estamos hablando?

EXÉGESIS He 4.14-16.

Contexto:
Los creyentes que han recibido la carta. Están tentados a volver atrás. Sufren persecución, burla y muchos de ellos han sido dejados aún por sus mismas familias por la fe en Jesucristo.
En Jerusalén hay un templo, se siguen ofreciendo sacrificios, pueden ver “visualmente” a un sacerdote hacer ofrenda por su pecado. Y ahora, en Cristo, y separados de todo el sistema judío, ya no podían hacer nada de esto.
Seguramente las dudas y el temor empiezan a crecer. Nos gusta andar más por vista que por fe. Por eso el autor ha hecho severas advertencias hasta el momento:
Debemos atender a lo que nos ha sido revelado. No podemos descuidar la salvación que fue anunciada (y viene solo por Cristo) y de la cuál se testificó con señales y prodigios.
Debemos cuidarnos de la incredulidad. Hacer caso a Dios, creer en Su Palabra y entonces veríamos que la fe en Cristo nos permite entrar al verdadero reposo.
Pero ahora el autor, va a ir directamente al centro del argumento de la epístola.
Recuerda, Cristo es superior: a los ángeles, a Moisés y también a los sumos sacerdotes:
Entonces, la audiencia en persecución podrá comprender que aunque físicamente ya no tiene un sacerdote como los judíos, que haga interseción, tenemos al más perfecto Sumo Sacerdote que es Cristo.
Así que, ¿Quiénes son los sacerdotes?
Sacerdotes:
Consagrados a Dios.
Intercesores entre el pueblo y Dios.
Realizaban sacrificios en la presencia de Jehová.
Proveían consejo e instrucción
¿Dónde empezó todo esto?
En el pacto con Dios del pueblo de Israel.
Éxodo 19:5–6 RVR60
5 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. 6 Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.
Consagrados a Dios.
Dios elige a sus sacerdotes:
Éxodo 28:1–4 RVR60
1 Harás llegar delante de ti a Aarón tu hermano, y a sus hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; a Aarón y a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar hijos de Aarón. 2 Y harás vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, para honra y hermosura. 3 Y tú hablarás a todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu de sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón, para consagrarle para que sea mi sacerdote. 4 Las vestiduras que harán son estas: el pectoral, el efod, el manto, la túnica bordada, la mitra y el cinturón. Hagan, pues, las vestiduras sagradas para Aarón tu hermano, y para sus hijos, para que sean mis sacerdotes.
Elige a Aarón, descendiente de Leví, y a sus hijos para que sean sacerdotes.
¿Dónde servían los sacerdotes?
En el tabernáculo y el templo.
Podían servir en todas las partes del templo a excepción del lugar santísimo. Sólo podían entrar una vez al año al lugar santísimo.
Levítico 16:2 RVR60
2 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio.
Debía entrar 1 vez al año:
¿Para qué debía entrar?
Levítico 23:26–28 RVR60
26 También habló Jehová a Moisés, diciendo: 27 A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová. 28 Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de expiación, para reconciliaros delante de Jehová vuestro Dios.
Para hacer expiación por él, por su familia y por todo el pueblo.
Se rociaba la sangre de sacrificio en el propiciatorio.
Propiciatorio:
Lámina cuadrada de oro que cubría la parte superior del arca del pacto.
Propiciar “quiere decir, ser favorable.”
Propiciatorio “el lugar donde Dios sería favorable, tendría misericordia del pueblo, una vez que la sangre sea rociada.
Propiciatorio era el lugar del trono de Dios sobre el arca y en el lugar santísimo.
Por el propiciatorio Dios no juzgaba al pueblo, ya que 1 vez al año se hacía esto delante de Él.
Éxodo 25:21–22 RVR60
21 Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré. 22 Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.
El propiciatorio también era el trono de Dios (manifestaba la presencia de Dios), al cual se podía acceder una vez al año y entonces desde ese lugar se daba el favor de Dios al pueblo por el sacrificio presentado.
Debía hacerse esto una vez cada año.
Comprendiendo todo esto. Podemos entender los siguientes tres versículos de Hebreos 4.14-16.
Hebreos 4:14 RVR60
14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.
"Por tanto,..”
Recordatorio de lo anterior:
Hay un reposo, es por la fe, y es solo en Cristo y esa es la revelación de La Palabra.
"..teniendo un gran sumo sacerdote..”
“Sumo sacerdote” - “gran sacerdote”, entonces “gran sumo sacerdote” es: “Gran gran sacerdote”.
Cristo es el gran gran sacerdote - No tiene comparación.
Contexto de la frase:
Están en persecución, pueden volver atrás al sistema judío de sacrificios, podrán ver a un sumo sacerdote ofrecer por ellos la expiación una vez al año, pero se van a perder del GRAN sumo sacerdote y su perfecta expiación.
“..que transpasó los cielos,..”
Recuerda que:
Una de las tareas del sumo sacerdote es ser intercesor, por eso que hace sacrificio de expiación ante Dios a nombre suyo y del pueblo de Israel.
Con este sacrificio sale “la misericordia” o propiación de Dios al pueblo.
Entonces, Jesús es mucho más grande y Él es el sumo sacerdote perfecto, porque:
No tiene que hacer sacrificio de pecado por sí mismo.
Su sacrificio será UNA SOLA VEZ y para siempre.
Su sacrificio es perfecto.
El sacerdote pecador no puede ser ofrenda. Cristo es la ofrenda sin mancha.
El sacerdote era mediador y llegaba una vez al año al lugar santísimo, a la presencia de Dios, pero Cristo igual como intercesor no solo llega a ese lugar, sino TRANSPASA los cielos.
Él es el mejor intercesor. ¡Es mucho mejor que Aarón!
¿Quieres volver al sistema judío? Vas a tener que olvidarte de este gran y perfecto intercesor.
“..Jesús el Hijo de Dios,..”
Es mucho mejor que todos los sumos sacerdotes, porque Él es el HIJO.
Manifiesta su deidad - llega a Dios porque tiene el acceso por su naturaleza de Hijo y naturaleza divina.
Todos los que no tengan al verdadero Cristo estarán en problemas, su intercesor no es perfecto. ¿Qué sacrificio perfecto llevará?
No tendrás un intercesor deficiente, sino uno completamente SANTO.
Pero ante un gran sumo sacerdote perfecto, ¿qué debemos hacer?
“..retengamos nuestra profesión.”
Retengamos nuestra creencia, nuestra confianza en Dios.
Literalmente “nuestra confesión”.
No podemos ir atrás conociendo a Cristo.
Pero en la dura lucha por la fe, la audiencia hebrea podría haberse caído y buscar a los sumos sacerdotes en Jerusalén que hacían ofrenda. Es más fácil confiar en lo que ves, que en Cristo a quien ya no estaba ahí.
Pero ahora el autor va a decir por qué deberíamos confiar realmente en Cristo desde esa perspectiva. Porque ÉL es mejor representante aún que los sacerdotes humanos:
Hebreos 4:15 RVR60
15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
¿Sabes lo increíble que es comprender a qué ha abierto las puertas Cristo?
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,..”
Dios (Trinidad) a través de Cristo, no estaba lejos del hombre, sino que se había identificado con él.
Ningún sacerdote humano podía dar lo que Cristo sí podía dar: gracia y misericordia.
En el desierto, cuando la generación del desierto cayó, o antes de ello, cuando eran tentados, no podían ir a un sacerdote para que les de socorro.
Recuerda el contexto de persecución de la iglesia (hebreos).
En Cristo, sí podemos ir a nuestro intercesor para que nos de Su Gracia y Misericordia.
Él se compadece de nuestras debilidades.
“..sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.”
Diferencia principal con los sumos sacerdotes. Cristo fue tentado y no pecó.
Cristo padeció muchas más pruebas que nosotros y no cayó.
Cristo puede hacer lo que los sacerdotes humanos no podían, y era sustentarlos porque Él había vencido en toda prueba humana y comprendía la necesidad del corazón humano.
Pero el punto del autor es realmente impactante y extraordinario, porque no te está diciendo que Cristo venció las pruebas humanas y que puede identificarse. Esto es una verdad, pero no es lo principal.
El autor está diciendo que el propiciatorio, lugar que estaba detrás del velo, al cuál solo podía accederse una vez al año, y que representaba el trono de Dios, ahora es el lugar, DONDE ESTÁ CRISTO, y que en ese lugar, desde ese lugar del trono del propiciatorio, Él puede comprendernos, entendernos, compadecerse de nuestras debilidades, y esto no significa “tolerancia al pecado”, sino que EL TRONO, Y LUGAR DE PROPICIATORIO (expedir misericordia) se ha abierto, porque CRISTO, ESTÁ EN ESE LUGAR. Desde ahí Cristo puede compadecerse.
Por eso cuando Cristo muere el velo del templo se parte. Mt 27.51 “51 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;”
¿Qué sacerdote o sumo sacerdote hizo eso? ¿Lo hizo el sumo sacerdote más grande Aaron?
¡Que increíble! En el desierto, el lugar de la gracia y misericordia, propiciatorio, estaba totalmente oculto. Por Cristo ese lugar totalmente está accesible y entonces podemos entrar al TRONO DE DIOS de forma directa.
Hebreos 4:16 RVR60
16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia,..”
Es posible hacer lo que antes no era imaginable. Llegar al lugar Santísimo pero solamente a través de Cristo.
El trono de Dios que era el propiciatorio sobre el altar, era el lugar donde se expedía misericordia por el sacrificio de expiación.
¡Ahora podemos hacercarnos al trono de Dios¡
Por eso es el trono de la gracia, porque es una referencia al mismo propiciatorio.
Confiadamente - Que podemos descansar en que siempre su respuesta será de gracia, no importa lo que hayamos hecho.
No estamos hablando de tolerancia al pecado, más totalmente al contrario, de corazones arrepentidos que encuentran a Cristo a través del arrepentimiento.
“..para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
El socorro verdadero está en Cristo.
Es importante que los hermanos nos ayudemos, es importante que la iglesia ayude, pero si uno no va a Cristo, realmente no va a levantarse.
Antes el trono era el lugar de juicio, ahora es el lugar de la gracia. Eso es lo que hace un Sumo sacerdote perfecto, y lo que no puede hacer Aarón.
Hebreos habla de la supremacía de Cristo.
Puedes estar en persecución, y es difícil eso. ¿Pero vas a volver al sistema judío antiguo, de buscar al sumo sacerdote físico? o ¿prefieres a Cristo?

MEDITEMOS LA PALABRA

¡Que gran sumo sacerdote¡
No hay otro como Él.
También podríamos ir atrás, a cualquier sistema de justificación o expiación, el pago o la ofrenda por el pecado. Podrían ser las obras, un sistema sacerdotal, un nuevo sistema moral de autojustificación o lo que quieras, pero NOS VAMOS A PERDER DE AQUEL QUE SÍ PUEDE TRASPASAR LOS CIELOS y llegar realmente al LUGAR SANTÍSIMO donde está Dios.
Podemos confiar plenamente en Él.
Podemos confiar plenamente en Cristo, el intercesor perfecto y Santo que transpasará los cielos, y nos permitirá que a través de Su ofrenda, su propia vida en sacrificio, seamos limpios y verdaderamente limpios.
Podemos ser partícipes en que otros encuentren al perfecto intercesor.
Que emocionante es hablar de Cristo porque estás compartiendo toda la expresión del amor de Dios y todo lo que Dios puede hacer de manera perfecta lo hace por Cristo.
Cuando presentas a Cristo debes hacerlo de esta manera. No es solo alguien que muere por nuestros pecados. Es parte importante, pero realmente la esencia está en Quién es ese alguien que muere por nuestros pecados:
Es Santo.
Es el Sumo sacerdote o el intercesor perfecto.
Es el Hijo de Dios, es Dios mismo al compartir su naturaleza divina.
El trono de la gracia está abierto para nosotros.
Él nos recibe como el Hijo pródigo, cuando había arrepentimiento, uno dice “No soy digno de ser llamado tu hijo” y Él prepara toda una celebración para nosotros.
Del trono de la gracia emana el socorro para nosotros.
En el Trono está aquel que se compadece de nosotros porque nos entiende. Entiende nuestras necesidades, nuestras debilidades y aún la tentación, pero Él no pecó. También puede ayudar a quien pida socorro.
En resumen, tenemos un gran sumo sacerdote, que intercede con nosotros y que se identifica con nosotros, cuyo amor es grandioso o maravilloso.
Romanos 8:31–35 RVR60
31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Es Su obra importante, la muerte en la cruz, es Su personas igual de importante. Él es el intercesor, es divino, es Hijo de Dios, es Santo y ha hecho una obra de sacrificio maravillosa.
Cristo y sólo Cristo ha abierto las puertas al trono de la gracia, donde emana toda la misericordia y el favor de Dios. Eso es lo que hace el Único intercesor perfecto.
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