Fidelidad al único Dios

Deuteronomio 12:1–3

1 Estos son los estatutos y decretos que cuidaréis de poner por obra en la tierra que Jehová el Dios de tus padres te ha dado para que tomes posesión de ella, todos los días que vosotros viviereis sobre la tierra.

2 Destruiréis enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredaréis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol frondoso.

3 Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y sus imágenes de Asera consumiréis con fuego; y destruiréis las esculturas de sus dioses, y raeréis su nombre de aquel lugar.

Introducción

El desierto para Israel representó retos, pero la tierra prometida también representaba retos, ahora que estaban a punto de obtener la promesa de la tierra de Canaán, Dios les hace ver a los israelitas que no debían bajar la guardia, debían obedecer a pie de la letra la ley, pues hacerlo les garantizaba la protección y bendiciones de Dios declaradas en su Palabra.

Aquí Moisés comienza a dar instrucciones específicas al pueblo, las cuales siempre enfatizan su fidelidad a Dios, la santidad y la exhortación a conocer y guardar su ley.

Eliminar la contaminación

Las organizaciones de salud procuran educar a la población en lavarse las manos antes de comer, pues no sabemos si en algún momento, durante nuestras actividades del día, tocamos algo contaminado con alguna enfermedad.

Se insiste en la limpieza, eliminar la basura de nuestras casas y comunidades para evitar enfermedades.

Este principio se aplica para Israel en sentido espiritual.

Ahora que entraban a poseer la tierra, debían eliminar todos los lugares de culto, los ídolos, la imágenes y todo lo que tenga que ver con adoración pagana.

No podían permitir que nada de eso quedara, pues podían provocar que alguien se sintiera tentado a rendir culto pagano.

Este es el mismo consejo que el apóstol Pablo da a la iglesia: Efesios 4:22-23 “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,y renovaos en el espíritu de vuestra mente”

Es necesario renunciar a todo lo que pueda provocar que volvamos a la vida antigua de pecado.

Falsa profecía

Deuteronomio 13:1–2

1 Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios,

2 y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles;

Moisés advierte al pueblo acerca de las falsos profetas y soñadores.

En esto se nos presenta la advertencia de las señales. Deuteronomio 13:1-2 “Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio...”

Las señales son muy atractivas, desde la antigüedad se le ha dado más relevancia de la debida a las señales, pues en pueblos paganos, si un volcán hacía erupción lo tomaban como señal de que algún dios estaba enojado.

Por eso Moisés le advierte al pueblo que las señales no son evidencia de que ahí está Dios.

iglesia hoy día cae en el mismo error, se deja llevar por las señales, manifestaciones, sueños por sobre la Palabra de Dios.

“Mateo 7:15–16

15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.

16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?”

El Señor nos advierte que podemos identificar a los falsos profetas y soñadores por sus frutos. Pero los frutos no significa señales, milagros, títulos, éxitos, templos llenos, liberaciones, etc.

Mateo 7:21–23

21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? (Señales)

23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

Los frutos de los que habla el Señor son manifestados en el carácter de la persona, su humildad, amor, amabilidad, compasión, temor a Dios.

Gálatas 5:22–23

22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Concluimos que los frutos del profeta no son las señales o profecías que se cumplen, sino en las que se manifiestan en su persona, su carácter y personalidad.

1 Corintios 13:2 “Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.”

El Parámetro, la Palabra de Dios

Deuteronomio 13:3–4

3 no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.

4 En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis.

Moisés advierte al pueblo de que si el profeta los incita a desviarse de Dios, no lo escuchen aun cuando acompañe la profecía con señales sobrenaturales.

Satanás también tiene poder para realizar señales sobrenaturales. Lo vemos en los mago de Egipto que pudieron imitar los milagros de Moisés, convirtieron sus varas en serpientes y convirtieron también el agua en sangre.

Les exhorta a dejarse guiar por los mandamientos escritos en su Palabra. v.4

El apóstol Pablo hace una advertencia similar a la iglesia.

Gálatas 1:8 “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.”

Nuestra guía hacia el camino de la salvación y vida eterna no son los milagros, señales, sueños o profecías... es la Palabra de Dios.

Es a ella que debemos obedecer aun cuando todos estén en contra y no veamos señales y prodigios. El cristiano vive por fe y no por vista (2 Cor 5:7)

Si creemos y obedecemos aun sin ver señales tenemos esta promesa: Juan 20:29 “Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.”

Conclusión

Deuteronomio 13:6,8–9

6 Si te incitare tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, tu hija, tu mujer o tu amigo íntimo, diciendo en secreto: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú ni tus padres conocisteis...

8 no consentirás con él, ni le prestarás oído; ni tu ojo le compadecerá, ni le tendrás misericordia, ni lo encubrirás,

9 sino que lo matarás; tu mano se alzará primero sobre él para matarle, y después la mano de todo el pueblo.

Esta es una Palabra muy dura, pues amamos a nuestra familiares.

Esta ley no es aplicable para la iglesia hoy, pero si es aplicable su enseñanza espiritual.

El primer lugar en nuestra vida lo tiene Dios, y hay casos en que los familiares nos desvían de los caminos de Dios, ya sea intencional o no.

Debemos tomar una desición, a quién preferimos, a Dios o a nuestra familia.

Marcos 10:29–30

29 Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio,

30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.

Para finalizar, es necesario aclarar que Dios también se manifiesta a través de las señales, pero estos son medios que Dios utiliza para manifestar su gloria a los incrédulos o beneficiar a la iglesia, y estas están sujetas al evangelio y la Palabra de Dios. Manifestadas por cristianos que dan frutos dignos de arrepentimiento.

Marcos 16:17 “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas.”

Somos exhortados a:

1) renunciar cada día a nuestra vida pasada y eliminar lo que pueda hacernos volver.

2) pesar las profecías, sueños y señales bajo la enseñanza de la Palabra de Dios,

3) y a poner en primer lugar a Dios por sobre todas las cosas.