El privilegio de orar al Padre

Introducción

Se dice a menudo que la oración es la fuerza más poderosa del universo. Y no es una exageración.

La oración no pone en juego alguna fuerza del hombre o de la naturaleza. La oración pone en juego la riqueza y el poder inconmensurable del Dios Todopoderoso.

La Biblia nos dice que nos dirijamos a Él como “Padre”, no sólo como “Dios”, “Rey soberano”, “Santo” o “Juez”. Aunque debemos conocerlo en todos los aspectos, el Señor quiere que nos acercarnos a Él de manera transparente en todo, incluyendo nuestras necesidades, debilidades y fracasos.

El privilegio de la intimidad.

Nuevo Diccionario de la Biblia PADRE

El Señor Jesús, al orar, se dirigía a Dios diciéndole: P., que en arameo es •Abba

El Antiguo Testamento contiene apenas quince referencias a Dios como “Padre”, y éstas se refieren fundamentalmente a Él como el padre del pueblo hebreo; la idea del Señor como un Dios y Padre personal no es evidente sino hasta el Nuevo Testamento.

La palabra “Padre” aparece 245 veces en el Nuevo Testamento, fue la palabra favorita de Jesús para referirse a Dios; la mencionó catorce veces y sólo en el Sermón del monte.

-Dios Padre está interesado en los detalles de tu vida.

-Dios no es Padre de todos.

-Existen dos Padres espirituales en el universo. Juan 8:37, 38

Si usted, ha rechazado al Hijo de Dios, ha negado el sacrificio hecho a su favor en el Calvario, y por más difícil que le resulte aceptarlo, su padre es el diablo.

-La relación con el Padre es intima porque es personal.

El privilegio de la dependencia.

-Cómo Padre omnisciente, conoce cada necesidad de sus hijos.

Para que un niño pueda comprender lo que significa la palabra “padre”, Dios le ha dado un padre terrenal. De ahí el énfasis de que debemos honrar a nuestros padres (incluida la madre). Si nuestros padres fueran perfectos, serían un fiel reflejo de nuestro Padre Celestial.

El privilegio de la adoración.