El Rio de Agua de Muerte
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Introducción
Introducción
Todos sabemos que el agua es esencial para el buen funcionamiento del cuerpo.
Sin agua, moriremos.
La clínica Mayo recomienda que una mujer consuma 12 tazas de agua al día y un hombre 16 tazas de agua al día.
¿Por qué?
El 60% del cuerpo humano es agua.
El agua es necesaria para regular la temperatura, proteger los órganos, producción de sangre, humectar los ojos/nariz/boca, lubricar las articulaciones, etc.
Es por eso que un ser humano no puede sobrevivir más de tres días sin agua. Al cuarto día empezará a decaer por la falta de agua.
Es por eso que debemos cuidar el medio ambiente y sobre todo las fuentes de agua potable - porque dependemos de ella para vivir.
Hoy vamos a ver lo que sucedió en una nación que llevaba siete días sin agua potable/limpia para beber / un pueblo que estuvo al borde del exterminio. Hoy consideraremos:
El Nilo, dios de los Egipcios.
El Nilo, vencido por Dios.
El Faraón prisionero de su duro corazón
I. El Nilo, dios de los Egipcios.
I. El Nilo, dios de los Egipcios.
Moisés y Aarón han regresado del palacio de Faraón quien nuevamente prohibió que Israel pudiera salir de Egipto para adorar a Dios en el desierto.
Pero, como vimos en la ocasión pasada - los planes/voluntad de Dios jamás se verán frustrados. Dios va a cumplir su bendita voluntad, Dios va a liberar a Israel de la esclavitud Egipcia porque así lo ha determinado.
Dios hizo un pacto con Abraham y Dios va a cumplir su promesa de llevar a su pueblo la tierra prometida.
Por tanto, Dios le habla a Moisés para poner en marcha su plan divino mediante el cual va a humillar a Faraón y los egipcios. A partir de Éxodo 7:14 veremos como se desatan sobre Egipto las 10 plagas.
Hoy veremos solo la primera de estas diez plagas.
Estas 10 plagas las podemos ver como los diez golpes que le da Dios a Faraón y a los Egipcios. Es la mano dura de Dios contra el corazón rebelde de Faraón.
Dios va a sacar a su pueblo de la esclavitud mediante la fuerza y herirá a los Egipcios.
Dios habla a Moisés:
Entonces el Señor dijo a Moisés: «El corazón de Faraón es terco. Se niega a dejar ir al pueblo.
»Preséntate a Faraón por la mañana cuando vaya al agua, y ponte a orillas del Nilo para encontrarte con él. Toma en tu mano la vara que se convirtió en serpiente.
Notemos que Dios anticipa lo que estará haciendo el gran Faraón, rey de Egipto.
Faraón ha descendido al Nilo.
No olvidemos que el Nilo era la fuente de agua más importante de Egipto, porque:
Era la fuente de agua para el sistema de irrigación en todo Egipto. Esto era de vital importancia en un país donde llueve un mes al año.
Era importante para el transporte comercial entre el norte y sur de Egipto.
Era importante por los peces que abundaban en el rio y alimentaban a todo Egipto.
Por estas razones el Nilo era un dios para los Egipcios pues representaba vida, alimento, y prosperidad para el reino egipcio.
¿Pero qué está haciendo Faraón a esta hora de la mañana en el Nilo?
Faraón no ha salido a darse un baño ordinario.
Recordemos que Faraón era considerado un dios para los Egipcios.
Pues lo que estamos viendo es al dios Faraón descender al Nilo (a su dios) para darse un baño ritual mediante el cual se empoderaba, era bendecido, por todo lo que el Nilo ofrecía.
El dios Faraón ha descendido a llenarse del poder del dios Nilo - muy similar a lo que hacen los hindús en la India cuando descienden al rio Ganges a bañarse.
Faraón sabe que mientras tenga al Nilo nada mal podía pasarle a su reino. Él y su reino, como dioses, habrían de cuidar la prosperidad de su pueblo y mantener a los hebreos esclavizados.
II. El Nilo, vencido por Dios.
II. El Nilo, vencido por Dios.
Es aquí donde Dios va a mostrar su gloria y poder.
Moisés y Aarón han salido a encontrar a Faraón a las “orillas del Nilo” tal como Dios lo ha ordenado.
»Y dile: “El Señor, el Dios de los hebreos, me ha enviado a ti, diciendo: ‘Deja ir a Mi pueblo para que me sirva en el desierto. Pero hasta ahora no has escuchado’.
”Así dice el Señor: ‘En esto conocerás que Yo soy el Señor: Yo golpearé con la vara que está en mi mano las aguas que están en el Nilo, y se convertirán en sangre.
’Los peces que hay en el Nilo morirán, y el río se corromperá y los egipcios tendrán asco de beber el agua del Nilo’ ”».
Dios nuevamente reitera su orden a Faraón, a través de Moisés y Aarón, y confronta a Faraón por haber desobedecido al mandato divino del “Dios de los hebreos”.
Es interesante que se utiliza nuevamente este término que se usó en Éxodo 3:18.
»Ellos escucharán tu voz. Entonces tú irás con los ancianos de Israel al rey de Egipto, y le dirán: “El Señor, el Dios de los hebreos, nos ha salido al encuentro. Ahora pues, permite que vayamos tres días de camino al desierto para ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios”.
Dios le recuerda que su pueblo no está solo.
El Dios que ha mostrado su poder y gloria (al transformar la vara de Aarón en serpiente y devorar las varas de los magos egipcios) es el Dios del pueblo esclavizado.
Notemos la orden divina: La vara golpeará las aguas del Nilo y se convertirán en sangre.
Algunos podrían tomar esta frase “se convertirá en sangre” como una descripción literal de lo que ocurrió.
Personalmente no creo que el agua se convirtió en sangre literal, como la sangre que fluye en nuestro cuerpo.
Creo que esta frase es similar a lo que leemos en Joel 2:31.
»El sol se convertirá en tinieblas,
Y la luna en sangre,
Antes que venga el día del Señor, grande y terrible.
Al final de los tiempos, antes de la batalla final “la luna” se convertirá en sangre.
Esto significa que se volverá roja como la sangre.
Así que lo que creo que sucedió es que el agua se volvió roja como la sangre.
De hecho este es un fenómeno que se ve en ocasiones en el Nilo. Cuando la nieve sobre las montañas del sur (Etiopía) se derriten, comienzan a deslavar las tierras rojizas de Etiopía.
Estas aguas desembocan en el rio Nilo y comienzan a concentrarse de tal manera que el rio se vuelve rojo (como la sangre).
Algunos dirán que entonces lo que sucede aquí no fue un milagro porque tiene una explicación natural.
El problema es que no han leído con detenimiento el texto bíblico.
”Así dice el Señor: ‘En esto conocerás que Yo soy el Señor: Yo golpearé con la vara que está en mi mano las aguas que están en el Nilo, y se convertirán en sangre.
’Los peces que hay en el Nilo morirán, y el río se corromperá y los egipcios tendrán asco de beber el agua del Nilo’ ”».
El Señor dijo también a Moisés: «Dile a Aarón: “Toma tu vara y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos, sobre sus estanques, y sobre todos sus depósitos de agua, para que se conviertan en sangre. Habrá sangre por toda la tierra de Egipto, tanto en las vasijas de madera como en las de piedra”».
La Biblia nos dice que en un instante las aguas de Egipto, de sus ríos/arroyos/estanques/depósitos de agua - todo se convirtió en sangre.
Toda el agua potable de Egipto fue afectada.
Toda el agua se volvió rojiza coo la sangre.
Pero esto no fue todo. Dios declaró que tan severo iba a ser este golpe que “los peces que hay en el Nilo morirán, y el río se corromperá y los egipcios tendrán asco de beber el agua del Nilo”.
Fue un golpe fuerte al corazón de la economía Egipcia.
Fue un golpe fuerte a la alimentación de los egipcios.
Fue un golpe fuerte a la sobrevivencia de los egipcios pues no había agua potable en todo el país.
Fue un milagro porque la corrupción del agua ocurrió en un instante por la orden del Dios de los hebreos.
Vemos una descripción de la desesperación de los egipcios en Éxodo 7:24.
Todos los egipcios cavaron en los alrededores del Nilo en busca de agua para beber, porque no podían beber de las aguas del Nilo.
Aquí vemos a los egipcios cavando pozos buscando agua potable.
Están usando la arena como una especie de filtro para no morir de sed.
En el versículo 25 se nos dice que este golpe duró siete días. Estaban los egipcios al borde de la extinción.
En este acto tan sencillo, tan simple, pero tan fuerte - vemos el gran poder de Dios.
Vemos que Dios ha ejercido su dominio sobre el Nilo, a quien los egipcios consideraban uno de sus dioses.
Dios ha hecho que toda el agua del reino se contaminara.
¿Qué clase de Dios es el Dios de los hebreos que en un instante ha mostrado su poder de una manera tan impresionante?
¿Qué clase de Dios es este que está humillando a Faraón y a los egipcios de tal manera para liberar a su pueblo de la esclavitud?
¡Es el Dios de Abraham, de Isaac, y Jacob, que está cumpliendo su promesa a su pueblo!
III. El Faraón prisionero de su duro corazón
III. El Faraón prisionero de su duro corazón
¿Pero qué hace Faraón? ¿Cómo va a responder Faraón?
Podríamos imaginar que Faraón va a poner como prioridad la sobrevivencia de su pueblo.
Tal vez Faraón va a confesar que no hay Dios sino el dios de los hebreos.
Tal vez Faraón va a reconocer que su dios, el Nilo, no es ningún Dios puesto que Dios ha contaminado sus aguas.
El Nilo no es más que un rio cuyas aguas solo han traído muerte a los peces y están matando de sed a su reino.
El Nilo no es más que una fuente de agua - pero no es Dios.
Él único Dios verdadero es el Dios que acaba de golpear a Egipto con aguas de sangre.
En lugar de humillarse, nuevamente manda traer a sus magos:
Pero los magos de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos. El corazón de Faraón se endureció y no los escuchó, tal como el Señor había dicho.
Los magos han podido reproducir el acto de contaminar las aguas.
Ellos tuvieron acceso a un poco de agua que no había sido afectada.
¡Pero, vean lo ironía de esta escena!
No iba a ser difícil contaminar el agua.
Pudieron haber tomado una hoya la cual cubrieron con colorante por dentro.
Al poner el agua dentro de la hoya iba a tomar el color.
¿Qué lograron los magos egipcios?
¡Nada! Lo único que lograron es empeorar las cosas.
Ahora el agua limpia que ellos habían encontrado estaba igual de contaminada como el resto del agua de Egipto.
Ahora, ni esa agua podría beberse.
¿Cómo es que los magos realmente hubieran mostrado su poder?
Ellos hubieran podido mostrar su gran poder al limpiar las aguas contaminadas, no empeorar la situación y contaminarla más.
Vemos pues que los magos no pueden hacer nada contra el golpe con el cual Dios ha herido a los egipcios.
Los magos quieran o no han sido vencidos por el Dios de los hebreos.
Así que tenemos ante nosotros una escena realmente triste/despesperante:
Los magos han sido vencidos por el poder del Dios de los hebreos.
El pueblo está cavando en la arena para tratar de filtrar el agua y no morir de sed.
Los peces que alimentan a los Egipcios han muerto.
Egipto está al borde de la ruina y desesperación...
…pero, veamos la reacción de Faraón:
Entonces se volvió Faraón y entró en su casa, sin hacer caso tampoco de esto.
Veamos como Faraón es completamente indiferente ante el sufrimiento de su pueblo.
A Faraón no le importa su pueblo.
Faraón está mirando la situación tan miserable que están atravesando y con total indiferencia entra su gran palacio.
Es una verdadera lástima ver el corazón de una persona que no quiere humillarse ante el Dios verdadero.
No le importa el sufrimiento de su pueblo.
No le importa que tiene en su mano el poder de aliviar el dolor de todos.
Prefiere endurecer su corazón y se convierte en prisionero de su orgullo.
Faraón, aunque es la autoridad máxima de Egipto, es preso de su duro corazón.
Está tan preso, tan cautivo, que no puede hacer nada para aliviar el sufrimiento de su pueblo.
Si somos sinceros podemos entender porque.
Si Faraón se humilla y obedece a la orden de Dios estará diciendo:
Yo no soy Dios.
El Nilo no es Dios.
Soy un impostor y me hecho pasar por Dios, pero todo ha sido una mentira.
El único y verdadero Dios es el Dios de los hebreos. Él es el único digno de adoración.
Pero, el hombre no quiere humillarse ante el Dios de la gloria.
El hombre prefiere la amenaza de la muerte, del castigo, del dolor, prefiere la muerte, que humillarse ante Dios.
Es como la madre que le dice a su hijo que ha sido un borracho toda su vida: prefiero que hayas seguido siendo mujeriego, borracho, mal hablado, que haberte convertido en cristiano. Prefiero que hayas mantenido tu vida pasada, en lugar que ahora me vengas con tu Biblia y tu Dios.
Conclusión
Conclusión
Oh hermanos, hay un dato que no debemos pasar por alto.
Este dato es muy importante:
Todos los egipcios cavaron en los alrededores del Nilo en busca de agua para beber, porque no podían beber de las aguas del Nilo.
¿Quienes cavaron entre la arena alrededor del Nilo?
¿Quienes estaban desesperados por no tener agua limpia?
La Biblia es completamente clara…fueron los egipcios.
¿Y los Israelitas?
Estoy seguro que Moisés quiere nosotros lleguemos a la conclusión que mientras el pueblo de Egipto estaba sufriendo con las aguas sangrientas…el pueblo de Israel tenía acceso a corrientes de agua limpia, agua de vida, agua que sacia la sed.
Y esto mismo es promesa de Dios.
Mientras que el hombre que se rebela ante Dios ve muerte a su alrededor, ve tristeza, ve desesperación, ve un callejón sin salida, ve un túnel sin luz,…el pueblo de Dios tiene esta promesa:
Jesús le respondió: «Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed,
pero el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que Yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna».
En el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz: «Si alguien tiene sed, que venga a Mí y beba.
»El que cree en Mí, como ha dicho la Escritura: “De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva”».
Si usted quiere beber de esta agua de vida, lo único que necesita hacer es venir a Jesús y clamarle con todo su corazón diciendo: Dame de beber!