Identidad #1
23 Gritaré de alegría y cantaré tus alabanzas,
porque me redimiste.
24 Todo el día
hablaré de tus justas acciones,
porque todos los que trataron de hacerme daño
fueron humillados y avergonzados.
15 Pero Jesús le dijo:
—Así debe hacerse, porque tenemos que cumplir con todo lo que Dios exige.
Entonces Juan aceptó bautizarlo.
16 Después del bautismo, mientras Jesús salía del agua, los cielos se abrieron y vio al Espíritu de Dios que descendía sobre él como una paloma. 17 Y una voz dijo desde el cielo: «Este es mi Hijo amado, quien me da un gran gozo».
1 Mientras caminaba, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento.
2 —Rabí, ¿por qué nació ciego este hombre? —le preguntaron sus discípulos—. ¿Fue por sus propios pecados o por los de sus padres?
3 —No fue por sus pecados ni tampoco por los de sus padres —contestó Jesús—, nació ciego para que todos vieran el poder de Dios en él.
1 El SEÑOR le dio otro mensaje a Jeremías: 2 «Baja al taller del alfarero y allí te hablaré». 3 Así que hice lo que me dijo y encontré al alfarero trabajando en el torno; 4 pero la vasija que estaba formando no resultó como él esperaba, así que la aplastó y comenzó de nuevo.
5 Después el SEÑOR me dio este mensaje: 6 «¡Oh, Israel! ¿No puedo hacer contigo lo mismo que hizo el alfarero con el barro? De la misma manera que el barro está en manos del alfarero, así estás en mis manos.
4 Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto 5 que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es sólo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)