Comunicando Tu Fe con Razonamiento, Hch. 28:23
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Handout
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Introducción
Introducción
Imagina la siguiente situación:
Tu familia se reúne para comer en la Semana Santa de costumbre. No todos tus familiares son cristianos , pero saben que tú sí. Pero la relación con ellos siempre ha sido buena.
Al entrar al comedor, oyes a tu tío hablar, y dice: “He estado leyendo y, si bien es cierto que Jesús era un buen maestro moral, es imposible que fuera Dios. Todo lo que se dice de su muerte y resurrección lo inventaron siglos más tarde los líderes corruptos de la Iglesia, que buscaban poder y dinero. Es todo una leyenda; no es histórico. Por eso se le llama fe”.
La persona con quien tu tío estaba hablando se gira y te pregunta: “¿Es así? ¿La resurrección no es más que una leyenda?”
¿Cómo responderías?
— Tomado de Jesús Entre Otros dioses Seculares (JEOdS) por Vitale y Zacharías, 16.
La fe misma llega a ser confundido por un salto irrazonable al gran vacío.
Compara las siguientes dos definiciones de fe:
“La fe es una creencia que no se basa en la evidencia, así que es el mayor vicio de las religiones”. — Richard Dawkins
“La fe no es un salto en la oscuridad; es exactamente lo contrario. Es un compromiso basado en la evidencia… Es irracional reducir toda fe a una fe ciega y luego someterla al ridículo. Eso proporciona una forma muy anti intelectual y conveniente de evitar una discusión inteligente”.”. — John Lennox
Hoy en nuestro estudio nos prepararemos para una “defensa de nuestra esperanza” al ver dos aspectos básicos de la argumentación apropiada para compartir el evangelio.
El Argumento y el Evangelio
El Argumento y el Evangelio
La argumentación no es visto de buena manera en nuestra cultura, e incluso podríamos citar 2 Tim. 2:24:
2 Timoteo 2:24 (RVR60)
Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido;
Sin embargo, la argumentación no tiene por qué ser emocionalmente cargada, como en una discusión, ni tiene que ser ausente de nuestra conversación con un incrédulo.
La definición de argumento es “un razonamiento que demuestra, refuta, o justifica algo”.
Si continuamos leyendo 2 Tim. 2:25-26 , nos muestra la necesidad de humildemente corregir a los que se oponen con la meta de comunicarles la verdad que los salvará.
2 Timoteo 2:25–26 (RVR60)
que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.
Se argumenta frecuente y acertadamente que no se puede convertir a nadie mediante argumentos.
“La Escritura es muy clara en cuanto a que el nuevo nacimiento, la vida eterna, el perdón de los pecados y la adopción en la familia de Dios son actos de Dios, no de los humanos. En el proceso de la conversión, la persona para de muerte espiritual a vida, y no hay argumento humano que sea capaz de lograr tal hazaña; es una obra sobrenatural de Dios. Con todo, la argumentación es importante para quitar las barreras intelectuales en el camino a la fe en Cristo. — JEOdS, 23.
El Argumento de los Primeros Cristianos
El Argumento de los Primeros Cristianos
¿Cómo proclamaba el evangelio Pedro en Hechos 2:40? Les exhortaba insistentemente.
Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
¿Cómo lo proclamaban los primeros cristianos en Hechos 5:42? Enseñando y anunciando la buenas nuevas en el templo y casa en casa.
Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.
¿Cómo proclamaba Pablo a los judíos en Hechos 9:29? Les hablaba con denuedo y discutía (disputa/debate).
y hablaba denodadamente en el nombre del Señor, y disputaba con los griegos; pero éstos procuraban matarle.
¿Cómo trataba con ellos en Hechos 28:23? Les declaraba y testificaba, persuadiendo por la ley y los profetas acerca de Jesús.
Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas.
¿Cómo recibieron el evangelio los Tesalonicenses en Hechos 17:11? Examinaban las Escrituras para confirmar lo dicho por Pablo.
Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.
¿Cuáles actitudes demuestra Pablo al testificar ante el gobernador en Hechos 24:10-27? Demuestra mansedumbre, amabilidad, sin crear conflicto, simplemente presentando el evangelio.
Habiéndole hecho señal el gobernador a Pablo para que hablase, éste respondió: Porque sé que desde hace muchos años eres juez de esta nación, con buen ánimo haré mi defensa. Como tú puedes cerciorarte, no hace más de doce días que subí a adorar a Jerusalén; y no me hallaron disputando con ninguno, ni amotinando a la multitud; ni en el templo, ni en las sinagogas ni en la ciudad; ni te pueden probar las cosas de que ahora me acusan. Pero esto te confieso, que según el Camino que ellos llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas; teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos. Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres. Pero pasados algunos años, vine a hacer limosnas a mi nación y presentar ofrendas. Estaba en ello, cuando unos judíos de Asia me hallaron purificado en el templo, no con multitud ni con alboroto. Ellos debieran comparecer ante ti y acusarme, si contra mí tienen algo. O digan éstos mismos si hallaron en mí alguna cosa mal hecha, cuando comparecí ante el concilio, a no ser que estando entre ellos prorrumpí en alta voz: Acerca de la resurrección de los muertos soy juzgado hoy por vosotros. Entonces Félix, oídas estas cosas, estando bien informado de este Camino, les aplazó, diciendo: Cuando descendiere el tribuno Lisias, acabaré de conocer de vuestro asunto. Y mandó al centurión que se custodiase a Pablo, pero que se le concediese alguna libertad, y que no impidiese a ninguno de los suyos servirle o venir a él. Algunos días después, viniendo Félix con Drusila su mujer, que era judía, llamó a Pablo, y le oyó acerca de la fe en Jesucristo. Pero al disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix se espantó, y dijo: Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré. Esperaba también con esto, que Pablo le diera dinero para que le soltase; por lo cual muchas veces lo hacía venir y hablaba con él. Pero al cabo de dos años recibió Félix por sucesor a Porcio Festo; y queriendo Félix congraciarse con los judíos, dejó preso a Pablo.
Pablo usa el término procuro en el vs: 16, lo cual significa “Esmerar, esforzarse, ejercitar por entrenamiento o disciplina”. ¿Qué debemos procurar como Pablo? Tener una conciencia limpia ante Dios y los hombres.
De acuerdo a Hechos 20:26-27, ¿Qué significaba tener una conciencia limpia para Pablo? Anunciar todo el consejo de Dios ante toda oportunidad.
Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.
En Hechos 26, Pablo comparte su testimonio con el Rey Agripa, y aún ante burla del gobernador Festo, ¿con que habla actitudes habla Pablo? (Hch. 26:25-26) Habla con verdad, cordura, y confianza.
Hechos de los Apóstoles 26:25–26 (RVR60)
Mas él dijo: No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura. Pues el rey sabe estas cosas, delante de quien también hablo con toda confianza. Porque no pienso que ignora nada de esto; pues no se ha hecho esto en algún rincón.
Lee 1 Corintios 9:16-23. ¿Que revela de la importancia de compartir el Evangelio? Sea que lo presente de buena o de mala gana, Pablo ve la necesidad de proclamarlo. Por lo tanto, busca conectarse con todo tipo de persona con la meta de ganarles para Cristo.
Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio! Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada. ¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio. Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número. Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley. Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos. Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él.
¿Puedes decir lo mismo que Pablo en los versículos anteriores?
Conclusión- Regresando a la situación original:
Conclusión- Regresando a la situación original:
No hubo suficiente tiempo entre los eventos de la resurrección y la enseñanza de la doctrina para que se desarrollara una leyenda en la región.
El NT contiene credos antiguos que ya existían antes de que este se conformara. — JEOdS, 25.
En 1 Corintios 15:3-8, Pablo recita uno de estos credos que él había aprendido antes de haber visitado a los Corintios en Hechos 18:1, o no podría haberselos transmitido a los receptores de la epístola.
Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.
Después de estas cosas, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto.
Muy probablemente de los apóstoles orginales (Pedro y Jacobo) que el visitó en Jerusalén a poco tiempo de su conversión (Gál. 1:18-19).
Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días; pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor.
Dónde la palabra traducida es “ver” en el vs: 18, el término griego es historeo, que significa “obtener información histórica”.
Si la conversión de Pablo fue entre el 31-33 d.C., como varios expertos bíblicos confirman, el credo debe ser más antiguo.
“Podemos concluir que la resurrección de Jesús no es una crwación legendaria; la mitología tarda varias generaciones en desarrollarse. El credo que se registra en 1 Corintios 15:3-8 se generó a lo sumo unos pocos años después de la crucifixión de Jesús; no había modo que se adeantraran en ella elementos mitológicos. El espacio de tiempo entre los sucesos y la formulación del credo fue demasiado corto como para que se diera tal corrupción. Así pues, lo que Pablo expuso a los corintios refleja las creencias de los cristanos de la época [Los primeros cristianos en la iglesia primitiva]. Los cimientos históricos de la fe cristiana son sólidos. — JEOdS, 25.