Sucesos de Semana Santa II

Los padecimientos

Introducción:

Estamos en nuestra serie de sermones: Sucesos de Semana Santa. El domingo pasado vimos las tres predicciones que Jesús hizo de los sucesos que ocurrirían en la última semana de su ministerio terrenal.

La primera de esas predicciones se encuentra en,

Mateo 16:21 (RVR60)

21 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.

Todos los sucesos que ocurrirían en semana santa se resumen en tres eventos puntuales: Sus padecimientos, su muerte y su resurrección.

Hoy nos toca hablar del primer evento, sus padecimientos.

La expresión padecer mucho, no deja lugar a dudas de la clase de sufrimiento o dolor, de la cantidad de los padecimientos de Cristo y de los causantes de ese sufrimiento.

Jesús se lleno de tristeza hasta la muerte, le escupieron el rostro, le dieron bofetadas y puñetazos, lo mantuvieron atado, lo desnudaron, pusieron sobre su cabeza una corona de espinas, le escarnecieron, le golpearon la cabeza, le obligaron a cargar su cruz y estando en la cruz siguieron burlándose de él. Padeció en manos de las autoridades judías, las autoridades y soldados romanos, la multitud y aún de sus propios discípulos.

Esta es la lista de sufrimientos que saque de San Mateo, pero cada evangelista relata de manera diferente sus padecimientos, agregando detalles a los mismos.

La dimensión de un suceso no solo se mide por el hecho mismo sino también por el impacto que causa en los que son sus testigos. Y en el caso de Jesús, podemos medir sus padecimientos no solo por lo que los evangelistas relataron sino también por el impacto que produjo ver tales sufrimientos en la vida de los discípulos.

Podemos ver el impacto que produjeron sus padecimientos en lo siguiente:

Los padecimientos de Cristo se convirtieron en una parte muy importante de la predicación de los discípulos.

Pedro en su primer mensaje no paso por alto tales padecimientos, presentándose como testigo de ellos dijo:

Hechos de los Apóstoles 2:23–24 RVR60

23 a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; 24 al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.

y Pablo predicando en Tesalónica declaró y expuso sobre la necesidad de sus padecimientos.

Hechos de los Apóstoles 17:3 RVR60

3 declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo.

Esta clase de predicación llevó a muchos de sus oyentes a tomar la decisión de creer en Jesús y convertirse en sus seguidores.

Los padecimientos de Cristo fueron importantes para darle forma a la doctrina cristiana.

¿Que doctrinas?

La doctrina de la salvación

1 Pedro 3:18 RVR60

18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;

La doctrina de la justificación

Hebreos 9:26 RVR60

26 De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.

La doctrina de la santificación

Hebreos 13:12 RVR60

12 Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta.

1 Pedro 4:1 RVR60

1 Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado,

La doctrina de la glorificación

Romanos 8:17 RVR60

17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

Hebreos 2:9 RVR60

9 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.

Los padecimientos de Cristo sirvieron para darle forma al estilo de vida cristiano.

La muerte de Jesús y su padecimientos son un ejemplo y la realización perfecta de lo que el busco enseñar a lo largo de su vida, así el fue ejemplo de amor, entrega, sacrificio, compromiso aun en sus padecimientos. por esto,

Somos llamados a padecer por causa de Cristo

Filipenses 1:29 RVR60

29 Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él,

Somos llamados a confiar en el que padeció siendo tentado.

Hebreos 2:18 RVR60

18 Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.

Cristología Capítulo 3: Persona y naturalezas

Cristo es también, a través del recuerdo de la debilidad y el sufrimiento que padeció en su vida humana, un sumo sacerdote misericordioso y compasivo (Heb 4:15).

Somos llamados a aprender obediencia en el padecimiento,

Porque esta es una forma de autenticar nuestra fe.

Hebreos 5:8 RVR60

8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;

1 Pedro 2:21 RVR60

21 Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;

Conclusiones:

El himno de la vida cristiana: Mi vida di por ti, es un resumen de esos padecimientos de Cristo que hemos estado hablando, cada una de sus estrofas cierra con una pregunta.

¿Y tu que das por mi?

2. ¿Que dejas tu por mí?

3. ¿Que sufres tu por mí?

4. ¿Que ofreces tú por mí?

Porque al reflexionar sobre los padecimientos de Cristo no solo debe quedar un sentimiento de lastima por lo que paso, sino que debe causar un impacto en nuestras vidas que nos lleve a;

Proclamar la salvación por medio de la fe en aquel que padeció mucho para darnos perdón de pecados.

Fundamentar nuestras convicciones en la enseñanza basada en la obra redentora de Cristo lograda a través de sus sufrimientos y muerte

Vivir una vida cristiana siguiendo el ejemplo de quien en medio de los padecimientos mantuvo firme su vocación y nos mostró como mostrar amor aun medio del dolor.