¿Y ahora qué?
Escuela de Liderazgo • Sermon • Submitted
0 ratings
· 77 viewsLos primeros pasos en la vida cristiana
Notes
Transcript
¿Y ahora qué?
¿Y ahora qué?
Introducción
Introducción
Iniciamos esta escuela de liderazgo porque reconocemos que como iglesia estamos llamados a proclamar el evangelio (Marcos 16:15 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” )
Cada uno de nosotros como miembros del cuerpo de Cristo de la familia de Dios tenemos la responsabilidad de ocuparnos en la obra de Dios, no es posible vivir una vida cristiana victoriosa sin servir.
La clave para perseverar en el servicio a Dios es el compromiso.
Dios no pedirá de nosotros firmar un contrato pues, en primer lugar Él ha declarado que debemos servir: Juan 13:15-16 “Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió.” Por lo tanto, si somos obedientes a Dios y su Palabra le obedeceremos.
Iniciamos con los aspectos básicos del evangelio
La oración
La oración
No podemos llamarnos cristianos si no oramos, orar es comunicarnos con Dios, y lo podemos hacer por medio de Jesucristo.
Es una practica que debemos cultivar cada día: Efesios 6:18 “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;”
Oramos al Padre en el Nombre de Jesús: Juan 14:13 “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.”
Cómo debemos orar:
Mateo 6:9–13
9 Vosotros, pues, oraréis así:
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. (Alabanza y exaltación a Dios)
10Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. (Rendición a la voluntad y soberanía de Dios, fue lo que Jesús hizo en el Getsemaní)
11El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. (Peticiones por necesidades personales)
12Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. (Reconocer nuestros pecados y pedir perdón)
13Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; (Fortaleza espiritual)
porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. (Reconocimiento del Señorío de Dios, acción de humildad) Amén.
Debemos orar por la salvación de las almas, por nuestro país, autoridades, familias, por los que predican la palabra, por los que sufren necesidades.
Lectura de la Biblia
Lectura de la Biblia
Dios nos habla a través de su Palabra la Biblia. Este debe ser un hábito importante en el Cristiano. Debe aprender a amar la Palabra .
Satanás está interesa en que vivamos en ignorancia para que no podamos defendernos con la espada del Espíritu.
Salmo 1:1-2 “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.”
No te pierdas las enseñanza de la Palabra de Dios, tampoco dejes leerla:
Hechos 17:10-11 “Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos.Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.”
Congregarse
Congregarse
Otra disciplina que debe fomentar el cristiano es congregarse.
Nos congregamos para dar, servir, adorar, pero también para ser edificados, consolados y fortalecidos.
Hechos 2:41-42 “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.”
Hechos 5:42 “Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.”
Debemos congregarnos para ser alimentados por la Palabra, fortaleciendo nuestras vidas para resistir los ataques del enemigo y prestar servicio.
Conclusión
Conclusión
Cristo ya se comprometió con nosotros entregando su vida para nuestra salvación. ¿Qué más le vamos a pedir? Él ya nos dio todo lo que necesitamos.
Mejor comprometámonos con Él, comencemos una vida disciplinada de oración, lectura de la Palabra de Dios y asistencia a la iglesia.