Culto de domingo de resurreción.
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Las Siete Palabras.
Las Siete Palabras.
I. Llamado a la adoración e introducción al culto de hoy:
I. Llamado a la adoración e introducción al culto de hoy:
1 Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. 2 Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. 3 Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. 4 Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos. 5 Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. 6 No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. 7 E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho. 8 Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, 9 he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron. 10 Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán.
Este domingo de Resurrección estaremos recordando lo que el Señor hizo por nosotros cuando pagó por nuestros pecados en la cruz.
Mientras se desarrolla el culto estaremos meditando en las siete palabras que el Señor dijo cuando estaba en la cruz. Para esto varios hermanos estarán dando lectura a cada una de estas palabras. Por favor meditemos en cada una de ellas y démoste gracias al Señor por su salvación.
Después de esto tendremos la cena del Señor.
En el tiempo de edificación mutua tendremos la libertad para expresar nuestra gratitud por lo que el Señor hizo por nosotros. Le animamos a que participe compartiendo aquello que sea de edificación.
II. Alabanzas y las siete palabras:
II. Alabanzas y las siete palabras:
35 Ante el trono celestial
Primera palabra: David N. “Perdónalos porque no saben lo que hacen” Lucas 23:34
47 Vasijas Rotas
Segunda palabra: Carlos T. “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” Lucas 23:43
53 A los pies de la cruz
Tercera palabra: Nico L. “Mujer: he ahí tu hijo; he ahí tu madre” Juan 19:26-27
14 Contempla a Dios.
Cuarta palabra: Geovanny G. “Eli, Eli ¿lama sabactani?” Mateo 27:46
52 En el Monte Calvario.
Quita Palabra: Xavier L.“Tengo sed” Juan 19:28
31 Me glorío en Jesucristo
Sexta palabra: Frank C. “Consumado es” Juan 19:30
18 Glorioso Intercambio.
Ultima palabra: P. Claudio F.
Cada una de las palabras que nuestros hermanos nos han compartido nos muestra un poco más del Señor Jesús y de lo que él hizo por nosotros.
“Perdónalos porque no saben lo que hacen”
“De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”
“Mujer: he ahí tu hijo; he ahí tu madre”
Ahora me corresponde la última palabra:
“Eli, Eli ¿lama sabactani?”
“Tengo sed”
“Consumado es”
Ahora me corresponde leer la última frase que el Señor dijo cuando agonizaba en la cruz:
“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”
44 Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. 45 Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad. 46 Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró. 47 Cuando el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo. 48 Y toda la multitud de los que estaban presentes en este espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían golpeándose el pecho. 49 Pero todos sus conocidos, y las mujeres que le habían seguido desde Galilea, estaban lejos mirando estas cosas.
Estas palabras revelan, aun en el último momento de su vida, su autoridad.
El demostró su autoridad de muchas maneras: sanando a enfermos, liberando endemoniados, calmando la tempestad y resucitando a los muertos. Cada uno de estos actos demostraba su autoridad como Dios. Pero estas últimas palabras es una de las mas grandiosas demostraciones de su autoridad.
Antes de entender estas palabras recordemos lo que la palabra nos decía acerca de la muerte del Señor:
Salmo 22.17 “17 Contar puedo todos mis huesos; Entre tanto, ellos me miran y me observan.” La Palabra profetizó que ninguno de sus huesos serían rotos. Esto se cumplió, lo vemos en Juan 19.31-33 “31 Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí.32 Vinieron, pues, los soldados, y quebraron las piernas al primero, y asimismo al otro que había sido crucificado con él.33 Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas.” Esto es importante porque significó que los hombres no mataron al Señor.
También el Señor había dicho los siguiente: Juan 10.17-18 “17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.”
Por lo tanto esto nos ayuda a entender que cuando el Señor dijo: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” estaba demostrando la siguiente verdad:
“El murió no porque le hubieran matado si no porque él mismo puso su vida”
Esto nos lleva a comprender dos verdades importantes:
El mismo entregó su vida porque se estaba ofreciendo a sí mismo como un sacrificio por nosotros.
No fueron los hombres los que presentamos a Cristo como sacrificio para nuestra redención, nosotros no lo matamos, fue él mismo el que se ofreció para salvarnos.
Hebreos 9.26 “26 De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.”
También, como él es Dios y está unido al Padre la Palabra declara que fue el mismo Padre el que lo entregó en sacrificio por nosotros:
Isaías 53.10 “10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento....Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.”
Así como él puso su vida, también la volvió a tomar, como acabamos de citarle:
Juan 10.17-18 “17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.”
En razón de que él tiene autoridad sobre la muerte él pudo volver a la vida, y eso celebramos cada domingo que nos reunimos, ¡Que él está vivo!Y porque tiene toda autoridad y vive es que puede salvar perpetuamente a todos los que confiamos en él.
III. Cena del Señor
III. Cena del Señor
Leamos todos juntos:
23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. 25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. 26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
Repartición de los elementos:
Alabanza 51 Sublime gracia.
A. Oración y participación del pan.
B. Oración y participación del vino.
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Hno David Nuñez.
IV. Ofrendas.
IV. Ofrendas.
Generosidad, el verdadero ayuno, Isaías 58.6-7 “6 ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? 7 ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?”
Oración por las ofrendas:
Alabanza: 08 Salmo 100.
V. Tiempo de edificación mutua:
V. Tiempo de edificación mutua:
A. Preguntas:
¿Cuál de las siete palabras le llamó más la atención?
¿Qué quizo decir el Señor cuando dijo “consumado es”? (Juan 19.30)
¿Qué significado tiene la muerte del Señor para usted?
B. Tiempo de compartir:
Palabras de gratitud por la Salvación del Señor.
Que los hermanos compartan aquello que sea de edificación. Algo que el Señor les haya enseñado en la semana, alguna palabra de gratitud, alguna canción que le gustaría cantar, etc.
C. Versículo para memorizar para esta semana:
El desafío para este semana es aprenderse esta siete palabras. Vamos a repasarlas:
“Perdónalos porque no saben lo que hacen”
“De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”
“Mujer: he ahí tu hijo; he ahí tu madre”
“Eli, Eli ¿lama sabactani?, Dios mío, Dios mío, ¿Porqué me has desamparado?
“Tengo sed”
“Consumado es”
“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”
En el grupo de WhatsApp se publicará estas siete palabras para que usted se las pueda aprender.
D. Tiempo de oración comunitaria:
Divida en grupos para orar, pueden ser grupos de dos, de tres o de cuatro.
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P. Claudio
VI. Anuncios finales:
VI. Anuncios finales:
Reunión con los colaboradores de Macasto y Constantino.
VII. Bendición final.
VII. Bendición final.
2 Corintios 13:14 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.
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Después de la reunión:
Reunión colaboradores Macasto y Constantino:
Organizarse para dar las clases sin nosotros y cuando nosotros estemos dar la clase, mi esposa a los niños y yo a los adultos: