El Juicio ante Dios por la humanidad.

Muerte y resurrección  •  Sermon  •  Submitted
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Bienvenidos sean todos ustedes, a la iglesia bíblica Hesed, en este lugar nos reunimos de todo tipo de personas, porque creemos que lo importante es lo que Dios ha hecho por nosotros, y nos reunimos en respuesta de amor por ello.
Nos llena de gozo que vengas y con nosotros conmemores el significado del un hecho Bíblico e Histórico.
Hoy, queremos no solo cantar para reflexionar, sino también para expresar lo que sentimos de lo que sabemos.
En nuestro programa de hoy tendremos: La reflexión dos cantos, La reflexión dos cantos, y antes de repetir un último canto participaremos del significado de la última cena de Jesús.
Oración. Hablemos con Dios y pidamos que en este tiempo podamos conocer más de Él.
INTRODUCCIÓN: Ya hemos hablado y mencionado que no habían encontrado en Jesús ninguna culpa, pero ellos querían matarlo; y le llevaron a la muerte más dolorosa y vergonzosa, No olvides que ellos eran muy religiosos; dice: Juan 19.31 “Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí.”
Antes de que viniera la tarde del Shabat (su reunión de viernes por la tarde y sábado hasta medio día), porque ellos buscaban a Dios y más si era para la fiesta donde recordaban que Dios los sacó de Egipto, eran asesinos, pero religiosos.
Desde al A.T. se hablaba de Jesús.
Isaías 53:1–3 RVR60
¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.

Jesucristo es nuestro intermediario.

Isaías 53:4–12 NTV
Sin embargo, fueron nuestras debilidades las que él cargó; fueron nuestros dolores los que lo agobiaron. Y pensamos que sus dificultades eran un castigo de Dios; ¡un castigo por sus propios pecados! Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados. Fue golpeado para que nosotros estuvieramos en paz, fue azotado para que pudiéramos ser sanados. Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas; hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros. Sin embargo, el Señor puso sobre él los pecados de todos nosotros. Fue oprimido y tratado con crueldad, sin embargo no dijo ni una sola palabra. Como cordero fue llevado al matadero. Y como oveja en silencio ante sus trasquiladores, no abrió su boca. Al ser condenado injustamente, se lo llevaron. A nadie le importó que muriera sin descendientes; ni que le quitaran la vida a mitad de camino. Pero lo hirieron de muerte por la rebelión de mi pueblo. Él no había hecho nada malo, y jamás había engañado a nadie. Pero fue enterrado como un criminal; fue puesto en la tumba de un hombre rico. Formaba parte del buen plan del Señor aplastarlo y causarle dolor. Sin embargo, cuando su vida sea entregada en ofrenda por el pecado, tendrá muchos descendientes. Disfrutará de una larga vida, y en sus manos el buen plan del Señor prosperará. Cuando vea todo lo que se logró mediante su angustia, quedará satisfecho. Y a causa de lo que sufrió mi siervo justo hará posible que muchos sean contados entre los justos, porque él cargará con todos los pecados de ellos. Yo le rendiré los honores de un soldado victorioso, porque se expuso a la muerte. Fue contado entre los rebeldes. Cargó con los pecados de muchos e intercedió por los transgresores.
Dios ya había hablado y dejado por Escrito lo que sucedería un viernes como este.
El juicio de Dios contra Jesús fue por lo que nosotros somos y por el mal que hacemos.
Débiles porque no podemos hacer las cosas de Dios, se nos pide congregarnos y fallamos, cuantas veces hemos caído en el mismo pecado de amargura, somos tan débiles que echamos la culpa a los demás.
Fueron nuestros dolores lo que agobiaron a Jesús, estamos extraviados- perdidos.
Duele cuando un hijo se va de casa, o es necio y no quiere dejar algún vicio, Jesús entiende nuestro dolor.
Es como la mujer que siente que tiene que hacer la labor de un padre y madre, por que la han abandonado o se siente abandonada. Jesús sabe muy bien lo que estás pasando.
Es como el hombre que no quiere profundizar en amistades, porque muchos le han fallado. Todo eso sufrío Jesús.
Para que no estemos extraviados. Juan 3.16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Nosotros nos hemos desviado, nos hemos rebelado y nosotros somos malos.
No tomamos en cuenta el camino de Dios, nos vamos por nuestro propio camino, el camino del religioso es aquel que cree es suficientemente bueno por lo que hace que no tiene que arrepentirse de lo malo. O el camino de decir: Ni es cierto, no pasa nada, es más Dios te ama tal y como eres.
Nos rebelamos. Dios nos dice: blanco y nosotros amarillo, Nos dice: ama y somos selectivos, nos dice: protege y nosotros abandonamos, nos dice: adórame y nosotros adoramos las cosas materiales, nos dice: perdona y nosotros nos rehusamos.
Nosotros somos malos y nos sentimos culpables y pensamos que no hay solución. merecemos pagar por ello.
Por todo ello merecíamos la justa ira de Dios. Merecíamos la muerte.
La ira de Dios debería ser sobre nosotros. Romanos 1.18 “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;” puedes leer que Dios los abandona a sus propias maldades.
Pero la ira de Dios fue sobre Jesús, el murió y fue abandonado por Dios, Mateo 27.46-47 “Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: A Elías llama éste.”
Isaías no nos habla de muchos sufriendo por nosotros, ni pagando nuestra culpa ante Dios, solo nos habla de uno y ese es Jesús.

Jesucristo pagó la condena.

Juan 19:17–20 RVR60
Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota; y allí le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio. Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS. Y muchos de los judíos leyeron este título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y el título estaba escrito en hebreo, en griego y en latín.
Ningún método de ejecución es bonito.
A los sentenciados a muerte no les decían de qué manera quieres que te matemos. Los romanos eran expertos en matar a los culpables y exhibirlos para que los demás no se atrevieran a hacer algo contra el imperio.
La ejecución con el método de la cruz
les ofrecía para los sentenciados, una agonía incomparable y lenta, podían tardar días con el mínimo de aire y con constante dolor. (Los paramédicos dicen cuando llegan ante el accidentado, no te muevas, pero nuestro cuerpo se mueve para distraerse del dolor). Excruciante (portugués): inaguantable, insorpotable, intolereble. EXCRUCIARE, “torturar, atormentar”, formada por EX-, “para fora”, mais CRUCIARE, “submeter à tortura da cruz”, de CRUX, “cruz”.
Esto les ofrecía un espectáculo público y la humillación para los condenados, la gente podía mirarlos ahí desnudos, todas las personas se enteraban de las ejecuciones de este tipo.
El título sobre la cabeza de Jesús hizo que se incomodaran los líderes religiosos, porque aunque se les ponían a veces un título sobre el delito que cometieron, este título daba a entender que JUDÍOS lo habían matado, por eso querían que lo cambiaran. Juan 19.21 “Dijeron a Pilato los principales sacerdotes de los judíos: No escribas: Rey de los judíos; sino, que él dijo: Soy Rey de los judíos.”
Quiero que pongas atención en esto, Jesús no solo sufrió el abandono de sus discípulos, no solo fe golpeado hasta llegar a la cruz, sino que sobre Jesús fue puesta nuestra maldad. Jesús no solo hizo la mitad, no solo pagó la mayoría de lo que nosotros merecíamos, el pagó por completo.
Juan 19:28–30 RVR60
Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed. Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca. Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.
La obra está completa. Ya no hay qué pagar más, ¿crees esto? ¿crees que eres el religioso, el débil, el pecador que merece la justa ira de Dios? Por Jesucristo murió, y aunque parece un derrota, esto no quedó aquí, para que tu y yo no vivamos en una derrota, sino para que tengamos esperanza en medio de nuestras debilidades. Hay esperanza.

Santa Cena

1 Corintios 11:23–26 RVR60
Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
La mesa está preparada para que participemos, pero debemos analizar nuestros corazones, no a la luz de nuestras acciones, sino a la luz de lo que creemos, que Jesús vino a hacer por nosotros. Para que nosotros no viviéramos en pecado y enemistades, y para que no sucumbiéramos ante la muerte, el murió en nuestro lugar, siendo el sacrificio santo, perfecto, inocente y eterno para que nosotros, arrepentidos y confiados en lo que hizo participemos. Si no has confiado, hoy es el día, este es el momento para que creas que Jesús vino y lo que hizo, lo hizo por ti y por mi. CIERRA TUS OJOS Y CONCÉNTRATE EN TU ARREPENTIMIENTO, Y EN JESÚS.
Oremos: Dios en esta noche, tomamos este tiempo porque tu nos has pedido en tu Biblia que tomemos un tiempo especial para recordar lo que creemos que Cristo YA hizo por nosotros. La mesa ha sido preparada, pero no queremos participar de indignamente, por lo que reconocemos delante de ti que te hemos fallado, que somos débiles, qué nos perdemos Señor, pero que tú nos has encontrado, qué tu nos diste de tu cielo a Jesús. Hemos hablado sobre Jesús, pero no queremos solo saber de Jesús queremos llegar a Él por medio de la fe. Creemos que Cristo vino, vivió una vida perfecta, en santidad y en obediencia a ti, CREEMOS qué el pagó en lugar nuestro, y murió en una cruz, y pagó por nuestras maldades, debilidades, rebeliones y fracasos. CREEMOS que Él es el sacrificio perfecto y que Él es suficiente para que nosotros recibamos TU perdón. Ahora ayúdanos a recordar tus Palabras.
1 Corintios 11:23–24 RVR60
Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
Hermano Miguel.
1 Corintios 11:25 RVR60
Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.
Hermano José Luis.
1 Corintios 11:26 RVR60
Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
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