La medicina para el cansancio

Isaías 40:28–31

28 ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. 29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. 30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; 31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Introducción

Uno de los males que afecta a la humanidad, al igual que el dolor, la enfermedad o tristeza es el cansancio.

No solamente el trabajo o la actividad física producen cansancio.

También la preocupación, las penas, la ansiedad, las aflicciones, el estrés, la enfermedad, incluso la ociosidad, pero sobre todo el pecado , y en estos casos el simple descanso físico no es suficientes para traer descanso. Algunas veces nos sentimos cansados incluso cuando nos levantamos de dormir.

Sufrir esto debido a la condición caída de la humanidad, pero no comprenden que la fuente del descanso para el cuerpo y el alma es Cristo.

La necedad del hombre

Los jóvenes se jactan de su fuerza: Proverbios 20:29 “La gloria de los jóvenes es su fuerza, y la hermosura de los ancianos es su vejez.”

Pero Isaías declara que aun los jóvenes, con todo y su fuerza sufren cansancio: Isaías 40::30 “Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;”

Las fuerzas del hombre son limitadas, aun los más fuertes llegan a cansarse. El ser humano en su afán busca alivio para el cansancio fuera de Dios.

A muchos les aterra llegar a vejez, pues esta es sinónimo de cansancio. La sociedad cada vez desprecia a los viejos por su falta de energía, por eso algunos tratan de disimularla con tratamientos, cosméticos, maquillajes, tintes.

Se cuenta que Michael Jackson dormía en una cámara hiperbarica, con el objetivo de mantenerse joven y poder vivir más de 100 años, pero murió a los 52. También lo hace Madona.

Por eso se afanan en alimentarse, vitaminarse e ejercitarse para evitarla, ignorando por completo a Dios.

El problema no está en hacer esto, sino en la confianza que la gente pone en ellos para sentirse jóvenes y con energía, constituyéndose en sus dioses.

Pero aun así no pueden obtener la fuerza que solamente Dios puede dar.

Poder inagotable

El sol es una fuente inagotable de energía, pero un día el sol también perderá su energía y morirá. Obtenemos energía del agua, el petroleo, el viento, pero todo eso perderá su energía y se acabará. Todo lo creado terminará:

Apocalipsis 20:11 “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.”

Pero Dios es una fuente de energía que nunca se acaba: Isaías 40:28 “¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.”

Él es la fuente suprema de energía, e invita a todos que vengan a Él y renueven sus fuerzas.

Condición

El ser humano está dispuesto a pagar grandes sumas de dinero con tal de mantener la energía, pero esta, por mucho que prometa es temporal...

Dios invita al ser humana a venir a Él y renovar sus fuerzas gratuitamente: Isaías 55:1 “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.”

Su condición es confiar en Él, esperar en Él. Dios no quiere que lo tomes como su segunda opción, sino como la principal y única opción.

Isaías 40:31 “pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”

No te afanes ni angusties, aun cuando sientas que no puedes más con esa carga pesada, puedes acudir a Él y esperar pacientemente en Él: Mateo 11:28 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”

Conclusión

Quizá seas joven y confíes en tu fuerza y juventud, pero aun así te sientes cansado, de falsas promesas, de decepciones, de incomprensiones, de injusticias o de desprecios. Puedes venir a renovar tus fuerzas en Dios.

Quizá estés cansado de los problemas, las enfermedades, la carga pesada que te ha tocado en tu familia, trabajo, o cualquier circunstancia. Ven, sumérgete en la fuente de vida que es Cristo Jesús.

No te angusties, no busques descanso y nuevas fuerzas en las cosas de este mundo, ven a los brazos de tu Señor, Él quiere renovar tus fuerzas y darte la energía que necesitas.

El mira tus lágrimas, tu sufrimiento, ríndete a Él.