La resurrección de Jesucristo, es el corazón del Evangelio.

Semana Santa 2022  •  Sermon  •  Submitted
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Tenemos suficientes evidencia para creer que Cristo resucitó de los muertos.

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INTRODUCCIÓN:

El capítulo 15 de 1 Corintios, está dedicado completamente a la doctrina de la resurrección, Pablo nos ofrece la más amplia reflexión sobre la resurrección que encontramos en las Escrituras.
Así como el corazón bombea la sangre que da vida a cada parte del cuerpo, la resurrección da vida a cada área de la verdad del evangelio.
La resurrección es el eje alrededor del cual gira todo el cristianismo y sin la cual todas las demás verdades no podrían sostenerse.
Sin la resurrección, el cristianismo sería solo pensamiento nostálgico, que ocuparía un lugar junto a todas las demás filosofías humanas y especulaciones religiosas.
La resurrección era el punto central de todas las otras verdades enseñadas por nuestro Señor Jesucristo.
Si la resurrección queda eliminada, el poder de dar vida del evangelio es eliminado, como también lo es la deidad de Cristo.
Ahora bien, volviendo al contexto, Pablo ataca un problema doctrinal, este problema no era la incredulidad de los corintios en la resurrección de Cristo, sino en su confusión acerca de su propia resurrección.
Pablo no estaba tratando de convencerlos de que Cristo resucitó de los muertos, sino de que un día ellos también resucitarían con Él para vida eterna.
Entonces en estos primeros 11 versículos Pablo repasa las evidencias de la resurrección de Cristo, evidencia que ellos ya conocían.
Hay cinco evidencia que Pablo enseña a los corintios acerca de la resurrección que todos nosotros debemos también considerar para fortalecer nuestra fe.

I. EL TESTIMONIO DE LA IGLESIA. (v. 1-2 )

1 Corintios 15:1–2 RVR60
1 Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; 2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.
Este primer testimonio está implícito, oculto en esta declaración, ¿Cuál es?, es el hecho de que los cristianos en Corinto, y los demás cristianos en todas partes , habían recibido el evangelio, habían creído en Jesucristo, y sus vidas habían sido transformadas milagrosamente.
Pablo les dice, ese evangelio que cambia al hombre, ese poderoso evangelio proviene de la resurrección de Cristo.
Por eso él los llama hermanos y en el versículo 58, les llama hermanos amados.
Pablo les dice que lo que él les está enseñando, no es nuevo para ellos.
...sino el evangelio que él les había predicado, y que ellos habían recibido.
Además, ellos mismos eran evidencia viva de que esta doctrina de la resurrección es verdadera, porque lo que él les había predicado, era el evangelio de la resurrección de Cristo Jesús, que ellos habían [recibido], en el cual les asegura que ahora [perseveran] y por el cual [son] salvos y que los libera del poder del pecado y de la condenación.
Y también les dice
Si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.
Los que eran verdaderamente salvos, debían retener la enseñanza.
Y no les está hablando aquí de la perdida de la salvación como algunos interpretan, sin que les da una advertencia en contra de una fe no salvadora.
En otras palabras, Pablo les dice:
“… si retenéis la palabra que os he predicado, a menos que vuestra fe sea sin valor o a menos que creísteis en vano”
Pablo entonces les enseña que los corintios que se aferraran a lo que él les había predicado mostraban el resultado de su genuina salvación y una evidencia de la misma, así como su salvación y nueva vida eran una evidencia del poder de la resurrección de Cristo.
Hermanos, al igual que los corintios el testimonio del evangelio en nuestras vidas, es la mejor evidencia de que Jesucristo resucitó.
Al parecer algunos de los corintios habían reconocido intelectualmente, o al menos externamente, el señorío, la salvación y resurrección de Cristo, pero no habían confiado en Él o su compromiso con Él era superficial.
Nosotros debemos cuidarnos de un cristianismo así como el que mostraban estas personas en la iglesia de Corinto.
La segunda evidencia que Pablo les recuerda es

II. EL TESTIMONIO DE LAS ESCRITURAS. (v. 3-4)

1 Corintios 15:3–4 RVR60
3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
La segunda evidencia de la resurrección de Cristo fue el Antiguo Testamento, las Escrituras del judaísmo y de la naciente iglesia.
Fue en el Antiguo Testamento que se predijo claramente la muerte, sepultura y resurrección de Cristo.
Pablo enfatiza con mucha determinación que lo que él les había enseñado, no era su historia, sino lo que la Biblia la palabra de Dios enseñaba, por eso usa dos veces la frase:
.....conforme a las Escrituras....
Jesús, Pedro y Pablo citaron y se refirieron a pasajes del Antiguo Testamento tales como Génesis 22:8, 14; Salmo 16:8–11; Salmo 22; Isaías 53; y Oseas 6:2.
Oseas 6:2 RVR60
2 Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él.
Una y otra vez, ya sea directa o indirectamente, en forma literal o en figuras de lenguaje, el Antiguo Testamento predijo la muerte, sepultura y resurrección de Jesús.
Ahora la evidencia número tres que Pablo enseña a la iglesia es:

III. EL TESTIMONIO DE LOS TESTIGOS OCULARES.(v. 5-7)

1 Corintios 15: 5-7
1 Corintios 15:5–7 RVR60
5 y que apareció a Cefas, y después a los doce. 6 Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. 7 Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles;
Pablo usa un recurso de los más confiables de evidencia en un tribunal de justicia, como son los los testigos oculares.
Pablo dice que apareció a Cefas (Este es Pedro), probablemente inmediatamente después que apareció a María y antes de su aparición a los dos discípulos en el camino de Emaús (Lc. 24:34)
Lucas 24:34 RVR60
34 que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón.
Luego a los doce discípulos, probablemente a los once ya que Judas no estaba con ellos, ni había sido sustituido, cuando estaban reunidos llenos de temor en la mañana de la resurrección (Jn. 20:19; Lc. 24:36).
Juan 20:19 RVR60
19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.
Lucas 24:36 RVR60
36 Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros.
Pablo dice que, después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, no nos dice la Biblia quienes eran esas personas y Pablo sólo afirma que muchos viven aún, agrega, y otros ya duermen, es decir, habían fallecido.
Luego menciona a Jacobo, no se dice a cual de ellos, porque habían dos,
Marcos 3:17–18 RVR60
17 a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Jacobo, a quienes apellidó Boanerges, esto es, Hijos del trueno; 18 a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el cananista,
Pero la mayoría se inclina a que no fue a ninguno de ellos, sino a su hermano, el autor de la carta de Santiago, y dirigente clave de la iglesia en Jerusalen, más adelante.(Hch. 15:13–21).
Este originalmente era escéptico, no creyó al principio que Jesús fuera el Mesías (Jn. 7:5).
Juan 7:5 RVR60
5 Porque ni aun sus hermanos creían en él.
Quizás, como le sucedió a Pablo, fue la experiencia de ver al Cristo resucitado lo que al final llevó a Jacobo a la fe salvadora.
Finalmente Pablo, dice que apareció a todos los apóstoles, algo que el libro de los hechos también afirma, que ocurrió en un período de cuarenta días. Hechos 1:3
Hechos de los Apóstoles 1:3 RVR60
3 a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.
La cuarta evidencia que Pablo enseña, se basa en su propio testimonio.

IV. EL TESTIMONIO ESPECIAL DE PABLO.(V. 8-10)

1 Corintios 15:8–10 RVR60
8 y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. 9 Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. 10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.
El propio Pablo da evidencia de la resurrección del Señor, él se convirtió en un testigo especial y único del Señor resucitado.
Se declara así porque.
No perteneció al grupo original de apóstoles.
No estuvo entre los quinientos creyentes que habían visto al Señor resucitado.
Él, había sido un incrédulo y perseguidor de la iglesia.
Pero a pesar de todos, fue el último que pudo ver a al Cristo resucitado.
Esta aparición ocurrió aún después de la ascensión del Señor al cielo.
Se apareció a él como abortivo, es decir como alguien incapaz de valerse por si mismo, como un niño que nace prematuro. Esto indica que Pablo nació en Cristo, a destiempo, demasiado tarde, para ser uno de los doce.
Por eso no sólo se consideraba el más pequeño de los apóstoles, sino que se definía como indigno de ser llamado apóstol, porque persiguió a la iglesia.
Pero él, siendo testigo de Cristo resucitado, reconoce, no sólo que no es digno, sino que reconoce que lo que es es por la gracia de Dios.
Él reconoce que su encuentro con el Cristo resucitado lo llevó a ser quien él era.
Alguien que reconoció su pecado.
Qué experimentó una revolución en el carácter.
Que experimentó una reorientación de su energía.
Y es que el testimonio de un cambio de vida como decíamos anteriormente, es la mejor evidencia, de que un día nos encontramos con el Cristo resucitado.
La última evidencia que Pablo enseña es:

V. EL TESTIMONIO DEL MENSAJE EN COMÚN.(v. 11).

1 Corintios 15:11 RVR60
11 Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.
El último testimonio de la resurrección de Cristo fue el del mensaje común que todo verdadero apóstol, profeta y pastor predicaba.
Porque o sea yo o sean ellos —Pedro, los doce, los quinientos, Santiago o cualquier otro— así predicamos, y así habéis creído.
Sin ninguna excepción, la predicación y la enseñanza de la iglesia estaba centrada en la muerte, sepultura y resurrección de Cristo.
Siempre que se predicaba de Cristo , su resurrección era el mensaje fundamental que proclamaban.
No había discusión acerca de la verdad o de la importancia de la doctrina, lo que difícilmente hubiera sido el caso si hubiera sido una invención.
Excepto en unos pocos casos aislados de herejía, la doctrina de la resurrección de Cristo no ha sido cuestionada dentro de la iglesia.
No existe un evangelio cuyo corazón no sea el Señor y Salvador resucitado, Cristo Jesús.

Conclusión:

Cinco evidencia de la resurrección de Cristo hemos estudiado:
El testimonio de la iglesia.
El testimonio de las escrituras.
El testimonio de los testigos oculares.
El testimonio especial de Pablo.
El testimonio del mensaje en común.
La pregunta es:
¿Son suficientes para usted, o hay alguna duda en su corazón?
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