¡La resurrección de Jesús!

Muerte y resurrección  •  Sermon  •  Submitted
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Introducción: 2 Timoteo 2.8
2 Timoteo 2:8 RVR60
Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio,
Si bien la resurrección es un evento, no les fue dado a los ángeles hablar sobre el evento a la humanidad, sino a nosotros, no por seres más capaces, sino porque para nosotros es también este acto. Porque un día como hoy, la resurrección tomó sentido en la persona de Jesucristo, por ello con vehemencia, Pablo le escribe a Timoteo, Acuérdate de Jesucristo.
Oración. Amado Padre Celestial gracias te damos por Jesucristo, hoy tu nos exhortas a acordarnos de tu Hijo, nuestro Señor, que es el Rey y que hoy recordamos su resurrección conforme al significado del Evangelio, muéstranos hoy tu Verdad y llénanos del conocimiento de tu Hijo a través de tu Evangelio. Amén.
La resurrección es el acto que debería impulsar a cada hijo de Dios a vivir cada día con intensidad, con una sumisión y devoción profundas. Pero si la resurrección comienza con nosotros o la espiritualizamos, entonces podemos perdernos y dejara de lado el gran significado del cristianismo. La resurrección- es más que solo volver a vivir, la resurrección en la Escritura nos señala que es la victoria permanente

Sus implicaciones para la fe.

Juan 20:1–2 RVR60
El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.
Juan 20:9–10 RVR60
Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos. Y volvieron los discípulos a los suyos.
Qué dice el Texto.
La Palabra misma había ya afirmado que Jesús resucitaría, Salmo 16.11 “Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.” Jonás fue una referencia a lo que sucedería con Jesús, Mateo 12.40 “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.”
María aparece en escena, la mujer va muy temprano al sepulcro, es muy importante que el día conocido como el “Shabat” ya había terminado el sábado por la tarde, y no es hasta que el domingo muy de mañana va corriendo al sepulcro (junto a otras mujeres Lucas 24.9-10).
María Magdalena estimaba a Jesús, pero ella seguía buscando entre los muertos al que vive, Lucas .24.7-8 “diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. Entonces ellas se acordaron de sus palabras,”
Pero el verso 9 y 10 nos dicen: que era necesario que Cristo resucitara de entre los muertos, Jesús les había dicho, ellos habían entendido que él era el Mesías, inclusive a el circulo (Pedro, Juan y Jacobo) cercano al Señor vio la transfiguración, Pedro y Juan recibieron la noticia de María y Pero ellos no entendían que sucedía. ¿Cómo es que Jesús ya no está en el Sepulcro? Después de esa golpiza y esa muerte no creo que alguien pueda levantarse.
¿tú que piensas sobre este acontecimiento tan asombroso?
Qué tiene que ver con nosotros.
Para los que tenemos dudas, podemos ver las evidencias plasmadas por todos los Evangelios, el libro de Hechos, los soldados, las mujeres, los discípulos y entre ellos Tomás fueron testigos de que Jesús vivía.
Esto nos habla sobre nuestra fe, la esperanza razonable del cristiano.
Hay mucho que decir sobre diría Juan 20.30-31 “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.”
La resurrección nos habla de la divinidad de Jesús y de Su Autoridad sobre la muerte, pues Él nos puede dar vida. Juan nos dice que estas cosas se escribieron para que creamos que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo en Jesús y lo que ha hecho, tengamos vida en su Nombre, en su autoridad.
El enemigo ha sido vencido, Jesús ha sido levantado de entre los muertos, esto debería de provocar una revolución en nuestro interior.
La resurrección de los muertos es el sello de todas sus afirmaciones, mis hermanos tenemos en nuestras manos una fe confiable, no fue un cuento o una historia. Por ello cada domingo para toda iglesia local que adora a Cristo, viene a Adorar a un Rey resucitado.
Mis hermanos, las enseñanzas de Jesús no las tomamos de alguien que está muerto como si no volviese para pedir cuentas, más bien las tomamos en serio, así como Pedro tomó en serio las enseñanzas de Jesús, cada versículo nos apunta a Jesucristo, el Salvador que vive y quien volverá.
Cabe aclarar que el legalista, ve esto como una amenaza, y comienza a condenar a los que no han seguido a Jesús, amado hermano, te animo a que no dejes en el infierno a aquel que necesita del Salvador.
Se que puede haber entre nosotros alguien que se siente decaído, porque no es como el religioso orgulloso de hacer más cosas que tú, sabes, Jesucristo nos dice en su Evangelio de Juan, estas palabras son para que tengas vida eterna en su nombre. Toma con fe lo qué Jesús ya hizo, se encarnó, vivió perfectamente, murió y resucitó con gran poder y gloria.
qué logró Jesús.
Él ha logrado nuestra paz, pues la muerte no podía retener a un inocente, Como dice Isaías 53. 9-11 “Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.”
Mis hermanos nuestra fe es inquebrantable. Ya no hay condenación para nosotros, pues Cristo Resucitó, venciendo la muerte y el pecado que nos condenaba fue sepultado ya, pues nuestro Salvador se levantó de la corrupción.
La resurrección de Jesús es el sello de su obra y ahora vemos las implicaciones no solo para creer sino para lo que debemos creer.

Sus implicaciones para el Evangelio

1 Corintios 15:1–4 NBLA
Ahora les hago saber, hermanos, el evangelio que les prediqué, el cual también ustedes recibieron, en el cual también están firmes, por el cual también son salvos, si retienen la palabra que les prediqué, a no ser que hayan creído en vano. Porque yo les entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
qué dice la Escritura.
Pablo está hablando del Evangelio, no es un Buena noticia que se inventó, no está enseñándole a las personas algo diferente a lo que se ven en las Escrituras.
Pablo les ha hablado de que sigan a Cristo, de que sirvan y amen al Señor, que no aprueben el pecado en la iglesia, pero en el 1 Cor. 15 Pablo se dedica hablar sobre el Evangelio. Empieza a conectar todas las cosas que ha dicho y que tiene que decir.
Hay algunas cosas que no se entenderían si no hubiese resurrección, si Jesús si hubiese quedado muerto, entonces nuestra creencia sería vana, como algunas religiones que tratan de inmortalizar a algunos de sus profetas, pero que en realidad no hay nadie como Jesús.
“Es bien interesante, que antes ibas le pedías a la señora de la tiendita que te cambiara tu monedota de $5 para que mientras jugabas en esas dichosas maquinitas no se te acabaran las vidas, y ahí estaba la adrenalina de echarle muchas ganas para que nunca se acabara tu juego”.
Jesús está vivo, y esto forma parte de las buenas noticias, porque no es que siga pagando tu deuda, sino que es la evidencia que ya fue pagada, y que conseguirás por la fe así como Él la gloria venidera.
De esto hablaba Pablo. Las implicaciones de la resurrección son evidentes en Él evangelio. Romanos 8.34 “¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.”
¿qué tiene que ver con nosotros?
¿qué más se puede hacer con el condenado si ya ha sido ejecutado? Es como aquél que ha sido sentenciado a la horca, y ya no puede pagar más pues ya se a cobrado la pena máxima.
De igual manera nuestro Señor Jesús cuando murió pagó el castigo que nosotros merecíamos, y con su resurrección no quiere decir que pago una mitad y tu y yo tenemos que pagar la otra mitad.
Esta es la verdad, porque tienes que resucitar alguien que está medio vivo, pues necesita estar completamente muerto para que se le resucite, mis hermanos, esto tiene mucho que ver con lo que creemos, pues si creemos que resucitó es el indició que el pago por nuestra paz fue completo, y ahora nos identificamos por medio del bautismo con esa gran verdad, que hemos muerto al pecado y que ahora vivimos en Él. YA SATANÁS NO PUEDE CONDENARNOS, NI EL RELIGIOSO, AHORA PUEDES DECIRLES CREO QUE JESÚS YA PAGÓ, Y SI VIENE OTRA VEZ DILE CRISTO YA RESUCITÓ
Tu y yo somos libres de los reclamos de la Ley, porque creemos que Jesús estuvo en nuestro lugar y Dios ya no nos exigirá el pago tanto de nosotros como de nuestro sustituto, ya terminó la condena.
Ahora en lugar de huir y refugiarte en tu temor o en tus “logros”, ahora puedes venir confiadamente delante de Él y arrepentirte de no creer que ya fue liquidado el pago, y qué tu respuesta rebelde es una evidencia de que necesitas ser perdonado y restaurado aun más de lo que imaginabas.
En nuestra cultura usualmente esto suena como algo malo – como ser llevado a la oficina de la directora un lunes por la mañana. Pero lejos de ser malo o inusual, el arrepentimiento es la norma para vivir centrados en el Evangelio.
Un evangelio completo nos lleva a ser sinceros de que constantemente alejándonos de nuestro aparentar y cumplir para que podamos vivir como hijos e hijas. Puesto que ahora somos conscientes de la santidad de Dios y de nuestra naturaleza pecaminosa, esto nos conduce al verdadero arrepentimiento y a creer en el Evangelio de Jesús.
¿Has estado huyendo de Dios? ¿tu corazón se resiste a obedecer a Dios? ¿piensas que recordar el Evangelio es un chantaje para que cambies, o es el poder de Dios para librarte de la condenación y para darte una nueva manera de pensar y vivir?
qué hizo Cristo
Si tu has creído estas verdades esenciales del Evangelio, es decir: tu incapacidad de salvarte, tu maldad que te condena, y la buena noticia sobre la encarnación, vida, muerte y resurrección de Cristo, entonces has abrazado el Evangelio, eres una persona que se le ha revelado ya el misterio de la salvación, y has pasado de muerte a vida nueva.
Jesús no resucitó para que no te sientas mal, sino para que el mal ya no te condene, pero no solo eso, sino que resucitó para que nosotros nos identifiquemos sobre que podemos vencer el pecado y la muerte, pues nos ha dado a su Espíritu Santo el sello y la obra poderosa de que somos ahora hijos de Dios.
El Espíritu Santo no es una conciencia, sino una persona que nos lleva a reflexionar sobre LO CORRECTO, LO CONDEBABLE, LO MALO, es una persona que nos enseña todo lo que Jesús nos declaró, Juan 14.26 “Mas el Consolador (el que camina a tu lado), el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”
La resurrección de Jesús es el sello de su obra y ahora vemos las implicaciones no solo para creer sino para lo que debemos creer, y qué debemos hacer.

Sus implicaciones en nosotros.

1 Corintios 15:20–26 RVR60
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.
¿qué dice el Texto?
Bien, aunque hemos hablado de las implicaciones para nosotros, neccesitamos afirmar lo que se logra en nosotros con la resurrección de Cristo.
Pablo no deja que la gente siga especulando con la resurrección, algunos decían que no había, otros espiritualizaban la resurrección 2 Timoteo 2.16-18 “Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad.Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto,que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos.”
Pero Jesús verdaderamente resucitó y no solo lo hizo para él mismo, sino que nos garantizó que el nos resucitaría también si creemos en Él. Juan 11.25-26 “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?”
Si bien todos estamos bajo la condenación que vino por Adán, a través de Cristo viene la resurrección para los que creen.
Jesús es nuestro Rey ahora. No nos deja que estemos perdidos, y envueltos en nuestras maldades, tu y yo fuimos creados para seguir al Rey Supremo. Y esa relación no se hubiera dado si no hubiese resucitado, pues no habría quien entregarle el poder y autoridad.
El trabajo del Señor se sigue realizando, y un día ya no habrá muerte mis hermanos, ese dolor al ver a alguien ser puesto en una caja fría, ya no existirá, pues para el creyente ahora le avista una esperanza eterna, de que aquel santo, ahora es entregado a los brazos de su Salvador y cuando este Rey Salvador regrese, entonces será levantado para recibir al Señor en las nubes.
Cómo se relaciona con lo que vivimos hoy.
Esto ahora tiene más sentido, pues al creer en el Evangelio, tu y yo ahora entramos a una nueva posición. La de hijo, un súbdito y un adorador.
Las implicaciones en nosotros se hacen evidentes no solo en lo que ahora sabemos, sino también en lo que hacemos.
Cuando entendemos entonces respondemos, es como en la escuela, que te nos enseñan a sumar, y cuando nos dan nuestra tarea aplicamos lo que hemos comprendido. Pero si lo comprendemos mal entonces aplicaremos mal.
“No podemos hacer lo que pasa como aquel niño que trajo una calificación de CERO, y que va la mamá, el papá, la abuela, el perro y el gato a ver a la maestra porque no le explicaron bien al niño, y la maestra les enseña que todos hicieron la misma tarea y sacaron una buena calificación”
No hay nuevas maneras de entender el Evangelio, y lo que produce en nosotros no es contrario a los valores del Reino de los Cielos.
Muchas veces pensamos que hay que buscarle un nuevo sentido a la vida cristiana, y nos volvemos creativos, y comenzamos a buscar cosas novedosas, como por ejemplo, lo que se decía del vomito santo, o de la risa santa, o de los discos que los escuchabas al revés y todo era un mensaje subliminal, o ahora que la predicación debe de ser relevante. Si la respuesta a la muerte ya no es relevante ¿por qué a veces no nos gusta hablar del tema? ¿por qué seguimos haciendo miles de planes como si el regreso del Señor no fuera a suceder hoy? ¿por qué no abandonamos nuestros pecados y nos dedicamos a la piedad?
Romanos 8:10–13 NTV
Y Cristo vive en ustedes; entonces, aunque el cuerpo morirá por causa del pecado, el Espíritu les da vida, porque ustedes ya fueron declarados justos a los ojos de Dios. El Espíritu de Dios, quien levantó a Jesús de los muertos, vive en ustedes; y así como Dios levantó a Cristo Jesús de los muertos, él dará vida a sus cuerpos mortales mediante el mismo Espíritu, quien vive en ustedes. Por lo tanto, amados hermanos, no están obligados a hacer lo que su naturaleza pecaminosa los incita a hacer; pues, si viven obedeciéndola, morirán; pero si mediante el poder del Espíritu hacen morir las acciones de la naturaleza pecaminosa, vivirán.
Es verdad que nuestro cuerpo todavía está sujeto al dolor, al cansancio y a la sentencia de muerte, pero no así nuestro espíritu, pues el Espíritu mismo nos ha dado vida, ahora ya no estamos obligados, ya no somos esclavos del temor, ya no estamos siendo sometidos a pecar deliberadamente, tenemos que mediante el poder del Espíritu hacer morir las acciones de nuestra naturaleza pecaminosa.
Las implicaciones de la resurrección de Jesús, ha traído a nosotros al Espíritu Santo a morar en nosotros, para batallar con las debilidades de nuestra condición caída.
Gocémonos y regocijémonos como quienes están vivos entre los muertos, y luchemos no en nuestras fuerzas, sino en el poder del Evangelio, es decir en el poder del Espíritu.
Ahora esas amargas experiencias de:
decepción son ahora en el Espíritu una oportunidad para ver la gloriosa vida que Cristo nos ha dado.
Esa terquedad en tu corazón porque te aferras a tener todo bajo tu control porque sino te sientes poco amado, o poco valorado ahora puede ser destruido, para que confíes y descanses en quién te amó de tan grande manera que envió a su Hijo a este mundo.
La experiencia de sentirte esclavo de un pecado oculto, que no quieres ni mencionarlo, sabes ahora el poder del Espíritu te libera para que llames al pecado por su nombre, y no solo confieses el pecado visible, sino tu idolatría detrás de ello, y al buscar ayuda en LA IGLESIA DEL SEÑOR tu puedas tener las armas para matar ese pecado y esa culpa.
Pero tal vez tu tienes la experiencia sentirte que eres bueno y que no necesitas matar nada, pues tu tienes todo dominado, o al menos, no tan voraz como los pecados de otros. A ti hoy el ESPÍRITU quiere hacerte libre de tu autosuficiencia para que confíes que tu no eres elegido por quien eres, sino por lo que el Espíritu hace y lo que Cristo ha logrado.
YA PODEMOS IR A NUESTRA SEMANA, RECORDANDO EL EVANGELIO Mateo 28.18-20
Mateo 28:18–20 RVR60
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
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