No Cometerás Adulterio

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Introducción

Vamos a continuar hoy con nuestra serie de sermones sobre el Exodo, estamos considerado los diez mandamientos que Dios dio a Israel una vez entro con ellos en pacto. No me cansaré de decirlo, estos mandamientos son una norma de vida para el pueblo de Dios hasta hoy, Dios nos salvará si los guardamos, la salvación es por la fe en Cristo, pero guardarlos es nuestro deber una vez salvos, esta es nuestra respuesta natural y agradecida a la gracia salvadora de Dios.
Ya vimos los primeros 4 mandamientos que tienen que ver con nuestra relación con Dios:
El primer mandamiento nos ordena no tener otro Dios.
El segundo mandamiento nos ordena adorar al único Dios verdadero de la manera en que Él lo ha establecido en su palabra.
El tercer mandamiento nos ordena tratar su nombre con reverencia,
El cuarto mandamiento establece el día en que debemos adorarlo.
Lugo vimos los primeros dos mandamientos que tienen relación con nuestro amor por el prójimo:
El primero de estos mandamientos es honrar al padre y a la madre.
El segundo es No matar.
Llegamos esta mañana al 7 mandamiento:
Éxodo 20:14 NBLA
»No cometerás adulterio.
Este es un mandamiento muy corto, en el hebreo solo tenemos una negación absoluta y el verbo “Adulterar”. Es tan breve que todo podemos memorizarlo, es tan breve que podemos sentir el peso do lo grave que es quebrantar este mandamiento, es tan breve y comprensivo que todos sabemos de que se trata:
A una persona casada se le prohibe tener relaciones intimas con alguien que no sea su cónyuge.
En nuestra época este absoluto fastidia. Dios se esta metiendo a tu vida intima y te prohibe cosas que nuestra cultura permite y ve como inocentes y normales. Pero no solo en nuestra época, el quebrantamiento de este mandato ha sido una norma en todo tiempo, la historia humana ha estado marcada por problemas con la sexualidad, esta es un área que llena de confusión, distorsión, dolor y frustración. Satanás, el mundo y nuestra carne se han encargado de empañar lo que se supone debería ser algo bueno en gran manera “La intimidad sexual dentro del matrimonio”.
Así que a pesar de lo breve, facil de aprender y comprensivo que nos pueda parecer, Dios quiere que prediquemos esta mañana sobre este mandamiento.
Veremos esta mañana como Dios no solo nos ordena no adulterar, sino que de manera positiva nos ordena honrar el pacto matrimonial y de esta forma le demostraremos al él nuestra lealtad al pacto que él ha establecido con nosotros.
Abordaremos nuestro sermón en tres puntos: Veremos como Dios quiere que comprendamos el valor del Matrimonio y con esta comprensión nos ordena que lo honremos y nos apartarnos radicalmente de todo lo que lo corrompe, haciendo esto mostraremos nuestra lealtad a El.
veamos entonces en primer lugar que:

1. Dios quiere que comprendamos el valor del Matrimonio

El matrimonio fue idea de Dios desde el principio.
Génesis 2:18 RVR60
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
Génesis 2:20–25 RVR60
Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.
El matrimonio lo diseño Dios para protegernos y proveernos de un lugar seguro para relacionarnos íntimamente y para glorificarle. La necesidad de compañía que tuvo Adan, Dios la satisfizo diseñando el matrimonio. En esta institución dos personas son unidas por Dios para ser una sola carne. Jesus ratifico esto agregando lo sieguente:
Mateo 19:6 RVR60
Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
La unidad de la que Dios habla es la de un compartir total del uno con el otro. Es compartir ideas, creencias, alegrías, dificultades, triunfos, fracasos, posesiones, y cuerpos (se pertenecen mutuamente).
Dios es quién une a un hombre y una mujer que salen de la casa de sus padres, para establecer un pacto de compañerismo, esta unidad no la produce el hombre, así que no puede ser destruido por sus manos, el matrimonio lo une Dios y el hombre no lo puede separar. El divorcio deshonra esta institución y Dios lo aborrece.
Ademas de ser una institución creada por Dios para que un hombre y una mujer sean uno, ¿Qué el es Matrimonio?
Malaquías 2:14–15 RVR60
Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud.
Malaquías fue escrito después de la caía. Dios honro esta institución dentro del pueblo que él redimió. Se nos dice aquí que para el pueblo de Dios, esta unión intima es un pacto de compañerismo entre un hombre y una mujer creyente, que se unen para ser una sola carne, para ayudarse mutuamente, para multiplicar la humanidad por generación legitima y para dar a Dios una descendencia santa.
En el A.T La unión marital era además una sombra de la relación pactual entre Dios y su pueblo. Dios de hecho, cuando su pueblo se volvía a los ídolos, cuando quebrantaban su pacto de amor con él, los culpo de cometer adulterio espiritual (p. ej., Jeremías 3:1–10; 5:7–11; Oseas 2; Mal. 2:10–16).
En el N.T. se nos enseña lo mismo en
Efesios 5:31 RVR60
Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.
El Matrimonio como pacto sagrado, toma como modelo el pacto de Cristo con su Iglesia. Este es el gran propósito de un matrimonio: exhibir la relación entre Cristo y su Iglesia. Se trata de proclamar al mundo una verdad acerca de Cristo y su Iglesia, en el matrimonio esta entretejido el maravilloso evangelio de la Cruz de Cristo.
Lo honroso del matrimonio no está en el matrimonio mismo, sino en lo que este representa: Fue una institución diseñada por Dios para el hombre y luego de la caída Dios la convirtió para su pueblo redimido en una imagen que proclama el evangelio en este mundo caído.
Para los cristianos tener relaciones sexuales con alguien que no es cónyuge es violar la santidad de su unión con Cristo. Mostramos nuestra lealtad del pacto a Dios al mantener nuestra fidelidad sexual a nuestro cónyuge (o nuestro futuro cónyuge).
1 Corintios 6:13–20 RVR60
Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder.¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo.¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne.Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Hermanos, somos el pueblo de Dios, le pertenecemos. Fuimos redimidos por Dios, comprados por precio de sangre y somos morada de Dios en el Espiritu, de manera que Dios por esta razón reclama todas las áreas de nuestra vida
Dice que eres mío y yo establecí los estándares de comportamiento para cada área de tu vida. Dios reclama el derecho de dictar los límites y la naturaleza de nuestra actividad sexual. De hecho, nuestro comportamiento en esta área, nuestro comportamiento en el ámbito de nuestra experiencia sexual es un índice importante de nuestra salud espiritual y de nuestra relación con Dios.
Con esto en mente podemos comprender el aspecto positivo del mandamiento. Y considerar lo que el adulterio y todo acto de impureza o inmoralidad sexual destruye. Por esta razón se nos manda no adulterar, esta en juego la gloria de Dios, el proposito de Dios, la gloria del evangelio y nuestra lealtad al pacto de gracia que él ha establecido con nosotros en Cristo. De manera que el adultero no solo pierde la familia, el fornicario no solo esta cometiendo un acto inocente en búsqueda de placer, todos esta dehonrando a Dios, puesto que nuestra fidelidad en el matrimonio es un reflejo de nuestra fidelidad a Dios. Y, por lo tanto, encontramos esta fuerte condena del adulterio, la inmoralidad sexual y la impureza sexual, y tiene mucho sentido en relación con Dios porque la infidelidad sexual y la impureza sexual son algo que golpea profundamente en nuestra relación espiritual.
Cuando David peco con Betsabé, esto fue un acto de deslealtad a Dios. Por esto confeso, solo contra ti he pecado. Salmo 51:4.
Dios en su palabra nos ha revelado lo suficiente para que comprendamos el valor del Matrimonio y comprendiendo su valor.... ahora veamos que...

2. Dios espera que honremos el matrimonio (Acción)

Se nos ordena honrar o considerar el matrimonio como algo de profundo valor, no debemos verlo como una institución común:
Hebreos 13:4 RVR60
Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.
Todo lo que traiga deshonra a esta institución Dios lo condena. Noten que Hebreos habla del adulterio y de la inmoralidad sexual como pecados que deshonran esta institución. La inmoralidad sexual abarca pecados como: la fornicación (Relaciones intimas antes del matrimonio, incluyendo union libre), el incesto (Lev. 18:6–18), la sodomía o la homosexualidad (Romanos 1:24-27), Bestilsmo (Éx. 22:19), la pornografía, la masturbación, la poligamia, prostitución y cosas como estas. Hebreos dice que Dios va a juzgar estas conductas que dañan y deshonran su diseño:
1 Corintios 6:9–11 NBLA
¿O no saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se dejen engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. Y esto eran algunos de ustedes; pero fueron lavados, pero fueron santificados, pero fueron justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.
Hermanos, el mundo puede tener en poco del matrimonio, burlarse y hacer chistes de él, menospreciarlo y pensar que es tonto firmar un papel para expresarse amor intimo. Pero a nosotros se nos llama a temer a Dios y honrar lo que el creó como santo:
Levítico 18:30 RVR60
Guardad, pues, mi ordenanza, no haciendo las costumbres abominables que practicaron antes de vosotros, y no os contaminéis en ellas. Yo Jehová vuestro Dios.
Pero además debemos honrar el matrimonio por la realidad espiritual que representa. Para el cristiano, todo acto de inmoralidad sexual es una especie de profanación espiritual. Es una ofensa contra Dios el Hijo.
Hermanos, recuerden que Dios quiere que comprendamos el valor del Matrimonio y que comprendiendo su valor lo honnemos, para hacerlo....

3. Dios nos ordena apartarnos radicalmente de todo lo que corrompe el matrimonio

Uno puede pensar que el problema del adulterio o de la inmoralidad sexual es culpa del mundo en el que nos toco vivir. Pero Dios dice que el problema es nuestro corazón.
Mateo 5:27–30 RVR60
Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
Incluso si no cometes el acto físico con tus órganos sexuales, aún puedes ser culpable de pecado sexual por medio de tus pensamientos, fantasías, deseos y afectos. Darnos cuenta de que alguien del sexo opuesto es bonita o guapo no es pecado. El pecado es cuando hay un deseo lujurioso, cuando esa persona se codicia. Cada vez que miramos a una persona codiciando, cada vez que la vemos como un objeto para satisfacer nuestros deseos, estamos adulterando. Este pecado se agrava cuando la lujuria te lleva a la autogratificación sexual, que es en ultimas un acto de adoración propia, pues menosprecia el lugar correcto que Dios diseño para el placer.
Noten que el pecado sexual es un asunto del corazón. Para estimularnos a erradicar este pecado, Jesus nos dice lo poderoso que puede llegara ser su practica. Enseña que este pecado puede apoderarse de tu alma de tal manera que se convierta en un camino al infierno.
La preocupación última de Jesús no es solo nuestra pureza moral. Es nuestra salvación y Él se da cuenta de que este tipo de pecados, los pecados sexuales, pueden apoderarse del corazón de tal manera que pueden separarnos de Dios, por lo que nos llama en este pasaje para que lo tratemos de manera radical.
Un destino eterno nos espera en el cielo o en el infierno. No se debe permitir que nada, por placentero o satisfactorio que sea nos condene eternamente. El pecado no debe ser consentido en nuestra vida, no debemos jugar con él, sino que debe ser mortificado(desechado de forma inmediata y decisiva).
La mortificación comienza con nuestro arrepentimiento. Apartarnos del pecado, esto es posible por la gracia de Dios:
1 Corintios 6:9–11 RVR60
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
Dios nos perdona por gracia, nos da su Espíritu para huir de la tentación de manera radical. También nos da una forma práctica de preservar nuestra castidad, esta forma se lama el matrimonio. (1 Corintios 7:7b–9)
Cualquiera que tenga dificultades con el autocontrol sexual debe hacer preparativos espirituales para el matrimonio. Para los hombres, esto significa aprender a vivir para los demás, practicando el amor abnegado de Cristo. Desafortunadamente, muchos hombres cristianos son demasiado egocéntricos para dejar de vivir para si mismos y amar a los demás. Por esta razón quedan atrapados en pecados sexuales secretos, incluyendo la pornografía y la masturbación. Esto los deja relacionalmente frustrados, se conforman con la falsa intimidad y la falsa aceptación de la autorrealización sin nunca aprender a amar a una mujer. El triste resultado es que muchas buenas cristianas sufren por la falta de un buen cristiano.
Sería mejor para todos que estos hombres (y también estas mujeres) se prepararan espiritualmente para el matrimonio, y la mejor manera de hacerlo es crecer en la sumisión y el sacrificio. La sumisión y el sacrificio son las virtudes que exige el matrimonio, y no es de extrañar que también resulten ser las virtudes que traen alegría en la intimidad sexual.
1 Corintios 7:3 RVR60
El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido.
El hombre de Dios no vive para sí mismo sino para los demás, y esto le permite mantener su deseo sexual bajo el poder del amor. Pero cuando un hombre se vuelve hacia adentro, es vulnerable a todo tipo de tentación sexual.
Hay que arrepentirse de la idolatría al placer, al ego, a los deseos egoístas del corazón, arrepentirse de menospreciar a Dios y su providencia. Confiese al Señor su pecado y apartase a alcanzara misericordia.
ML Jones dice “Incluso el adulterio no es un pecado imperdonable. Es un pecado terrible, pero Dios no permita que haya alguien que sienta que él o ella se ha pecado a sí mismo fuera del amor de Dios o fuera de Su reino a causa del adulterio. No; si verdaderamente te arrepientes y te das cuenta de la enormidad de tu pecado y te entregas al amor, la misericordia y la gracia ilimitados de Dios, puedes ser perdonado y te aseguro el perdón”. Escucha las palabras de nuestro bendito Señor: 'Vete y no peques más'”. Estas fueron las palabras de Jesús a la mujer sorprendida en adulterio, y son también sus palabras para nosotros, porque la Biblia dice:
1 Tesalonicenses 4:3–8 RVR60
pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación. Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.
A los casados.... Dios dice:
Malaquías 2:15 RVR60
¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud.
Los esposo deben cultivar la lealtad dentro del matrimonio, esto implica:
Cultiven su matrimonio
Mantener distancia social con personas de otro sexo. No busques apoyo emocional en otra persona, ni por chat. Busquen la unidad con su esposa-o.
No se nieguen 1 Cor 7:3-5.
Nunca consideren el divorcio
Mujeres, sean modestas en su forma de vestir. Si tu ropa es provocadora, aunque pueda que el deseo de tu corazón sea permanecer pura para tu cónyuge, estás enviando el mensaje a los hombres, a los jovenes, de que estás lista para esa actividad sexual ahora. Estás enviando un mensaje contradictorio y estás dificultando que tu hermano siga siendo puro.
Hombres, padres, maridos, ¿cuándo fue la última vez que le dijiste a tu esposa: "Cariño, no creo que debas comprar ese vestido" o "No uses ese vestido", o a tu hija: "No vas a salir vestida así". nos gusta cuando se ven así. ¿queremos que nuestras esposas e hijas sean consideradas como objetos sexuales para la gratificación de otros hombres?
Los hombres piadosos siempre han entendido que preservar la pureza sexual significa tener cuidado con lo que seguimos mirando. El apóstol Pedro advirtió sabiamente contra tener “los ojos llenos de adulterio” (2 Pedro 2:14; cf. 1 Juan 2:16). El remedio de Job fue este: “Hice pacto con mis ojos de no mirar con lujuria a una muchacha” (Job 31:1).
Como tratas a las personas del mismo sexo cuando estas soltero: ¿la tratas de la mima manera que hubieras querido que tu futuro cónyuge fuera tratado antes de casarte contigo? ¿La honraste de esa manera? ¿La ayudaste? ¿La trataste con pureza? Mujeres jóvenes, ¿se vistieron de una manera tan provocadora que se ofrecieron a su cita?
El sexo prematrimonial es una violación de los mandamientos de Dios. Es una deslealtad a nuestro futuro socio. Es un peligro espiritual, así como un peligro físico.

P.138. ¿Cuáles son los deberes que se exigen en el séptimo mandamiento?

R. Los deberes que se exigen en el séptimo mandamiento son: Castidad en cuerpo, mente y sentimiento,763 en palabras764 y conducta;765 y la preservación de la castidad en nosotros mismos y en los demás;766 vigilancia de la vista y todos los sentidos;767 templanza,768 guardando la compañía de los castos,769 modestia en la vestimenta;770 matrimonio para quienes no tienen el don de continencia;771 amor conyugal772 y cohabitación;773 trabajo diligente en nuestros llamados;774 rehuir todas las ocasiones de impurezas y resistir las tentaciones de dichas ocasiones.775

Conclusión:

Hermanos recuerden este mandamiento: “No cometerás adulterio” con esta orden Dios nos esta llamando a honrar el pacto matrimonial, y haciendo esto estaremos demostrando nuestro amor y lealtad al Dios que nos llamo a una relación pactual con el. El Señor nos ayude a glorificarle y ser leales.
Padre celestial, danos la fuerza para estar de pie, la gracia para arrepentirnos, y el intelecto y la voluntad para creer. Que seamos un pueblo que ama tu ley, nos arrepentimos cuando no lo hacemos, encontramos el perdón y (por tu Espíritu) nos levantamos, nos levantamos y caminamos. En el nombre de Jesús, amén.
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