Diezmos IBCO
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introduccion
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En términos sencillos, el diezmo es la décima parte (ó 10 por ciento) de nuestros sueldos o salarios, ganancias netas de nuestros negocios o inversiones, o cualquier combinación de estos.
En tiempos antiguos, Abraham fue el primer ejemplo registrado que pagó sus diezmos, cuando honró de esa manera a Melquisedec, sacerdote de Dios
20 y bendito sea el Dios Altísimo que entregó a tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram el diezmo de todo.
También su nieto, Jacob, voluntariamente se ofreció a dar la décima parte de todo aquello que Dios le había dado. Sin embargo, fue más que una transacción comercial, porque lo hizo en gratitud a las promesas de Dios quien le daría alimento, vestido, protección y guía
13 Y he aquí, el Señor estaba sobre ella, y dijo: Yo soy el Señor, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La tierra en la que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. 14 También tu descendencia será como el polvo de la tierra, y te extenderás hacia el occidente y hacia el oriente, hacia el norte y hacia el sur; y en ti y en tu simiente serán bendecidas todas las familias de la tierra. 15 He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he prometido. 16 Despertó Jacob de su sueño y dijo: Ciertamente el Señor está en este lugar y yo no lo sabía. 17 Y tuvo miedo y dijo: ¡Cuán imponente es este lugar! Esto no es más que la casa de Dios, y esta es la puerta del cielo. 18 Y se levantó Jacob muy de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, la erigió por señal y derramó aceite por encima. 19 Y a aquel lugar le puso el nombre de Betel, aunque anteriormente el nombre de la ciudad había sido Luz. 20 Entonces hizo Jacob un voto, diciendo: Si Dios está conmigo y me guarda en este camino en que voy, y me da alimento para comer y ropa para vestir, 21 y vuelvo sano y salvo a casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios. 22 Y esta piedra que he puesto por señal será casa de Dios; y de todo lo que me des, te daré el diezmo.
Bajo el pacto mosaico, Dios enseñó a su pueblo a dar el diezmo de las ganancias. Inclusive a la tribu sacerdotal (levitas), que vivía de los diezmos, se le enseñó a dar el diezmo del diezmo
38 Y un sacerdote, hijo de Aarón, estará con los levitas cuando los levitas reciban los diezmos, y los levitas llevarán la décima parte de los diezmos a la casa de nuestro Dios, a las cámaras del almacén;
26 También hablarás a los levitas y les dirás: «Cuando recibáis de los hijos de Israel los diezmos que de ellos os he dado por vuestra heredad, ofreceréis de ello una ofrenda al Señor, el diezmo de los diezmos.
.En general la enseñanza fue: “El diezmo … de Jehová es”
30 »Así pues, todo el diezmo de la tierra, de la semilla de la tierra o del fruto del árbol, es del Señor; es cosa consagrada al Señor.
Malaquías aun acusó de robarle a Dios a aquellos que no daban los diezmos
8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me estáis robando. Pero decís: «¿En qué te hemos robado?». En los diezmos y en las ofrendas.
Algunos han creído que con la llegada del nuevo pacto se anuló la ley de los diezmos. Pero Jesucristo fue muy cuidadoso cuando dijo: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir
17 No penséis que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir.
Y dijo a los fariseos: “Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello”
42 Mas ¡ay de vosotros, fariseos!, porque pagáis el diezmo de la menta y la ruda y toda clase de hortaliza, y sin embargo pasáis por alto la justicia y el amor de Dios; pero esto es lo que debíais haber practicado sin descuidar lo otro.
Así él respaldó el diezmo, situándolo en la perspectiva correcta.
Pero Jesús nunca promovió un espíritu legalista para diezmar cuidadosamente y luego ser igualmente cuidadosos para no dar más.
Lo cierto es que él hizo énfasis en la importancia de “dar más”.
Una ilustración clásica es la escena cuando les mostró a la viuda que dio dos blancas, mientras que los ricos daban cantidades mayores.
Pero Jesús les dijo: “En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos.
Porque todos aquellos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; más ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía”
3 y dijo: En verdad os digo, que esta viuda tan pobre echó más que todos ellos; 4 porque todos ellos echaron en la ofrenda de lo que les sobraba, pero ella, de su pobreza, echó todo lo que tenía para vivir.
Pablo corroboró lo que Jesucristo enseñó: “Más bienaventurado es dar que recibir”
35 En todo os mostré que así, trabajando, debéis ayudar a los débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: «Más bienaventurado es dar que recibir».
Pablo enseñó a los corintios algunos principios básicos respecto a la práctica cristiana de diezmar y ofrendar.
(1) Todos tenemos la responsabilidad de dar
2 Que el primer día de la semana, cada uno de vosotros aparte y guarde según haya prosperado, para que cuando yo vaya no se recojan entonces ofrendas.
(2) debemos dar regularmente, “cada primer día de la semana”;
(3) que cada uno dé “según haya prosperado”;
(4) debemos dar con alegría
7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
Dar según se haya prosperado y con alegría implica que el diezmo es lo mínimo que se puede dar, nunca lo máximo. Sería inconcebible que el cristiano que vive bajo la gracia del Señor, inspirado por el amor, dé menos que lo que los israelitas daban bajo la ley.
“El valor de los diezmos no está en las ganancias que produce, sino en la integración espiritual que resulta”