Mosquitos y Moscas

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Introducción

Es interesante ver que las polizas de seguro actuales contienen secciones donde excluyen cobertura cuando el daño fue por “un acto de Dios”.
Un acto de Dios, en el mundo de los seguros se refieren a eventos tan catastróficos que causan daños irreparables.
Los seguros quieren excluir daños causados por estos “actos de Dios”.
El día de hoy vamos a ver “un acto de Dios” que vino sobre Egipto - dos golpes, la plaga/golpe de los mosquitos y la plaga/golpe de las moscas
Estas son la tercera y cuarta plaga.
Son un total de 10 plagas/golpes. Así que no vamos ni a la mitad de los golpes que Dios dará a Faraón y a los egipcios.
Hoy vamos a considerar:
La sorpresa del tercer golpe
La advertencia del cuarto golpe
La manifestación del poder de Dios

I. El tercer golpe - los mosquitos

El tercer golpe lo vemos en los vv. 16-19.
Notemos como el golpe vino de repente, sin previo aviso/advertencia de parte de Dios.
Éxodo 8:16–17 NBLA
Entonces el Señor dijo a Moisés: «Dile a Aarón: “Extiende tu vara y golpea el polvo de la tierra para que se convierta en piojos por toda la tierra de Egipto”». Y así lo hicieron. Aarón extendió su mano con su vara, y golpeó el polvo de la tierra, y hubo piojos en hombres y animales. Todo el polvo de la tierra se convirtió en piojos por todo el país de Egipto.
Este golpe vino de manera sorpresiva sobre Egipto.
No olvidemos que cuando Dios dio el segundo golpe (la plaga de las ranas) Faraón había cedido y había dicho que dejaría que Israel fuera a adorar a Dios en el desierto.
Pero, cuando Dios retiró las ranas la Biblia dice:
Éxodo 8:15 NBLA
Pero al ver Faraón que había alivio, endureció su corazón y no los escuchó, tal como el Señor había dicho.
El corazón de Faraón nuevamente se endureció.
Su humillación fue falsa. Lo único que quería es que Dios quitará de él la plaga de las ranas.
Por tanto, vemos que Dios ahora aflige a Egipto mediante este tercer golpe, sin previo aviso como escarmiento a Faraón - Dios hace que el polvo “se convierte en piojos”.
La palabra que se traduce como “piojos” en la NBLA es “kinnim”.
Es una palabra que literalmente se traduce como “insectos voladores”.
Pueden ser mosquitos, piojos, o cualquier otro insecto pequeño que vuela.
Este golpe consiste en que el polvo de Egipto (siendo un desierto tendría bastante polvo) se convertiría en mosquitos para afligir a la nación de Egipto.
Éxodo 8:17 NBLA
Y así lo hicieron. Aarón extendió su mano con su vara, y golpeó el polvo de la tierra, y hubo piojos en hombres y animales. Todo el polvo de la tierra se convirtió en piojos por todo el país de Egipto.
Notemos como estos insectos afligieron tanto a seres humanos como animales.
Este golpe afligió a la nación entera.
Todo el polvo de Egipto se convirtió en mosquitos. No quedó polvo puesto que todo el polvo ahora era mosquitos.
Es posible que pensemos que esta señal solo fue una pequeña molestia.
Sin embargo, olvidamos que ya es el tercer golpe que Dios traer sobre Egipto.
Todavía están lidiando con las ranas muertas en todo Egipto…y ahora tienen que soportar la aflicción de los mosquitos.
En ocasiones pasadas han “reproducido” las señales.
Sin embargo, en esta ocasión vemos que sus artes mágicas fallan.
Éxodo 8:18 NBLA
Los magos trataron de producir piojos con sus encantamientos, pero no pudieron. Hubo, pues, piojos en hombres y animales.
La plaga siguió afligiendo a todos los habitantes de la nación, incluyendo al ganado.
Por más que trataron los magos, sus esfuerzos fueron inútiles. No hay nada que puedan hacer por el país.
Los magos tienen que reconocer el origen divino de este golpe:
Éxodo 8:19 NBLA
Entonces los magos dijeron a Faraón: «Este es el dedo de Dios». Pero el corazón de Faraón se endureció y no los escuchó, tal como el Señor había dicho.
Notemos la expresión de los magos; ellos atribuyen este golpe a Dios.
El hecho de que reconocen que es obra de Dios no quiere decir que han creído en el Dios de los hebreos.
Pero, a pesar de que viven en rebelión contra Dios, saben que lo que está ocurriendo no es a causa de las ranas, ni por la inundación del rio Nilo.
El golpe fue tan grande que no puede tener otra procedencia que no sea Dios mismo.
Los magos reconocen que es “un acto de Dios”.
El Dios de los hebreos está obrando contra Faraón y los egipcios.
Lo que vemos ocurrir en cada una de estas plagas son nada más ni menos que actos de Dios. Es Dios obrando con su misma mano trayendo juicio sobre Faraón y Egipto.
Es por eso que muchos al ver lo que sucedió con el COVID-19 se preguntaron si pudo haber sido o no un acto de Dios. Es muy posible que Dios esté diciendo algo a la humanidad - mostrando lo frágiles que somos al haber permitido este golpe mundial que afectó a todo el planeta.
Tristemente, Faraón sigue con un corazón duro - tal como Dios lo había dicho.

II. El cuarto golpe - las moscas (tábanos)

A diferencia del tercer golpe, el cuarto si tuvo una advertencia para Faraón.
Éxodo 8:20–23 NBLA
El Señor dijo a Moisés: «Levántate muy de mañana y ponte delante de Faraón cuando salga del agua, dile: “Así dice el Señor: ‘Deja ir a Mi pueblo para que me sirva. ’Porque si no dejas ir a Mi pueblo, entonces enviaré enjambres de insectos sobre ti y sobre tus siervos, sobre tu pueblo y dentro de tus casas. Las casas de los egipcios se llenarán de enjambres de insectos, y también el suelo sobre el cual están. ’Pero en aquel día Yo pondré aparte la tierra de Gosén en la que mora Mi pueblo, para que no haya allí enjambres de insectos, a fin de que sepas que Yo, el Señor, estoy en medio de la tierra. ’Yo haré distinción entre Mi pueblo y tu pueblo. Mañana tendrá lugar esta señal’ ”».
Moisés debe ir al agua para traer la advertencia de parte de Dios.
¿Qué hacía Faraón en el agua?
Lo mismo que hacía cuando recibió la advertencia acerca de que el Nilo se convertiría en sangre.
Faraón estaba rindiendo adoración al Nilo que para ellos era divino.
Aquí vemos el duro corazón de Faraón:
Dios mostró que el Nilo no era más que un rio. No era ningún Dios puesto que Dios pudo corromper sus aguas convertiendolas en sangre.
Dios mostró que el Nilo estaba vencido.
Sin embargo, aquí vemos a Faraón insistir en su idolatría en lugar de adorar al Dios verdadero.
Faraón se refugia en algo que no puede hacer nada por él.
Pero, así es el hombre. El hombre puede estar sufriendo y en lugar de adorar al Dios verdadero prefiere adorar lo que no tiene poder. Su orgullo lo tiene preso y no está dispuesto a doblar sus rodillas delante del Dios de los hebreos.
Romanos 1:25 NBLA
Porque ellos cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar del Creador, quien es bendito por los siglos. Amén.
Lo terrible de esto es que el golpe iba a suceder al otro día (Mañana).
Esto quiere decir que Faraón había tenido tiempo para humillarse y evitar el golpe de Dios.
Pero no fue así. Faraón nuevamente le da la espalda a Dios y resiste la voluntad divina.
La advertencia de parte de Dios es que llenará la tierra de “enjambres de insectos”.
Estos insectos no son los mismos de 8:16-19.
Estos “arob” son una clase de mosca; son “tábanos”.
Los tábanos son una clase de mosca con un aparato bucal “capaz de picar mamíferos para extraer sangre”.
Algunos dicen que el dolor de la mordida de un tábano es más que la mordida de una abeja.
Veamos el momento en que Dios azota a Egipto:
Éxodo 8:24 NBLA
Así lo hizo el Señor. Y entraron grandes enjambres de insectos en la casa de Faraón y en las casas de sus siervos, y en todo el país de Egipto la tierra fue devastada a causa de los enjambres de insectos.
Los tábanos llenaron la casa del Faraón, las casas de sus oficiales, y arrasó con toda la tierra.
La tierra fue devastada.

III. La manifestación del poder de Dios

Así que vemos a Faraón y los egipcios, y su ganado, todos afligidos por los mosquitos y los tábanos.
La población entera está viviendo esta plaga insoportable que Dios mismo ha enviado.
Es el dedo de Dios que ha hecho esto.
El poder de Dios lo vemos manifestado en enviar estos dos golpes sobre Egipto.
Parece que este cuarto golpe está humillando a Faraón pues parece que va a dejar libre a Israel:
Éxodo 8:25–27 NBLA
Entonces llamó Faraón a Moisés y a Aarón, y dijo: «Vayan, ofrezcan sacrificio a su Dios dentro del país» «No conviene que lo hagamos así», respondió Moisés, «porque es abominación para los egipcios lo que sacrificaremos al Señor nuestro Dios. Si sacrificamos lo que es abominación para los egipcios delante de sus ojos, ¿no nos apedrearán? »Andaremos una distancia de tres días de camino en el desierto, y ofreceremos sacrificios al Señor nuestro Dios, tal como Él nos manda».
Faraón está dispuesto que Israel vaya a adorar a Dios siempre y cuando no salgan de Egipto.
Moisés responde que no puede ser así.
Moisés explica que la manera en que ellos han de adorar a Dios será una abominación para los egipcios.
Algunos comentaristas creen que esto se refiere al hecho de que los Israelitas iban a ofrecer sacrificios de animales ante Dios (corderos/ovejas).
Esto sería abominable para los Egipcios o un insulto a su religión que consideraban sagrados a diferentes animales puesto que representaban a sus dioses - animales como el gato, el perro, el chacal, la rana, etc.
Moisés sabe que Dios ha ordenado que deben salir de Egipto (una distancia de tres días) para cumplir con la orden divina de adorar a Dios.
Notemos la insistencia de Faraón:
Éxodo 8:28 NBLA
Faraón dijo: «Los dejaré ir para que ofrezcan sacrificio al Señor su Dios en el desierto, solo que no vayan muy lejos. Oren por mí».
Faraón insiste que él los va a dejar ir y que no deben salir lejos.
Notemos la osadía/prepotencia en sus palabras.
Faraón ya sabe que los Israelitas deben salir del país.
Faraón sabe que han habido consecuencias por causa de su resistencia a la voluntad divina.
Pero insiste que él es el que los va a dejar ir…y que no deben ir lejos, y ahora que oren por él.
Cada vez Faraón está más duro, cada vez se resiste más a la voluntad divina.
Moisés le da al beneficio de la duda…pero Moisés sabe que lo más probable es que Faraón no cumplirá su palabra:
Éxodo 8:29 NBLA
«Voy a salir de tu presencia», le contestó Moisés «y rogaré al Señor que los enjambres de insectos se alejen mañana de Faraón, de sus siervos y de su pueblo. Pero que Faraón no vuelva a obrar con engaño, no dejando ir al pueblo a ofrecer sacrificios al Señor».

Conclusión

Pero el centro de esta historia no son los mosquitos, ni los tábanos, ni el hecho que los magos no pudieron replicar las señales.
El centro de esta historia es lo que leemos en Éxodo 8:22-23.
Éxodo 8:22–23 NBLA
’Pero en aquel día Yo pondré aparte la tierra de Gosén en la que mora Mi pueblo, para que no haya allí enjambres de insectos, a fin de que sepas que Yo, el Señor, estoy en medio de la tierra. ’Yo haré distinción entre Mi pueblo y tu pueblo. Mañana tendrá lugar esta señal’ ”».
Dios va a proteger a su pueblo.
Dios va a guardar a los hebreos.
Es la primera vez que Moisés nos dice explícitamente que la tierra de Gosén, donde viven los hebreos, no será afligida.
Dios va a guardar a su pueblo de este terrible golpe.
Pero, quiero que pongamos bastante atención en el versículo 23.
Éxodo 8:23 NBLA
’Yo haré distinción entre Mi pueblo y tu pueblo. Mañana tendrá lugar esta señal’ ”».
Dios está haciendo distinción entre su pueblo y el pueblo de Faraón.
Dios reconoce quien es su pueblo.
Dios reconoce que los egipcios y Faraón no son su pueblo.
Son creación de Dios pero no son el pueblo de Dios.
Solo Israel, solo los hebreos, son su pueblo.
En la NBLA la palabra que se traduce como “distinción” es literalmente “redención”.
Es como si Dios estuviera diciendo que él ha separado a su pueblo y lo ha de librar de la prueba que ha de venir.
Dios hizo un pacto con su pueblo y ellos no van a ser afligidos en base al pacto que Dios hizo con Abraham.
La Biblia enseña con total claridad este principio. Dios hace distinción entre su pueblo y entre la creación entera:
Deuteronomio 7:6–11 NBLA
»Porque tú eres pueblo santo para el Señor tu Dios; el Señor tu Dios te ha escogido para ser pueblo Suyo de entre todos los pueblos que están sobre la superficie de la tierra. »El Señor no puso Su amor en ustedes ni los escogió por ser ustedes más numerosos que otro pueblo, pues eran el más pequeño de todos los pueblos; mas porque el Señor los amó y guardó el juramento que hizo a sus padres, el Señor los sacó con mano fuerte y los redimió de casa de servidumbre, de la mano de Faraón, rey de Egipto. »Reconoce, pues, que el Señor tu Dios es Dios, el Dios fiel, que guarda Su pacto y Su misericordia hasta mil generaciones con aquellos que lo aman y guardan Sus mandamientos; pero al que lo odia, le da el pago en su misma cara, destruyéndolo; y no se tarda en castigar al que lo odia, en su misma cara le dará el pago. »Guarda, por tanto, el mandamiento y los estatutos y los decretos que yo te mando hoy, para cumplirlos.
Fue así como Dios elige a Israel…no en base a que eran un gran pueblo, o muy numerosos - los eligió en base a su gracia soberana.
Dios eligió una nación al llamar a Abraham mientras era un hombre idolatra en Ur de los Caldeos.
Dios eligió a esta nación y debían vivir de acuerdo a sus estatutos y decretos.
Su nuevo estilo de vida era la marca de que eran el pueblo elegido de Dios.
Es por eso que debían ir al desierto a adorar a Dios en obediencia al mandato divino.
Y lo mismo sucede con el pueblo de Dios llamado la Iglesia de Jesucristo:
1 Pedro 2:9–10 NBLA
Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable. Ustedes en otro tiempo no eran pueblo, pero ahora son el pueblo de Dios; no habían recibido misericordia, pero ahora han recibido misericordia.
¡Dios sigue llamando gente de toda nación!
Dios recibe como hijos a todos aquellos que creen en su nombre.
Dios nos da una nueva identidad. Los que antes no eramos pueblo de Dios ahora lo somos.
Pero, ahora el pueblo de Dios no se identifica por lo que come o no come, por leyes de vestimenta, por guardar el sábado o ciertas fiestas judías.
Los distintivos del pueblo de Dios son una vida santa, apartada de lo que no agrada a Dios.
1 Pedro 2:11–12 NBLA
Amados, les ruego como a extranjeros y peregrinos, que se abstengan de las pasiones carnales que combaten contra el alma. Mantengan entre los gentiles una conducta irreprochable, a fin de que en aquello que les calumnian como malhechores, ellos, por razón de las buenas obras de ustedes, al considerarlas, glorifiquen a Dios en el día de la visitación.
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