Una esperanza consoladora
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· 475 viewsLa declaración de Pablo de su muerte están enriquecidas con palabras de consuelo y aliento para la iglesia de hoy.
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Una esperanza consoladora
Una esperanza consoladora
2 Timoteo 4:6–8
6 Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano.
7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
Introducción
Introducción
2 Timoteo es la última epístola escrita por el apóstol Pablo antes de morir decapitado por ordenes de Nerón.
Pablo tenía un futuro asegurado en la secta de los fariseos, su linaje, preparación académica y celo le auguraba éxito y fama.
Pero desde su conversión se entregó por completo a Cristo, estando dispuesto a despreciar todo por causa de Él. Filipenses 3:8 “Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo.”
Por aproximadamente 25 años se entregó por completo a anunciar el evangelio por las regiones del imperio romano, fundando muchas iglesias y trayendo muchas almas a Cristo, a pesar de las duras pruebas que debió enfrentar.
2 Corintios 11:23–28 23¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. 24 De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. 25 Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; 26 en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; 27 en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; 28 y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias.
Pero ahora está a punto de ser ejecutado, Pablo moría como un delincuente a los ojos del mundo, sin disfrutar de una jubilación, descansando en casa sus últimos días, disfrutando a sus nietos, de una esposa e hijos. Estaba encarcelado.
El encarcelamiento de Pablo
El encarcelamiento de Pablo
Pablo había sido encarcelado por predicar el evangelio, muy rara vez vemos al Pablo quejándose, pero aquí presenta alguna idea de lo que sufría.
Se sentía solo: 2 Timoteo 4:9 “Procura venir pronto a verme,” Muy probablemente también estaba enfermo.
Todos le habían abandonado: 2 Timoteo 4:16 “En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta.” Después de alentar a muchos y traerlos a la luz, se encontraba solo.
Algunos de ellos le causaron daño: 2 Timoteo 4:14 “Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos.”
Sentía frío: 2 Timoteo 4:13 “Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos.”
Aunque estas palabras muestran a un hombre sufriente, no permitía que los sufrimientos opacaran su fe y esperanza en Dios.
Esperanza eterna
Esperanza eterna
Pablo estuvo muchas veces en peligro de muerte (2 Corintios 11:23-29) pero en ningún momento se angustió, pues sabía que su vida estaba bajo el control de Dios.
Pero ahora si estaba seguro de su muerte: 2 Timoteo 4:6 “Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano.”
Pablo sabía que no eran los romanos que lo mataban, sino era Dios que lo permitía bajo su propósito: 2 Timoteo 4:18 “Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.”
Como Jesús con Pilato Juan 19:11 “Respondió Jesús: Ninguna autoridad tendrías contra mí, si no te fuese dada de arriba; por tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene.”
Si vives en el propósito de Dios, tendrás seguridad que Dios te guardará hasta el tiempo de tu partida.
La muerte para el cristiano no es una desgracia, tampoco una experiencia aterradora, es una esperanza gloriosa, un anhelo para estar con el Señor: Filipenses 1:21 “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.”
Las obras
Las obras
Pablo predicó que no somos salvos por obras sino por la fe en Jesucristo: (Efesios 2:8)
Pero Santiago aclara que la fe sin obras es muerta: (Santiago 2:20)
Es decir, las obras del cristiano son evidencia y fruto de su fe en Jesucristo.
Así que Pablo funda su seguridad en el fruto de su ministerio: 2 Timoteo 4:7 “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.” Como buen soldado a peleado la batalla y como buen atleta a acabado la carrera y como buen cristiano a guardado la fe.
Todos estos tienen en común la disciplina y la perseverancia.
En base a su fe y el fruto producido (no por sus méritos sino por los de Cristo), tiene la seguridad de recibir la promesa de la vida eterna: 2 Timoteo 4:8 “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.”
Pablo está en paz, esperando entusiasmado su partida de esta tierra, esta actitud le hace estar fortalecido ante los sufrimientos que padece.
Conclusión
Conclusión
Las palabras de Pablo son un aliento para nosotros, depositar nuestra confianza en las promesas del evangelio.
Sin embargo, sabiendo que está próxima su muerte, advierte a la iglesia a estar firme y fiel al evangelio, pues cuando el muera, otros deben tomar su lugar.
2 Timoteo 4:1–5 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. 5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.
La muerte del cristiano representa una esperanza de gloria, pero también un legado de servicio en la obra del Señor, en el cual a su partida otros deben continuar esa obra.
Pues, aunque somos salvos, será evaluado el fruto de nuestra conversión.
1 Corintios 3:13 “la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.”
Por eso es necesario aplicar nuestras vidas y hacer tesoros en el cielo.
Mateo 6:20 “sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.”
Procura que tu vida en esta tierra valga la pena para el reino de Dios. No seamos cristianos nominales, solo de nombre, sino cristianos genuinos, obedientes y practicantes de la Palabra de Dios.