LA SIEMBRA DEL EVANGELIO (MARCOS 4:1-20)

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1 AQUELLOS QUE SOLO OYEN (1-4; 15)
2 LOS DE DOBLE ÁNIMO (5-6: 16-19)
3 LOS GENUINOS (8; 20)
Introducción
¿quien no conoce la parabola del sembrador?
Esta maravillosa parábola que nos habla del efecto de la predicación del Evangelio, el efecto del mimo Evangelio, dependiendo el tipo de persona.
Hay varios tipos para esto, que precisamente nuestro Señor Jesucristo pasa a analizar.
¿Cómo obra el Evangelio en el creyente? ¿Cómo lo hace en los impíos? ¿Cómo saber en que lugar me encuentro. vamos a ello.

1. AQUELLOS QUE SÓLO OYEN (1-4: 15)

Hay una diferencia muy grande entre oír y escuchar.
Pero antes vemos que importante era para Jesús la enseñanzas acerca del Reino.
Marcos 4:1–2 LBLA
1 Comenzó a enseñar de nuevo junto al mar; y se llegó a Él una multitud tan grande que tuvo que subirse a una barca que estaba en el mar, y se sentó; y toda la multitud estaba en tierra a la orilla del mar. 2 Les enseñaba muchas cosas en parábolas; y les decía en su enseñanza:
Y comenzó a Enseñar:
Marcos 4:3–4 LBLA
3 ¡Oíd! He aquí, el sembrador salió a sembrar; 4 y aconteció que al sembrar, una parte de la semilla cayó junto al camino, y vinieron las aves y se la comieron.
¿Qué queire decir esto? El mismo Jesús lo explica mas abajo:
Marcos 4:15 LBLA
15 Y estos son los que están junto al camino donde se siembra la palabra, aquellos que en cuanto la oyen, al instante viene Satanás y se lleva la palabra que se ha sembrado en ellos.
Aquellos, que quizás oigan algo, pero en ese terreno no crece nada, ni siquiera les entusiasma o muestran un cambio, sino que a las primeras de cambio se dejan llevar por su naturaleza y se olvidan de aquellos que parece estaban oyendo.
Lo dice la Palabra, Satanás les influencia proque son de Satanás, son de su Padre el diablo. Como lo eramos nosotros cristianos antes de que la gracia de Dios viniera a nosotros.
Pueden ir un día a la iglesia, incluso ser parte cercana de un creyente y le acompañe, pero nunca la Palabra es plantada en su corazón.

2. LOS DE DOBLE ÁNIMO (5-6; 16-19)

Vamos a entretenernos más en estos, porque son los estados más peligrosos y sutiles.
Marcos 4:5–6 LBLA
5 Otra parte cayó en un pedregal donde no tenía mucha tierra; y enseguida brotó por no tener profundidad de tierra. 6 Pero cuando salió el sol, se quemó; y por no tener raíz, se secó.
a) Parece cristianos genuinos
Aparantan gozo al recibir la Palabra, incluso puede apreciarse algún cambio, pero que sólo es superficial.
Este estado puede durar una vida.
Mateo 7:21–23 LBLA
21 No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: «Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?». 23 Y entonces les declararé: «Jamás os conocí; apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad».
Y ¿Cómo saber si nuestro estado es este? esto daría mucho miedo, no?
La perseverancia. Estos.
b) En verdad no lo son.
Y nuestros Señor Jescuristo lo explica de esta manera:
I. Los que se desaniman y no perseveran (16-17)
Marcos 4:16–17 LBLA
16 Y de igual manera, estos en que se sembró la semilla en pedregales son los que al oír la palabra enseguida la reciben con gozo; 17 pero no tienen raíz profunda en sí mismos, sino que solo son temporales. Entonces, cuando viene la aflicción o la persecución por causa de la palabra, enseguida tropiezan y caen.
Cuando se tambalea la cosa. Es como aquel que construyó sobre la arena.
Mateo 7:24–29 LBLA
24 Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; 25 y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca. 26 Y todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena; 27 y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción. 28 Cuando Jesús terminó estas palabras, las multitudes se admiraban de su enseñanza; 29 porque les enseñaba como uno que tiene autoridad, y no como sus escribas.
Y también hay otro tipo:
II: Los que se dejan llevar por el mundo (18-19)
Marcos 4:18–19 LBLA
18 Otros son aquellos en los que se sembró la semilla entre los espinos; estos son los que han oído la palabra, 19 pero las preocupaciones del mundo, y el engaño de las riquezas, y los deseos de las demás cosas entran y ahogan la palabra, y se vuelve estéril.
El amor a otras cosas, el apego al mundo, los deseos de nuestra carnalidad…
De esto también hay en la iglesias.
¿Entonces si dependiera de nosotros estariamos condenados! Pues si, todos sin el previo trabajo del Sembrador estaríamos perdidos.
De eso se trata. Del trabajo del Sembrador.

3. LOS GENUINOS (8;20)

No somos genuinos porque seamos mas listos, sino por el trabajo del Sembrador.
El Sembrador es Cristo.
Marcos 4:8 LBLA
8 Y otras semillas cayeron en buena tierra, y creciendo y desarrollándose, dieron fruto, y produjeron unas a treinta, otras a sesenta y otras a ciento por uno.
Marcos 4:20 LBLA
20 Y otros son aquellos en que se sembró la semilla en tierra buena; los cuales oyen la palabra, la aceptan y dan fruto, unos a treinta, otros a sesenta y otros a ciento por uno.
a) La buena tierra es preparada por el sembrador.
Nuestro corazón es preparado para recibir la Palabra de Dios, como es preparada la tierra apra recibir la semilla y crezca y de frutos.
b) Son aquellos que pueden responder al llamado (esto es del Señor)
Precisamente por el trabajo de la prearación de la tierra del Señor.
Y esto se ve en el día a día.
c) La semilla crece y hay fruto.
Mateo 7:16–21 LBLA
16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? 17 Así, todo árbol bueno da frutos buenos; pero el árbol malo da frutos malos. 18 Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado al fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis. 21 No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Y en aquel que ha sido plantada la semilla y es buena tierra, perseverará no para ser salvo, sino porque es salvo.
Mateo 24:13 LBLA
13 Pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo.
CONCLUSIÓN
Marcos 4:9 LBLA
9 Y Él decía: El que tiene oídos para oír, que oiga.
Ya hemos visto los tipos de responder a la predicación del Evangelio. ¿En cual de ellos estás tú?
En el qué oye pero nunca escuchó?
En el que escucha, se llena de gozo pero por las pruebas o el amor al mundo se olvida del Evangelio?
En el que Dios ha obrado, ha preparado la tierra de tu corazón y ha plantado la semilla y estás dando furto ahora?
Si es esta última opción, llénate de Gozo y da gracias a Dios, sabiendo que nada has hecho todo a sido por su gracia y por amor.
Si están en los otros dos casos, y te sientes confrontado, quizás es el amor y la gracia junto con la misericordia de Dios que está preparando la tierra de tu corazón para plantar la semilla. No temas, cree en el Evangelio, arrepientete y da frutos al Señor.
Que el Señor bendiga su Palabra.
Gloria al Padre, Hijo y Espíritu Santo.
ORACIÓN FINAL
Señor, concédenos que al igual que plantaste la semilla de tu Evangelio en nuestros corazones, seamos obedientes a tu llamado, dando evidente fruto de nuestra conversión para la gloria de tu nombre y bendición de tu iglesia. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Apelamos a tu bendición
24 “El Señor te bendiga y te guarde; 25 el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 26el Señor alce sobre ti su rostro, y te dé paz”».
Porque tuyo Señor, es el reino y el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén».
Que la Bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo sea con todos vosotros. amén
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