LA MISERICORDIA DE DIOS

El Ministerio del Perdón de pecados

Biblia de Jerusalén Latinoamericana Capítulo 20

Como el Padre me envió,

también yo los envío*

El Envío de Jesús, Luego de ser Glorificado por el Padre es el de perdonar los pecados.

Se afirmaba que solo Dios Perdona Pecados, y confiere este Poder Divino a sus Sacerdotes… Que dádiva tan Inmensa y que responsabilidad tan Grande en nuestros hombros… El el acto de Misericordia Mas Grande después de su Resurrección...

por esto damos Gracias con el salmo 117

Salmo 117: Den gracias al Señor porque es eterna su misericordia.

Ademas: en esa Pascua-Pentecostés de la comunidad joanica «toda la comunidad» de discípulos y discípulas recibe la autoridad para perdonar los pecados. Esto corresponde a la tradición que también Mateo ha conservado en su evangelio (Mt 18,18).

Biblia de Jerusalén Latinoamericana Capítulo 18

18 «Yo les aseguro: todo lo que aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo.

En efecto, veamos. Jesús entra y se coloca en medio de la comunidad. Sopla sobre ellos/as y dice que les envía el Espíritu Santo. Para la comunidad de Juan (en la que, con la que escribe), la Pascua de Resurrección y Pentecostés acontecieron el mismo día en que Jesús resucitó. No hay que esperar 50 días para Pentecostés. (Tomado de: Servicio Bíblico Latinoamericano Semana del 24 al 30 de abril de 2022– Ciclo C)

Al dar el Espíritu Santo a sus apóstoles, Cristo resucitado les confirió su propio poder divino de perdonar los pecados: “Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos” (Jn 20:22–23).

Iglesia católica. (2001). Catecismo de la Iglesia Católica (p. 219). Libreria Editrice Vaticana.

979† En este combate contra la inclinación al mal, ¿quién será lo suficientemente valiente y vigilante para evitar toda herida del pecado? “Si, pues, era necesario que la Iglesia tuviese el poder de perdonar los pecados, también hacía falta que el Bautismo no fuese para ella el único medio de servirse de las llaves del Reino de los cielos, que había recibido de Jesucristo; era necesario que fuese capaz de perdonar los pecados a todos los penitentes, incluso si hubieran pecado hasta en el último momento de su vida”.520

980† Por medio del sacramento de la Penitencia, el bautizado puede reconciliarse con Dios y con la Iglesia:

Los padres tuvieron razón en llamar a la penitencia “un bautismo laborioso”.521 Para los que han caído después del Bautismo, es necesario para la salvación este sacramento de la Penitencia, como lo es el Bautismo para quienes aún no han sido regenerados.522

Iglesia católica. (2001). Catecismo de la Iglesia Católica (p. 220). Libreria Editrice Vaticana.