Untitled Sermon (3)
2. Dios mi deleite, vv. 5–8
Se saciará: la figura es de una fiesta. Cuando uno tiene gran hambre, una buena comida le da gozo. Asimismo el ser interior se nutre, se goza y se fortalece con la comunión con Dios y la alabanza a él. El júbilo, que es casi un grito, enfatiza el deleite en adorar a Dios. Dice Calvino que los creyentes, aunque sufran pobreza y persecución, pueden tener gozo, pues “les va bien”, en el mejor sentido de la frase, porque Dios es su amigo. En cambio, los incrédulos han de ser miserables, aunque todo el mundo les admire, porque Dios es su enemigo.
Mi cama y las vigilias pueden sugerir otro tiempo “seco”, cuando uno se queda despierto en la noche. ¡Qué buen tiempo para meditar, recordar lo que Dios ha hecho, alabarle y orar! Los israelitas dividían la noche en tres vigilias, desde la puesta del sol hasta el alba. En el NT se usa el sistema que por influencia egipcia dividía la noche en cuatro vigilias.
El salmista descansa en la seguridad que sólo Dios puede dar (v. 7). Tus alas se usa varias veces (cf. 61:4) como figura de la protección de Dios. También está apegada a Dios. El “se agarra” de Dios y le “sigue de cerca”; puede hablar así porque Dios le sostiene. Todo creyente en Cristo puede disfrutar de la misma promesa.
3. Dios mi defensa, vv. 9–11
En esta “experiencia árida” hay enemigos, pero el salmista está tan ocupado con Dios que solamente aparecen ahora. Cuando uno sirve a Dios es cuando sufre más ataques. Pero el salmista está seguro de su victoria. Los enemigos caerán en las profundidades de la tierra, que normalmente se refiere al Seol, el mundo subterráneo de los muertos. Dios verá que sean destruidos. Zorras (shu’alim) puede ser zorras o chacales. El salmista debe tener en mente a chacales, pues ellos devoran carne.
El rey (v. 11); algunos piensan que el autor era David, otros piensan que era otro (en honor a David). Tanto el rey como cualquiera que jura por Dios (él es ambiguo, pero los israelitas sólo juraban por Dios, no por el rey) experimentará este gozo y protección de él. El contraste es entre los incrédulos que hablan mentira, y los que juran por Dios porque confían en él y hablan la verdad.
Algunas consoladoras promesas bíblicas
64:1
1. El te guardará como la niña de su ojo, Salmo 17:8.
2. El te guardará en todos tus caminos, Salmo 91:11.
3. El guardará tu depósito para aquel día, 2 Timoteo 1:12.
4. El te guardará como un pastor guarda a su rebaño, Jeremías 31:10.
5. El te guardará en perfecta paz, Isaías 26:3.
6. El te guardará de la hora de la prueba y te apoyará en épocas de pruebas, Apocalipsis 3:10; 1 Corintios 10:13.
7. El te guardará de caída, Judas 24.
8. El te guardará del mal, Juan 17:15.
SALMO 64: SUPLICA INDIVIDUAL POR PROTECCION DE LOS ENEMIGOS
El Salmo 63 se ocupa casi totalmente de Dios; en cambio, aquí el salmista habla más de los enemigos. Muestra la naturaleza perversa de muchas acciones humanas. Igualmente confía en Dios quien acabará rápidamente con los malignos. Otros salmos de protección son 3, 5, 7, 11, 26, 28, 36, 52, 54, 57, 61, 62, 63, 71, 77, 86, 139 y 140.