La Gente que le agrada a Dios

Introducción: La mayor parte de los seres humanos hacemos grandes esfuerzos para quedar bien con las demás personas, queremos ser del agrado de los demás por conveniencia, por algún beneficio personal, por orgullo o complacencia personal. No siempre esta actitud resulta tan beneficiosa porque tarde o temprano podemos darnos cuenta que la persona que buscamos agradar no se interesa en lo mínimo por nosotros. Pero, ¿ha pensado usted en agradar a Dios? ¿Sabe usted de los beneficios de agradar a Dios? Dios está interesado completamente en aquellas personas que quieren agradarle, y él nunca defraudara a quien sinceramente le busca.

Idea Central: La Palabra de Dios nos da dos condiciones que debe tener una persona para agradar a Dios.

Hechos de los Apóstoles 10:34–35 RVR60

34 Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, 35 sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.

1. Dios se agrada del que le teme.

fobeo (φοβέω, G5399) , temer, tener miedo. Se traduce con el verbo reverenciar en Eph_5:33

a. Un temor manifestado en su manera de vivir. 10:22

b. Un temor manifestado en relaciona su Palabra 13:26

c. Un temor manifestado en obediencia. Col. 3:22

d. Un temor manifestado ante los justos juicios de Dios. Apoc. 14:7

2. Dios se agrada del que hace justicia.

dikaiosune (δικαιοσύνη, G1343) es el carácter o cualidad de ser recto o justo. Se usa para denotar un atributo de Dios (p.ej., Rom_3:5).

(a) de todo aquello que es recto o justo en sí mismo, de todo lo que se conforma a la voluntad revelada de Dios (Mat_5:6, Mat_5:10, Mat_5:20);

(b) (b) de todo aquello que ha sido señalado por Dios para que sea reconocido y obedecido por el hombre (Mat_3:15 ; Mat_21:32);

(c) (c) de la totalidad de las demandas de Dios (Mat_6:33);

(d) (d) de los deberes religiosos (Mat_6:1), distinguidos como el dar limosnas, el deber del hombre hacia su prójimo (vv. 2-4), la oración, su deber para con Dios (vv. 5-15), el ayuno, el deber del dominio propio (vv. 16-18).

Pero que finalmente se da cuenta que su propia justicia no es suficiente, sino es por la justicia de Dios en el 2 pedro 1:1.

Eph_6:14 , etc. Pero en la mayoría de las veces lo usa para denotar el don de gracia de Dios a los hombres por el cual todos los que creen en el Señor Jesucristo son introducidos a la correcta relación con Dios. Esta justicia es inalcanzable por obediencia a ley alguna o por cualquier mérito propio del hombre, o por cualquier otra condición que no sea la de la fe en Cristo … El que confía en Cristo viene a ser «justicia de Dios en él» (2Co_5:21); esto es, viene a ser en Cristo todo aquello que Dios demanda que sea un hombre. Debido a que Abraham aceptó la Palabra de Dios, haciéndola suya mediante aquel acto de la mente y del espíritu que recibe el nombre de fe, y, como demuestra lo que sucedió posteriormente, sometiéndose a su control, por ello Dios lo aceptó como uno que cumplió todas sus demandas (Rom_4:3).