Oración por la Iglesia Completa
Introducción:
Ser Llenos del Conocimiento de Dios, vs: 9.
¡Satanás es tan engañoso! A él le gusta usar el vocabulario cristiano, ¡pero no usa el diccionario cristiano!
En el lenguaje del Nuevo Testamento, el ser “lleno” significa ser controlado por. Cuando nos llenamos de ira, somos controlados por la ira. Ser “llenos del Espíritu” (Efesios 5:18) significa ser controlados por el Espíritu. La oración de Pablo, entonces, era que esos creyentes pudieran ser controlados por el conocimiento completo de la voluntad de Dios.
La voluntad de Dios para sus hijos en forma general se da claramente en la Biblia. La voluntad de Dios en forma específica para cualquier situación siempre estará acorde con lo que ya ha revelado en su Palabra. Cuanto mejor conozcamos la voluntad de Dios en forma general, más fácil será determinar su voluntad específica para la vida cotidiana. Pablo no animaba a los Colosenses para que buscaran visiones o escucharan voces sobrenaturales. El oraba para que ellos profundizaran más en la Palabra de Dios y tuvieran una mejor sabiduría y discernimiento en cuanto a la voluntad de Dios. El quería que tuvieran “toda sabiduría”—no que lo supieran todo, sino que tuvieran toda la sabiduría necesaria para tomar decisiones correctas y así agradar a Dios.
Andar dignos de Dios, vs: 10-12.
Cuando perdemos el gozo, empezamos a quejarnos y a volvernos criticones.
El creyente que está lleno del Espíritu y de la Palabra y está velando en oración, lo demostrará mediante su actitud de aprecio y agradecimiento a Dios.
Confiar en la Obra de Dios, vs: 13-14.
Jesucristo es preeminente en la salvación. Nadie más podía redimirnos, perdonarnos, trasladarnos del reino de Satanás al reino de Dios—y hacerlo completamente por gracia. La frase “por su sangre” nos recuerda el costo de nuestra salvación. Moisés y los israelitas sólo tuvieron que derramar la sangre de un cordero para ser librados de Egipto. Pero Jesús tuvo que derramar su propia sangre para rescatarnos del pecado.