Jesús y la Familia
Siguientes Pasos: La Salvación es solo el inicio • Sermon • Submitted
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· 13 views“Próximos pasos” se trata de los siguientes pasos después de la salvación, los dones que Dios en su gracia nos proporciona para acercarnos más a él y ser más semejantes a Cristo: el bautismo, el dar, la comunidad de la iglesia y la importancia del servicio ministerial.
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Introducción
Introducción
Si tú ya aceptaste a Jesús como Salvador, tienes el deseo no solo de tú ir al cielo, sino también tu familia.
Cada uno de nosotros tenemos familia que deseamos de todo corazón que vayan al cielo cuando mueran.
Puede ser que tengas una madre que todavía no es cristiana, y te preocupa saber qué va a pasar con ella sino acepta al Señor.
Puede ser que tengas hijos pequeños, y te preocupan que, cuando sean grandes, no acepten al Señor.
Puedes tener hermanos(as) que son rebeldes a venir a Cristo, y te preocupas en saber si algún día aceptarán a Cristo.
Puede ser que tu conjugue no ha aceptado al Señor y las cosas no te van bien.
Las Escrituras nos enseñan que nada de esto es nuevo.
Advierten de división en la familia.
Advierten de contiendas en la familia o amistades.
Pero nos dan una linda promesa.
Lectura en Juan
Lectura en Juan
1 Algún tiempo después, Jesús andaba por Galilea. No tenía ningún interés en ir a Judea, porque allí los judíos buscaban la oportunidad para matarlo. 2 Faltaba poco tiempo para la fiesta judía de los Tabernáculos, 3 así que los hermanos de Jesús le dijeron:
—Deberías salir de aquí e ir a Judea, para que tus discípulos vean las obras que realizas, 4 porque nadie que quiera darse a conocer actúa en secreto. Ya que haces estas cosas, deja que el mundo te conozca.
5 Lo cierto es que ni siquiera sus hermanos creían en él. 6 Por eso Jesús les dijo:
—Para ustedes cualquier tiempo es bueno, pero el tiempo mío aún no ha llegado. 7 El mundo no tiene motivos para aborrecerlos; a mí, sin embargo, me aborrece porque yo testifico que sus obras son malas. 8 Suban ustedes a la fiesta. Yo no voy todavía a esta fiesta porque mi tiempo aún no ha llegado.
9 Dicho esto, se quedó en Galilea.
La fiesta de los tabernáculos
La fiesta de los tabernáculos
Esta fiesta era una de las tres más importantes del año.
Se celebraba 6 meses después de la Pascua, entre Septiembre y Octubre.
Duraba 8 días.
Todo varón estaba obligado a asistir (Éxodo 23, Deuteronomio 16).
1. Afirma tu fe aún si ellos no creen.
1. Afirma tu fe aún si ellos no creen.
Juan 7.5 “5 Lo cierto es que ni siquiera sus hermanos creían en él.”
Hermanos de Jesús.
Estos eran los medios hermanos, no primos o “hermanos espirituales” como algunos afirman para darle perpetuidad a la virginidad de María.
Mateo 13.55 “¿No se llama su madre María; y no son sus hermanos Jacobo, José, Simón y Judas? 56 “¿No están con nosotros todas sus hermanas?”
Marcos 3.21 “Cuando se enteraron sus parientes, salieron a hacerse cargo de él, porque decían: «Está fuera de sí.»”
Historia de María y los hermanos de Jesús Marcos 3:31-35.
Juan 7.5 “5 Lo cierto es que ni siquiera sus hermanos creían en él.”
Creerle vs creer en él.
Comentario Bíblico Mundo Hispano Tomo 17: Juan (1) Jesús en la fiesta de los Tabernáculos, 7:1–36.
La construcción que se traduce creían en él emplea la preposición griego eis1519 que connota confianza y compromiso personal.
Ellos no creían en Jesús como el Mesías o Salvador.
Juan 3.36 “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no sabrá lo que es esa vida...”
2. Afirma tu fe en medio de las divisiones.
2. Afirma tu fe en medio de las divisiones.
Juan 7.6 “Para ustedes cualquier tiempo es bueno, pero el tiempo mío aún no ha llegado.”
La agenda de ellos no era la misma como la de Jesús.
Problemas en la familia por causa de buscar a Dios en una iglesia.
Aquellos que no tienen interés en buscar a Dios llenan su agenda con cualquier cosa, menos Dios.
Esto produce división en la familia.
Juan 7.7 “El mundo no tiene motivos para aborrecerlos; a mí, sin embargo, me aborrece...”
El mundo los amaba, no tenía motivos para aborrecerlos.
Tal vez tú tienes ese mismo sentimiento: quieres que el mundo te ame, aunque el amor del Padre no esté en ti.
Vivían como el mundo vivía y no tenían nada de qué juzgarlos.
Es posible que hoy tú quieras actuar y vivir como el mundo vive.
Poner el trabajo en primer lugar.
Poner tus hubbies en primer lugar.
Justificar tu pecado tal como lo hace el mundo.
Hablar como tus amigos en el colegio o el trabajo.
1 Juan 2:15-17 “15 No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre. 16 Porque nada de lo que hay en el mundo—los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida—proviene del Padre sino del mundo. 17 El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”
Juan 7.8 “Suban ustedes a la fiesta. Yo no voy todavía...”
Dejan a Jesús por la religión
Es triste ver que estos hombres no creían en Jesús, sin embargo, sí asistían al templo y cumplían con su religión.
Hoy es posible que tú tengas una religión, una costumbre o sistema que te haga sentir bien o pensar que eres salvo.
Tal vez tú piensas que por pertenecer a una religión te has ganado el derecho al cielo.
Las Escrituras enseñan que solo por medio de Cristo es que entrarás al cielo.
Juan 14.6 “—Yo soy el camino, la verdad y la vida—le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.”
Proximidad con Jesús no garantiza salvación.
Importancia de orar siempre por tus familiares para que lleguen a ser salvos.
El significado de esta fiesta era que, a pesar de las dificultades, Dios estaba con ellos.
Sin embargo, Dios estaba en frente de ellos y lo habían menospreciado.
3. Afirma tu fe en las promesas de Jesús.
3. Afirma tu fe en las promesas de Jesús.
La historia no terminó ahí.
Pareciera una historia negativa.
Pareciera que no hubo esperanza con la familia de Jesús.
Los hermanos, y familia entera de Jesús terminaron verdaderamente confiando en Jesús.
Hechos 1.14 “Todos, en un mismo espíritu, se dedicaban a la oración, junto con las mujeres y con los hermanos de Jesús y su madre María.”
Jacobo, conocido como Santiago, fue un líder en la iglesia de Jerusalén y escribió la carta de Santiago.
Santiago era al que se le apodó las “rodillas de camello” por su dedicación a la oración.
Josefo, el historiador, narra que Santiago murió apedreado.
Judas, escribió el libro de Judas.
Ambos hermanos se llamaron “esclavos de Jesucristo” en vez de hermanos, mostrando su sumisión a É.
Hechos 16.31 “Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos”