De la crisis a la bendición

Roberto José Garcia Flores

Introducción

El libro de los Hechos muestra el inicio de la iglesia, su avivamiento y crecimiento. Pero también la tribulación que sufrió.

En Hechos 6 y 7 se menciona a Esteban, quien fue uno de los siete diáconos elegidos para servir en la iglesia, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, predicaba con fervor el evangelio, por tal razón muchas almas venía a los pies de Cristo.

La gente de la sinagoga estaba celosa por su éxito, por tal razón levantaron falso testimonio para condenarlo a muerte.

En su defensa Esteban, predica un mensaje que va desde Abraham hasta Jesús.

Menciona la historia de José para mostrar el perfecto propósito de Dios.

Hechos de los Apóstoles 7:9–13

9 Los patriarcas, movidos por envidia, vendieron a José para Egipto; pero Dios estaba con él, 10 y le libró de todas sus tribulaciones, y le dio gracia y sabiduría delante de Faraón rey de Egipto, el cual lo puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa. 11 Vino entonces hambre en toda la tierra de Egipto y de Canaán, y grande tribulación; y nuestros padres no hallaban alimentos. 12 Cuando oyó Jacob que había trigo en Egipto, envió a nuestros padres la primera vez. 13 Y en la segunda, José se dio a conocer a sus hermanos, y fue manifestado a Faraón el linaje de José.

El llamado y la preparación de Dios

La historia de José inicia en Génesis 37, siendo aun muy joven (17 años) Dios comienza a tratar con él.

Comienza a mostrarle en sueños que sería exaltado y prosperado por sobre sus hermanos, aun sobre su padre. (Los manojos que se doblaban ante él. La luna, el sol y once estrella se inclinaban ante él). Pero para llegar a este cumplimiento había una escuela que serviría para forjar su carácter y capacidad.

José sabía que esta revelación venía de Dios, por lo tanto, no solo lo creyó sino que también se aferró a esta promesa, lo cual le ayudó a superar la crisis que vendría.

Estos sueños causaron envidia en sus hermanos quienes ignoraban que ellos eran incapaces de estorbar los planes de Dios.

Los sueños, más la preferencia de su Padre a su hijo José motivó a sus hermanos para hacerle daño.

Pero Dios puede usar una desgracia para cumplir sus propósitos perfectos.

Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”

La crisis, una oportunidad para el crecimiento

FODA = Amenazas en oportunidades y debilidades en fortalezas.

La crisis vino a José con tanta fuerza que parecía muy difícil poder soportarla. Pero esta era necesaria para formarlo para cumplir el propósito de Dios. Vemos lo mismo en la vida de Moisés y de David.

En primer lugar la traición de sus hermanos. Lo querían matar pero Dios usó primero a Rubén para guardarle la vida y después a Judá para venderlo a los ismaelitas.

En Egipto fue vendido como esclavo a Potifar, un oficial de Faraón. Ahí José estuvo de dos a tres años donde aprendió principios de administración como también el lenguaje y costumbre de Egipcio. José tuvo buena actitud y Dios lo prosperó.

Pero el segundo golpe fue la calumnia de la esposa de Potifar. José fue enviado injustamente a la cárcel de los funcionarios de Faraón, donde aprendió de la política, economía y cultura egipcia.

Ahí también tuvo buena actitud y Dios lo prosperó. Se convirtió en el administrador de carcelero.

Interpretó el sueño del copero y panadero del rey. Después de tres días el copero sería restituido y el panadero ejecutado.

Pidió al copero que intercediera por él ante Faraón, lo cual olvidó.

Todo esto podría haber traído resentimiento y depresión a José, pero él continuó confiando en Dios y aferrándose a su promesa.

La exaltación

Al fin se presentó la oportunidad de José, toda su crisis había servido para prepararlo para este momento.

Faraón necesitaba que le interpretaran dos sueños. Ahí se acordó el copero de su promesa.

Posiblemente José pasó diez años en la cárcel, más tres años que posiblemente estuvo con Potifar.

Era José de aproximadamente 30 años cuando fue llamado a Faraón para que interpretara el sueño.

José fue exaltado al segundo al mando en Egipto, pero esto no solamente para su propio beneficio, Dios usó a José para resguardar la vida de su padre y sus hermanos, hijos de la promesa de Abraham.

Tenía que suceder de esta manera para que José se preparara en el arte de la administración, política y economía de Egipto.

Debía conocer el idioma y las costumbres de los egipcios. Toda su crisis fue una escuela de la cual salió graduado con honores por el Padre celestial.

Conclusión

José siempre tuvo presente la promesa de Dios. Pudo haberse envanecido y despreciar a sus hermanos cuando llegaron a pedir comida, pero tenía temor de Dios y comprendía que él era un instrumento para su propósito.

Génesis 45:5 “Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros.”

Sus hermanos actuaron con maldad, no merecían el favor de Dios, pero a pesar de eso Dios los guardó porque los había escogido para su propósito, y siempre los encausaría con disciplina a su propósito. Dios transformó el mal en bien.

Génesis 50:20 “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.”

La crisis que viene a nuestra vida Dios puede utilizarla para el bien nuestro y de muchas otras personas. Ten paciencia y continúa confiando en Dios, Él nunca dejará caído al justo.

No seas como la semilla sembrada en pedregales, Mateo 13:20

Salmo 55:22 “Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.”