Romanos 1.18-20

La ira revelada por Dios.

Dios se a dado a conocer de muchas maneras

Dios a revelado su amor hacia su creación

Dios a revelado su ira hacia su creación.

La ira que se menciona en este pasaje se refiere a lo inaceptable del pecado frente a Dios. causa un disgusto total de aborrecimiento hacia el pecado.

I.- La ira del Dios santo y justo

Romanos 1.18 “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;”

La ira de Dios es real , y es activada por la maldad y pecado del hombre.

Juan 3.36 “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.”

tenemos un Dios santo que no tolera el pecado.

II.- La ira de Dios y el hombre pecador

Romanos 1.18 “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;”

dede el inicio de la creacion Dios revela al ser humano primero su gran amor, pero a consecuencia de la desobediencia de Adan y eva Dios tambien revela su ira en contra del pecado cometido por su creación.

Hombres

faltos de reverencia a Dios

Faltos al temor a Dios

Sin relacion de Amor a Dios

el ser humano a intentado quitar a Dios de sus vidas de muchas maneras, creando filosofias y teorias que no tienen un sustento real y veridico.

III.- La ira de Dios frente a la actitud incorrecta del hombre hacia su revelacion.

Romanos 1:19–20 RVR60

porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

Dios se a revelado a ser humano desde la creacion hasta la ctualidad.

Hechos de los Apóstoles 14:15–17 RVR60

y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay. En las edades pasadas él ha dejado a todas las gentes andar en sus propios caminos; si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones.