CRECIENDO Y DANDO FRUTO (Marcos 4:26-29)

Evangelio según San Marcos  •  Sermon  •  Submitted
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1 LA SEMILLA Y SU MISTERIOSO CRECIMIENTO (26-27)
2 EL PROCESO DE MADURACIÓN Y FRUTO (28)
3 LLEGA LA COSECHA (29)
INTRODUCCIÓN
Seguimos con la serie del Evangelio según San Marcos, narrando los hechos y palabras de Jesús.
Y vemos como Jesús explicaba cosas importantes, trascendental pero con ejemplo que uno podía entender, hasta el mas sencillo.
Mira con que compara el Reino de Dios.
Con el proceso de plantación de una semilla y sus siguientes pasos.
La semilla se planta con el propósito que crezca y de frutos.
Esto hizo Dios con nosotros, cuando se nos fue plantada la Semilla de su Palabra, esto lo hacemos cuando predicamos el evangelio.
¿En qué consiste el Reino de Dios? ¿En qué consiste está parábola de la semilla? ¿Qué quiere decir? ¿Qué nos toca a nosotros aprender? ¿En qué nos concierne?

1. LA SEMILLA Y SU MISTERIOSO CRECIMIENTO (26-27)

Marcos 4:26–27 LBLA
26 Decía también: El reino de Dios es como un hombre que echa semilla en la tierra, 27 y se acuesta y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece; cómo, él no lo sabe.
Mas bien diríamos milagroso nacimiento.
a) La importancia de plantar la semilla (26)
Sin la plantación de la semilla sería imposible todo lo posterior.
Aquí vemos la importancia de que si Dios no hubiera plantado al semilla en nuestros corazones habiendo trabajado antes la tierra como el Sembrador, nosotros no hubieramos podido crecer ni dar fruto.
Lo mismo pasa con una misión, con una plantación de iglesia, si no se siembra, no podemos ver el fruto.
EL SEMBRAR es un trabajo de fe, pues depende del Señor, y no se espera el crecimiento repentino, si no que como veremos, tiene su tiempo y proceso. Y cosas que no podemos controlar.
Pero el que siembra demuestra su fe y dependencia en DIos, también porque sabe que Dios es el que hace brotar la semilla.
b) Su crecimiento es un misterio para nosotros
Marcos 4:27 LBLA
27 y se acuesta y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece; cómo, él no lo sabe.
Es un trabajo que no se puede controlar desde dentro, quizás desde fuera. Pero depende de Dios.
Después de encomendar la semilla a la tierra, llega el atardecer. Para los judíos esto significaba el comienzo de un nuevo día.
Poco después y cansado por la labor del día, el hombre se va a dormir, y sigue durmiendo hasta el amanecer. Por la mañana se levanta. En cuanto a la semilla que había sembrado el día anterior, entiende perfectamente que nada puede hacer al respecto. No tiene control sobre el proceso de germinación y de crecimiento. Cuando la noche cae una vez más, de nuevo se va a dormir. Otra vez se levanta por la mañana. Esta rutina de dormir y levantarse, dormir y levantarse, noche y día, noche y día, sigue, sigue y sigue.
Él no se olvida de la semilla… el…
c) Es nos lleva a creer y confiar en Dios (27)
Hasta el agricultor que se dice ser más ateo debe ejercer cierta fe, aunque esta fe sea natural.
Lo que quiero decir, es quq el ejemplo de Jesús es maravilloso para que puedan entender.
Todo este ejemplo nos lleva a una dependencia total de Dios, en cuando a su Reino, no podriamos entrar si no hubiera sido por la acción de Cristo, la semilla está llena de Sangre en nuestros corazones, la Sangre de nuestro Señor.
Esto me hace recordar a una frase de Tertuliano: «la sangre de los mártires es la semilla de la iglesia».
Y continuamos el proceso:

2. EL PROCESO DE MADURACIÓN Y FRUTO (28)

Marcos 4:28 LBLA
28 La tierra produce fruto por sí misma; primero la hoja, luego la espiga, y después el grano maduro en la espiga.
a) Esto vuelve a escapar de nuestras manos (28)
Entre tanto la semilla está germinando y creciendo. El agricultor no sabe exactamente cómo se realiza este crecimiento. Tampoco lo sabe el químico ni el especialista agrícola más docto. Nunca han podido comprender con exactitud cómo es que la semilla puede transformar un poquito de tierra—¿diremos “muerta”?—en una célula viva, y no en cualquier célula, sino en células precisamente semejantes a las de la planta de donde se originó la semilla.
Lo único que el agricultor puede hacer es confiar. Claro está que él ha de enterrar la semilla, arrancar la maleza, labrar la tierra, fertilizarla, y tal vez hacer un canal para llevar agua a su campo. Todas estas cosas son importantes. Pero no puede hacer que la semilla germine y crezca.
El agricultor debe confiar y orar. Ha de esperar pacientemente.
Pues de igual modo, esto acontece con los procesos de nuestra vida. Con el trabajo como iglesia, también, cuando estamos evangelizando a alguien.
Cuando esperamos la venida del Señor.
b) Todo tiene un orden y proceso (28)
Eclesiastés 3:1–8 LBLA
1 Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo: 2 tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; 3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de derribar, y tiempo de edificar; 4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de lamentarse, y tiempo de bailar; 5 tiempo de lanzar piedras, y tiempo de recoger piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de rechazar el abrazo; 6 tiempo de buscar, y tiempo de dar por perdido; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; 7 tiempo de rasgar, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; 8 tiempo de amar, y tiempo de odiar; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
Todo tiene su orden y momento.

primero la hoja, luego la espiga, y después el grano maduro en la espiga.

No pretendamos tomar el fruto sin haber plantado ante la semilla…
Esto aveces puede provocarnos ansiedad, o puede procarnos que queramos correr más de la cuenta. Pues…
c) Que podemos ver y controlar desde fuera pero nunca desde dentro.
En todo dependemos de Dios, Dios permite que crezca la planta y el agricultor puedo controlar algunos aspectos externos, pero nunca lo que sucede dentro.
Así es con todo, y en aquello que no podemos controlar debemos confiar en DIos, en Cristo, confiando en su obra, que ha sido aplicada y será consumada en nosotros.
Y así hasta que llega la cosecha.

3. LLEGA LA COSECHA (29)

Marcos 4:29 LBLA
29 Y cuando el fruto lo permite, él enseguida mete la hoz, porque ha llegado el tiempo de la siega.

29 y cuando da el fruto, enseguida envía la hoz, porque ha llegado la siega.

a) A su tiempo llega (29)
Lo que Dios primetió esto cumplirá.
Es tener paciencia tanto en nuestro crecimiento y fruto, como también en los fruto que esperamos en nuestro trabajo como iglesia.
Si eres neófito el fruto llegará a su tiempo.
Si estás caminando en el Señor, la cosecha, llegará, que Él te lleve o Venga el Señor.
Como iglesia: en la plantación de ellas, también el fruto llegará.
A veces pueden pasar años y no ver nada, pero fruto llega por medio del ES.
(Poner ejmeplos histórico, la reforma en España, William Carey)
Lo que sabemos que la cosecha es:
b) Cosecha es tiempo de alegría y victoria.
Y así es cuando cosechamos… cuando obtenemos el fruto.
Salmo 126:5–6 LBLA
5 Los que siembran con lágrimas, segarán con gritos de júbilo. 6 Él que con lágrimas anda, llevando la semilla de la siembra, en verdad volverá con gritos de alegría, trayendo sus gavillas.
Salmo 126 LBLA
Cántico de ascenso gradual. 1 Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sión, éramos como los que sueñan. 2 Entonces nuestra boca se llenó de risa, y nuestra lengua de gritos de alegría; entonces dijeron entre las naciones: Grandes cosas ha hecho el Señor con ellos. 3 Grandes cosas ha hecho el Señor con nosotros; estamos alegres. 4 Haz volver, Señor, a nuestros cautivos, como las corrientes en el sur. 5 Los que siembran con lágrimas, segarán con gritos de júbilo. 6 Él que con lágrimas anda, llevando la semilla de la siembra, en verdad volverá con gritos de alegría, trayendo sus gavillas.
Así será el tiempo de cosecha.
Por eso hermano, persevera en el tiempo de siembra y crecimiento, llegará el día del fruto maduro, en el Que EL Señor por medio de Cristo te hará resplandecer, y serás bendecido en gloria para la Eternidad.
Todo esto, no hubiera sido posible, todo esto no es posible, sin la obra del Santo Sembrador.
CONCLUSIÓN
Como iglesia es el tiempo de crecer y cosechar frutos.
Y esto será con mayor claridad, el día de la consumación del los tiempos. El día también que el Señor nos llame a su presencia.
En esa cosecha podremos decir…
2 Timoteo 4:7–8 LBLA
7 He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. 8 En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
El fruto de la obra de Dios en nosotros está pronto, estamos listos para ser cosechados y llevados con los demás frutos al Reino de Dios en la eternidad.
Que el Señor bendiga su Palabra.
Gloria al Padre, al Hijo y al ES.
ORACIÓN FINAL
Señor Dios, igual que plantantes la semilla en nuestros corazones, ayúdanos a entender que los tiempos son tuyos, riega con el agua de tu Espírtu esta semilla para que pueda crecer y dar mucho fruto para tu gloria. Concedenos la fe para esperar en ti, ententiendo que todo tiene un tiempo y proceso, así hasta la consumación de los tiempos. Por Jesucristo, nuestro Señor. ¡Amén!
Apelamos a tu bendición
24 “El Señor te bendiga y te guarde; 25 el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 26el Señor alce sobre ti su rostro, y te dé paz”».
Porque tuyo Señor, es el reino y el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén».
Que la Bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo sea con todos vosotros. amén
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