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· 9 viewsJesús demostró su amor infinito por medio del amor, su amor le hace humildad y lo lleva a servir lavando pies y hasta la muerte.
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Jesús: Amor y humildad
Jesús: Amor y humildad
Juan 13:1-17
Tema: Amor, humildad, servicio, purificación
Tema: Amor, humildad, servicio, purificación
Preposición: Jesús es el ejemplo supremo de amor en humildad.
Introducción:
El texto va más allá del servicio, no es simplemente una lección de humildad.
Es el más grande ejemplo de servicio, terminando en la muerte de Cristo.
Lavar los pies solo es algo temporal, lo que Jesús hizo fue purificar corazones.
Todo lo que hizo, fue por amor, todo su servicio fue motivado por amor.
Jesús sabía quien era, y el hecho de lavar pies, no lo quitaría de su posición, la humildad no te hace más pequeño, te hace más grande.
Al servir a los demás Cristo está glorificando a al Padre y a sí mismo.
Era el jueves en la noche, los judíos del norte comían la cena pascual , el viernes en la mitad de la noche, Jesús pasará por un juicio forjado, y en las primeras horas de la mañana lo crucificarían, Y Jesús sabía que todo eso iba a pasar pero su amor fue más fuerte, él tenía que dejarles el ejemplo.
Su amor Vs 1.
Jesús sabía que su hora de morir estaba por llegar, y su principal preocupación no fue la cena o aprovechar la noche. Él amó sus discípulos hasta el final, y ese amor lo llevó a pensar menos en sí mismo.
El verdadero amor está en pensar menos en tí mismo.
El amor y la humildad están estrechamente relacionados.
Jesús amó tan infinitamente como un Dios infinito puede amar, eso lo llevó a servir. Eso nos lleva a servir. Vs 1.
Si no estoy sirviendo quizás me ame demasiado a mí mismo.
Su identidad Vs 3
Jesús sabía quien él era, tenía pleno conocimiento de su naturaleza divina, lo que hace que su gesto sea todavía más impresionante.
Llegamos a pensar que es solo un gran ejemplo de humildad , pero va más allá de eso, es un servicio perfecto enseñado por el mismo Dios.
No le fueron dadas todas las cosas por obediencia, él ya era dueño de todo. Y el dueño de todo, estaba lavando los pies de los que estaban discutiendo quien era el mayor.
El servicio no te quita la posición, no te hace menos, el servicio con humildad genuina te engrandece.
En el reino de Dios, la posición más alta es la de siervo. Vs 3.
Su servicio 4-11
El lavado de pies era un servicio hecho por un esclavo, o el menor en la casa. Debido al camino y los animales, junto al hecho de que usaban sandalias, era necesario lavarse los pies para sentarse, ya que no era una mesa, mas bien se sentaban en un circulo.
La vasija con agua estaba dispuesta, ahí estaba la toalla, los discípulos mirándose los unos a los otros, Jesús espera un tiempo y nadie se para, entonces se levanta , se quita su manto "gloria", hasta la muerte. los discípulos siguen mirando, ya imaginan lo que va a hacer, pero nadie se ofrece para pararlo o ayudarlo, puso el agua en la vasija, y...Dios empieza a lavar pies. Vs 4-5.
El verdaderos siervo ve la necesidad y la suple, no espera por los demás.
Esperamos que hagan las cosas para nosotros, por que nos amamos mucho a nosotros mismos, el amor va de manos con la humildad.
El amor al próximo hace que exijamos menos, y ofrezcamos más.
Terminando de lavar los pies de los demás, se acerca a Pedro, y como siempre el impetuoso Pedro cree estar haciendo lo correcto, así como nosotros. Él no podía permitir que su Señor se rebajara a tanto, pero no se ofreció para ayudarlo tampoco.
Mucho de lo que Dios hace no entendemos en el momento pero debemos confiar, y Pedro no entendía que ese era solo parte de su servicio, el final sería en la cruz.
Quizás al leer nosotros también, solo vemos el gran ejemplo de humildad, y no contemplamos la grandeza de lo que Jesús está haciendo.
Es una santificación necesaria para la comunión con él.
El orgullo y la religiosidad
Pedro aun sin entender intenta dar ordenes a Jesús, así como nosotros que tenemos orgullo disfrazado de humildad.
No es humildad rechazar lo que Dios hace por nosotros, es otra forma de orgullo.
La religión no te hace más humilde, la verdadera humildad es aceptar por gracia lo que Cristo ha hecho por nosotros.
Reconocer que no puedes limpiarte solo, te humilla y te lleva a Cristo. Vs 6-7.
LA PURIFICACIÓN NECESARIA
Jesús no reprendió a Pedro, porque sabía que él todavía estaba con la mirada en esta tierra, antes le deja claro que es necesario esa limpieza para tener parte con Él.
Pedro todavía no entendía a que limpieza se refería Jesús. Jesús no se refiere a la salvación, ellos ya habían sido limpios (salvos), es una purificación necesaria para estar en comunión con Cristo. Es la santificación necesaria para el creyente, las renovadas misericordias de Dios.
Hacemos un servicio de amor, cuando confrontamos a un hermano para edificación, cuando consolamos y nos animamos los unos a los otros a vivir una vida en comunión con Cristo.
También podemos aprender que no todos los que se profesan cristianos, realmente lo son.
Debemos asegurarnos de haber puesto nuestra fe en el único que puede limpiarnos una vez y para siempre. Vs 8-11.
Su ejemplo: 12-17
Jesús termina de lavar los pies, y como siempre va más allá de lo físico y natural, ahora demuestra cuan profundo y significativo es lo que termina de hacer, ha dejado un patrón. Los discípulos lo han reconocido como maestro y Señor, ahora su grado más alto era el de siervo.
Su ejemplo enseña que debemos servir los unos a los otros, manteniéndonos en comunión.
Lavar los pies es servicio, pero Jesús siempre va un poco más allá, y se refiere a no haber excusas en el servir, hacerse el menor, animar a los demás a mantenerse firmes.
El orgullo, contienda o cualquier sentimiento que pueda impedir el servicio debe ser desechado. Jesús ha quitado toda y cualquier excusa que tengamos nosotros.
Si él siendo Señor y maestro ha servido sin reservas ¿Porque nosotros no?
Jesús lavó los pies de Judas aunque Judas lo traicionaría ¡Que ejemplo!
¿Podemos servir aún cuando no recibimos nada en cambio?¿Aun cuando nos pagarán con mal?
Y por fin, no solo dio la enseñanza, sino el ejemplo, dejó grabado en la mente y en sus vidas, Dios, lavó sus pies, pero más que eso, sus corazones.
El conocimiento por si mismo es inútil, es el conocimiento practico el que nos lleva a ser bienaventurados.
Un conocimiento vivo que lleva a la humildad y al servicio mutuo.
Cristo lavó pies con humildad y limpió el pecado del mundo con la misma humildad, tomando forma de siervo, haciéndose obediente la muerte, y muerte de cruz. vs 17.
Conclusión:
Jesús es el más grande por haberse hecho el más pequeño.
El servicio exige santidad, humildad y amor.
El ejemplo de Jesús no es solo teórico, es practico.
¿Si el Señor sirvió, porque yo no?