Segunda conversión

La segunda conversión de Pedro

Hechos de los Apóstoles 10:24–29 NVI

24 Un día después llegó a Cesarea. Cornelio estaba esperándolo con los parientes y amigos íntimos que había reunido. 25 Al llegar Pedro a la casa, Cornelio salió a recibirlo y, postrándose delante de él, le rindió homenaje. 26 Pero Pedro hizo que se levantara, y le dijo: —Ponte de pie, que sólo soy un hombre como tú. 27 Pedro entró en la casa conversando con él, y encontró a muchos reunidos. 28 Entonces les habló así: —Ustedes saben muy bien que nuestra ley prohíbe que un judío se junte con un extranjero o lo visite. Pero Dios me ha hecho ver que a nadie debo llamar impuro o inmundo. 29 Por eso, cuando mandaron por mí, vine sin poner ninguna objeción. Ahora permítanme preguntarles: ¿para qué me hicieron venir?

Contexto

Pedro estaba orando y Dios le mostró la visión de los animales impuros y le dijo que acompañara a los hombres que lo buscaban.

Hasta ese momento la Iglesia no había salido de Jerusalén sino que su predicación era fácil: se le hablaba a los que creían en Dios.

Pedro llega y marca su territorio: “nuestra ley prohíbe”. Él tenía marcada una idea de que Dios era exclusivo de los judíos.

Pedro se había convertido al evangelio de Jesús pero no lo había entendido.

A menudo nos cuesta entender que la aceptación del evangelio de Jesús significa cambiar nuestros paradigmas y creencias.

El Espíritu Santo estaba trabajando

Lo que ocurre a continuación provoca un cambio rotundo no solo en Pedro sino en toda la misión que la Iglesia en el mundo iba a tener.

Hechos de los Apóstoles 10:30–33 NVI

30 Cornelio contestó: —Hace cuatro días a esta misma hora, las tres de la tarde, estaba yo en casa orando. De repente apareció delante de mí un hombre vestido con ropa brillante, 31 y me dijo: “Cornelio, Dios ha oído tu oración y se ha acordado de tus obras de beneficencia. 32 Por lo tanto, envía a alguien a Jope para hacer venir a Simón, apodado Pedro, que se hospeda en casa de Simón el curtidor, junto al mar.” 33 Así que inmediatamente mandé a llamarte, y tú has tenido la bondad de venir. Ahora estamos todos aquí, en la presencia de Dios, para escuchar todo lo que el Señor te ha encomendado que nos digas.

Cornelio le dice a Pedro que él no es el primero en llegar, el Espíritu Santo ya había llegado.

La misión de Dios se estaba cumpliendo por encima de las creencias de la Iglesia de aquel entonces. La Iglesia no era dueña de la misión. Dios lo era.

Parece que la conversión más importante que surge aquí no es la de Cornelio y su familia sino la de Pedro.

Cuando pensamos que somos cartas abiertas, no debemos olvidar que ya Dios estaba enseñándole gramática al mundo, para que nos leyera.

Debe quedarnos claro que la misión de Dios es más importante que nosotros, no tenemos potestad de apropiarnos de ella, más bien debemos unirnos a ella.

Una nueva era en la Iglesia

Hechos de los Apóstoles 10:43–48 NVI

43 De él dan testimonio todos los profetas, que todo el que cree en él recibe, por medio de su nombre, el perdón de los pecados. 44 Mientras Pedro estaba todavía hablando, el Espíritu Santo descendió sobre todos los que escuchaban el mensaje. 45 Los defensores de la circuncisión que habían llegado con Pedro se quedaron asombrados de que el don del Espíritu Santo se hubiera derramado también sobre los gentiles, 46 pues los oían hablar en lenguas y alabar a Dios. Entonces Pedro respondió: 47 —¿Acaso puede alguien negar el agua para que sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros? 48 Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le pidieron que se quedara con ellos algunos días.

Una nueva era estaba empezando en la Iglesia, fue cuando la Iglesia salió de Jerusalén y se empezó a difundir por el mundo.

La Iglesia seguía hablando del amor sin practicar el amor.

El cristianismo consistía en el cumplimiento de la ley judía pero el plan de Dios es que se tratara de la gracia.

Los discípulos debían romper sus esquemas cristianos para comprender cómo Dios se estaba moviendo a su alrededor, antes de que ellos llegaran.

Hay una misión que estaba antes de que nacieras y seguirá cumpliéndose cuando ya no estés. Si quieres puedes unirte.