UNA FAMILIA QUE ENSEÑA Y MODELA.

INTRODUCCIÓN:

Hermanos, en el contexto, podemos ver que al finalizar el libro de Josué, encontramos a Josué confrontando al pueblo, desafiando al pueblo a vivir y servir a Dios y a dejar los dioses que sus padres habían servido.

Josué 24:14–15 RVR60

14 Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. 15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.

Después de esta confrontación el pueblo, siguió el ejemplo de Josué y se comprometieron a servir a Dios, y a apartarse de los otros dioses.

Josué 24:16, 24

Josué 24:16 RVR60

16 Entonces el pueblo respondió y dijo: Nunca tal acontezca, que dejemos a Jehová para servir a otros dioses;

Josué 24:24 RVR60

24 Y el pueblo respondió a Josué: A Jehová nuestro Dios serviremos, y a su voz obedeceremos.

Encontramos en la palabra de Dios, que el pueblo, al menos en la generación de Josué, cumplió este compromiso, hizo tal como había prometido. Josué 24.31

Josué 24:31 RVR60

31 Y sirvió Israel a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué y que sabían todas las obras que Jehová había hecho por Israel.

Hermanos ustedes, pueden ver que tremendo esto, toda una generación y los que sobrevivieron a ellos, cumplieron el compromiso de Servir solamente a al Dios verdadero.

Amados hermanos, Dios espera que nosotros decidamos servirle a él, nosotros y nuestras familia.

Dios no comparte su gloria, si somos cristianos, si somos sus hijos, Dios espera que le sirvamos a él y nos apartemos de todo aquello que quita la gloria a su nombre.

Vamos a aprender tres aspectos relacionados al pueblo y tres generaciones de ellos, que cada uno de nosotros debemos considerar, para nuestras familias.

I. DOS GENERACIONES CUMPLIERON SU COMPROMISO.

En el libro de Jueces, donde al igual que en los últimos versículos del libro de Josué , se relata su muerte, se hace realce, en el cumplimiento del pueblo a su promesa.

Jueces 2:7 RVR60

7 Y el pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras de Jehová, que él había hecho por Israel.

Durante todo el tempo de Josué, el pueblo, cumplió su promesa,

Ellos habían escuchado el llamado de Josué, como líder y además siguieron el ejemplo que Josué les dio al determinarse, en el versículo 15, diciendo “ Yo y mi casa Serviremos a Jehová”

El pueblo había dicho a Josué, en Josué 24: 24

Josué 24:24 RVR60

24 Y el pueblo respondió a Josué: A Jehová nuestro Dios serviremos, y a su voz obedeceremos.

El texto nos enseña en Jueces 2:7, que cumplieron su promesa, ellos sirvieron, solo al Dios verdadero, durante el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras de Jehová, que él había hecho por Israel.

Estamos hablando, de al menos dos generaciones, la generación de Josué y la que sobrevivió a él, cumplieron y enseñaron a Cumplir, el compromiso que adquirieron con Dios.

Amado hermanos, es importante que nosotros una vez que venimos a Cristo, ahora que somos cristianos, podamos cumplir, con el hecho de quienes somos ahora, como dicen, “que cumplamos con la camiseta de nuestro equipo”

Ahora somos de la familia de Dios, y debemos vivir como hijos de Dios y enseñar a nuestros hijos, e hijas el camino de la vida Cristiana, el camino de Dios., como nos enseña Dios en su palabra.

Proverbios 22:6 RVR60

6 Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.

Deuteronomio 6:6–9 RVR60

6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.

Cuando recibimos a Cristo como Señor y salvador, hemos hecho el compromiso de vivir una nueva vida en él, de caminar diferente a como andábamos antes, a vivir diferente al mundo, y dejarnos dirigir por su palabra, necesitamos cumplirlo, y necesitamos instruir y enseñar a nuestros hijos en ese camino.

Decir que somos cristianos y vivir como vive el mundo, no enseña nada bueno a nuestros hijos, a nuestra familia, lo que muestra es una incoherencia, una falta de integridad, y confunde más bien a los que nos rodean, en este caso a nuestros hijos.

La generación de Josué cumplió su compromiso y lo preservó al menos en la generación siguiente.

Pero el texto nos muestra que la segunda generación no hizo su trabajo.

II. UNA TERCERA GENERACIÓN SE APARTÓ DE DIOS.

Jueces 2: 8-10

Jueces 2:8–10 RVR60

8 Pero murió Josué hijo de Nun, siervo de Jehová, siendo de ciento diez años. 9 Y lo sepultaron en su heredad en Timnat-sera, en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas. 10 Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel.

Hermanos, puede ver usted con claridad, que después de que los que sobrevivieron a Josué murieron, dice el versículo 10, le levantó otra generación después de ellos, que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho.

Una situación muy triste, la segunda generación falló, no enseñaron, no instruyeron, a pesar de que ellos cumplían, no hicieron que sus hijos cumplieran con el compromiso que habían hecho.

Hermanos fueron negligentes, tristemente, se preocuparon por ellos, y no se preocuparon por los que le seguían.

Tristemente también en la iglesia a veces pasa eso.

Hay cristianos que fueron instruidos por sus padres, los traían a la iglesia, le enseñaron la palabra de Dios, fueron instruidos en el camino de Dios, pero ellos no están haciendo lo mismo con los hijos.

Hay padres muy negligentes, en este tiempo en la iglesia.

Esta semana escuche expresiones de padres Cristianos, que enfrentan problemas con sus hijos porque se están deleitando en el mundo, con las cosas del mundo.

Y un papá me decía, tengo problemas porque cuando quiero corregir, mi esposa dice; hay déjalos que se diviertan, que se gocen, en su juventud, cuando ellos quieran que vayan a la iglesia, y si no quieren que no vayan que se diviertan.

Abierta la puerta del mundo, y esa dama, fue criada e instruida en el evangelio, pero no está enseñando a sus hijos a conocer al Dios verdadero.

a veces, la mala enseñanza, viene por el mal testimonio de los padre, padres que no son constantes o consistentes en su vida espiritual, le están enseñando a sus hijos con su testimonio, que tenemos un Dios que todo lo permite, con el que se puede jugar y hacer lo que quiera, no están enseñando una vida cristiana comprometida con la santidad y pureza, con una vida de consagración.

Cuantos muchachos, estuvieron en la iglesia, y ahora, están en el mundo, sólo porque no tuvieron un ejemplo consistente y la amonestación apropiada e instrucción en la palabra del Señor.

Los padres, los abuelos, tenemos que ser consistentes con nuestros hijos y nietos, mantener firmes nuestras convicciones, enseñar, corregir, y no ser padres tan permisibles con ellos.

Debemos enseñar el celo de Dios para su pueblo.

lo último que vamos a ver es que

III. ESA GENERACIÓN QUE NO FUE INSTRUIDA, HIZO LO MALO, SE APARTÓ DE DIOS, PROVOCANDO SU IRA.

Jueces 2:11–12 RVR60

11 Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales.12 Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová.

Hermanos, aquí aprendemos, lo que yo llamo, la ruta del mal.

Los padres, no enseñamos, no modelamos a nuestros hijos, como vimos en el versículo 10, nuestros hijos, no conocen al Dios verdadero, creen en un Dios deformado completamente de su santidad.

Nuestros hijos no instruidos, ni corregidos, hacen todo lo malo ante Dios, todas aquellas cosas que aborrece Dios, comienzan a servir a los baales, y el primer baal, es su propio orgullo, sus pensamientos, lo que yo quiero, pienso y deseo, luego vienen cosas mayores, pecado, tras pecado.

3. Se apartan por completo de Dios, y se van tras todos los dioses habidos y por haber en este mundo, todo lo que el mundo promueve, todo lo que ven en este mundo, les gusta, les atrae y les envuelve con facilidad, viven sin Dios completamente.

La ira de Dios viene sobre ellos. Sus vidas se convierte en problemas constantes de todo tipo, inclusive puede venir hasta la muerte.

Jueces 2:14–15 RVR60

14 Y se encendió contra Israel el furor de Jehová, el cual los entregó en manos de robadores que los despojaron, y los vendió en mano de sus enemigos de alrededor; y no pudieron ya hacer frente a sus enemigos.15 Por dondequiera que salían, la mano de Jehová estaba contra ellos para mal, como Jehová había dicho, y como Jehová se lo había jurado; y tuvieron gran aflicción.

Hermanos, Si algo Dios quiere con nosotros es bendecirnos, pero, cuando le provocamos a ira, Dios hermanos, es implacable, es celoso.No esperemos que nos vaya bien si hacemos solo lo malo a los ojos de Dios.

Conclusión:

Debemos reflexionar en esta tarde:

¿Padres, estamos instruyendo a nuestros hijos, estamos siendo modelos, ejemplo de la vida cristiana, estamos, corrigiendo?

¿No estamos siendo padres permisivos?

Hijos, ¿Estamos siguiendo la instrucción de nuestros padres?, ¿Estamos escuchando la corrección?, ¿Estamos aprendiendo a vivir nuestra vida Cristiana a través de su ejemplo?

Debemos revisar, si en nuestra familia, estamos enseñando y modelando la vida cristiana, una vida de compromiso con Dios, si no es así, debemo hacer los cambios que la palabra de Dios nos enseña.

Para eso tenemos la palabra de Dios, para ver lo que Dios ha hecho y aprender de ellos.

Recuerde. Dios Quiere bendecir nuestras familias, pero debemos ser obedientes a él y a su palabra.

Vamos a orar.