DAVID: El rey que se descuidó.
La Vida de los reyes • Sermon • Submitted
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· 7,717 viewsNinguno de nosotros estamos excentos de Pecar, David, el dulce cantor de Israel, el hombre conforme al corazón de Dios, el Mejor rey de Israel, encontró en la comodidad una gran obstáculo en su carrera hacia la eternidad, se descuido un segundo.
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INTRODUCCIÓN.
INTRODUCCIÓN.
Sin lugar a dudas, cuando se habla del período de los reyes de Israel, por nuestra mente pasa sin duda un nombre: David.
Saúl habían desobedeció al Señor y había hecho las cosas a su manera, de tal forma que el reino le fue quitado.
1º Samuel 13:14 (RVR60)
14 Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.
David era ese hombre, un joven que desde que Dios lo eligió y fue ungido para ser rey, “desde ese día en adelante el Espíritu de Jehová estaba sobre el.”
A donde iba David, el Señor le daba la victoria, sobre sus enemigos, lo guardo de Saul, lo puso como rey de Israel, hizo un pacto con el para que de su linaje se levantará un rey para siempre en Israel.
Sin duda alguna, Dios había bendecido a David grandemente, parecía que nada podía estropear su reinado. Sin embrago la vida de David nos presenta una dura lección muy importante que aprender nosotros.
2º Samuel 11 (RVR60)
1 Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los amonitas, y sitiaron a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén.
David durante toda su vida, fue un rey que estaba totalmente involucrado en lo asuntos de su nación. Desde su juventud había siempre que se había requerido salir a luchar por los suyos.
Ahora de acuerdo a los estudiosos David tendría unos 50 años de edad en este momento y es posible que el creyera que ya no era tan necesario salir a cumplir su labores (el rey sacaba a la guerra a su pueblo).
Por lo que se se hizo fácil mandar a otro Joab. (Hay cosas que indudablemente cada uno de nosotros debe hacer, y que no debemos “delegar”, para restarnos responsabilidad).
Pero el se quedo en Jerusalén. ¿ Acaso tenía algo más importante que atender en la ciudad como para no cumplir con uno de sus deberes más importantes?
2 Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa.
Simplemente se quedo al para quedarse acostado. David se había acomodado, ya había peleado muchos años, había ganado muchas batallas, estaba con tanta responsabilidad con el reino, que porque no tomarse un pequeño descanso, decía; “Me lo merezco, soy el Rey”
¿Es malo descansar?, de ninguna forma, lo malo, es evadir los deberes que tenemos por delante.
Como no estaba ocupado, comenzó a estar ocioso. “Se paseaba por el terrado.” Es decir que salió de sus aposentos, subió a la azotea del palacio para contemplar toda la ciudad y se engancho con algo que sus ojos no pudieron dejar.
Vio a una mujer bañándose, la cual era hermosa. La ociosidad no solo es la ausencia de actividad; porque todos necesitamos descanso regular, el ocio es también actividad sin propósito. David estaba mirando la ciudad, pero termino mirando a una mujer y además era hermosa.
Tal como puede ser hoy el control de la TV, el teclado de la computadora, la pantalla del móvil.
David no estaba buscando un problema, pero se encontró en su actividad si propósito; una tentación. No fue solo una mirada rápida y ya, David enclavo sus ojos sin perderla de vista.
3 Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo.
El Rey David tenía un problema: las mujeres, no solo Mical, Abigail y Ahinoab eran sus esposas, sino que cuando fue rey tomo otras mujeres y concubinas. Así es posible que pensara, -puedo tomar una mas-.
Tan atrapado quedo el rey de aquella Mujer, no conforme solo con verla, de dedicó a buscar información de ella (si hubiera face, la busca ahí). ¿Dios aprobaba esto? Claro que no. Era una costumbre de los reyes el tener muchas mujeres porque eso era también símbolo de su poder. Pero ella era casada.
4 Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa.
David sabía que era casada, y aún así el ya había resuelto en su corazón tomarla. ¿Porque nadie lo detuvo?. Quizá por miedo, era el Rey, quien se oponía a la voluntad del rey podía ser muerto.
David sabía que lo que estaba haciendo era incorrecto, estaba rompiendo el 10° mandamiento “no codiciaras la mujer de tu prójimo… ”
Y no solo eso ahora, había quebrantando el 7° mandamiento “no cometerás adulterio”
En lugar de huir del pecado, de buscar el perdón de Dios y su misericordia, David se dejo arrastrar por sus deseos de pecado.
5 Y concibió la mujer, y envió a hacerlo saber a David, diciendo: Estoy encinta.
Nunca considero, que sus aventuras tuvieran consecuencias. El descuido de David en su vida espiritual, lo llevo a pensar que era inmune a caer, peso que no habría implicaciones.
De acuerdo a la ley, ambos tenía que pagar con sus vidas por el adulterio que cometieron, debían ser apedreados, pero David pensaba, soy el rey, a mí no me pasa nada, nadie tienen porque decir que esto paso.
Su pecado no solo le había arrastrado a el, también a Betsabé, incluso hasta los mensajeros que la habían traído. (el pecado no solo nos arrastra a nosotros también impacta a otros a nuestro derredor).
Como no le estaban saliendo las cosas a David como el pensaba, tenía que desarrollar una nueva estrategia para ocultar su pecado. La estrategia que no lidereo en el campo de batalla con sus soldados, ahora la desarrollaba para esconder sus acciones.
6 Entonces David envió a decir a Joab: Envíame a Urías heteo. Y Joab envió a Urías a David. 7 Cuando Urías vino a él, David le preguntó por la salud de Joab, y por la salud del pueblo, y por el estado de la guerra. 8 Después dijo David a Urías: Desciende a tu casa, y lava tus pies. Y saliendo Urías de la casa del rey, le fue enviado presente de la mesa real.
Qué mejor estrategia podría ser esta, mandamos traer del frente de batalla al esposo, lo mando a sus casa unos días, que este con su mujer, y así el bebe que ella esperaba no habría dudas que su padre era Urías.
9 Mas Urías durmió a la puerta de la casa del rey con todos los siervos de su señor, y no descendió a su casa. 10 E hicieron saber esto a David, diciendo: Urías no ha descendido a su casa. Y dijo David a Urías: ¿No has venido de camino? ¿Por qué, pues, no descendiste a tu casa? 11 Y Urías respondió a David: El arca e Israel y Judá están bajo tiendas, y mi señor Joab, y los siervos de mi señor, en el campo; ¿y había yo de entrar en mi casa para comer y beber, y a dormir con mi mujer? Por vida tuya, y por vida de tu alma, que yo no haré tal cosa.
Más integro y leal resulto ser el propio Urías que el rey David. Como verdadero soldado el sabía que no podía disfrutar de la paz de su hogar, de la compañía de su esposa, mientras sus compañeros estaban en el frente de batalla.
David tenía urgencia que Urías fuera a su casa para que sus malas acciones no salieran a la luz, por eso lo regaño, no porque realmente le importara, lo que el quería era encubrir sus maldades.
12 Y David dijo a Urías: Quédate aquí aún hoy, y mañana te despacharé. Y se quedó Urías en Jerusalén aquel día y el siguiente. 13 Y David lo convidó a comer y a beber con él, hasta embriagarlo. Y él salió a la tarde a dormir en su cama con los siervos de su señor; mas no descendió a su casa.
Como la primera estrategia no le funciono a David, tuvo que idear un plan “B”, si Urías no bajaba a su casa en uso de sus facultades, quizá perdiéndolas si pasaría.
Sin embargo, esta tampoco funciono. La integridad de Urías era mucha, aun bajo la influencia del alcohol, se mantuvo leal a la nación, a sus amigos, pero también a su rey.
Se le acababan las opciones a David.
14 Venida la mañana, escribió David a Joab una carta, la cual envió por mano de Urías. 15 Y escribió en la carta, diciendo: Poned a Urías al frente, en lo más recio de la batalla, y retiraos de él, para que sea herido y muera.
El pecado había encallecido la conciencia de David.
Ahora lo único que que importaba era encontrar la forma de esconder su pecado, en ese momento por su cabeza no pasaba la idea de arrepentirse, muchos menos de restaurar.
Ese es el asunto cuando el pecado nos atrapa, cuando nos seduce.
Santiago 1:14–15 (NBLA)
14 Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión. 15 Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte.
Su propia pasión se apodero del rey David, no solo había codiciado a la mujer de su prójimo, no solo había adulterado, ahora estaba dispuesto a dar falso testimonio contra su prójimo e incluso a matarlo con tal de que no se descubriera lo que hizo.
Tanto se había descuidado el rey David, que no le importaba sacrificar a un hombre valiente (uno de los más valientes del ejercito), tampoco le importaba involucrar a su comandante Joab en un asesinato y a los hombres que lo abandonarían en el fragor de la batalla en lugar de ayudarle.
David pensaba que se estaba saliendo con la suya, que nadie lo descubriría, pero se estaba engañando a sí mismo solamente.
Proverbios 28:13 (TLA)
13 Quien esconde su pecado jamás puede prosperar; quien lo confiesa y lo deja, recibe el perdón.
David pensaba que podía escapar, que podía evitar la culpa, pero delante de Dios ningún pecado queda oculto. Su ojos lo ven todo, pues el esta en todos lados.
Algunos creen que pueden salirse con la suya, pueden llevar una doble vida, tener casa chica y casa grande, pueden robar en el trabajo, o pueden mentir a sus cónyuges, los hijos pueden pensar que pueden mentir o engañar a sus padres escondiendo que andan de novios con un incrédulo y vienen a la iglesia y aquí aparentan que todo esta bien, pero “Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre sembrare eso también segará”.
La siega que le esperaba a David por esto era dolorosa y amarga, porque eso es lo que trae el pecado, dolor tristeza y amargura.
2º Samuel 11:16–24 (NTV)
16 Así que Joab asignó a Urías a un lugar cerca de la muralla de la ciudad donde sabía que peleaban los hombres más fuertes del enemigo. 17 Y cuando los soldados enemigos salieron de la ciudad para pelear, Urías el hitita murió junto con varios soldados israelitas. 18 Luego Joab envió a David un informe de la batalla. 19 Le dijo a su mensajero: «Informa al rey todas las novedades de la batalla. 20 Pero tal vez se enoje y pregunte: “¿Por qué las tropas se acercaron tanto a la ciudad? ¿Acaso no sabían que dispararían desde la muralla? 21 ¿No fue Abimelec, hijo de Gedeón, muerto en Tebes por una mujer que le tiró una piedra de molino desde la muralla? ¿Por qué se acercaron tanto a la muralla?”. Entonces dile: “Murió también Urías el hitita”». 22 Por lo tanto, el mensajero fue a Jerusalén y le dio un informe completo a David. 23 —El enemigo salió contra nosotros a campo abierto —le dijo—, y cuando los perseguíamos hasta las puertas de la ciudad, 24 los arqueros que estaban en la muralla nos dispararon flechas. Mataron a algunos hombres del rey, entre ellos a Urías el hitita.
2º Samuel 11:25 (RVR60)
25 Y David dijo al mensajero: Así dirás a Joab: No tengas pesar por esto, porque la espada consume, ora a uno, ora a otro; refuerza tu ataque contra la ciudad, hasta que la rindas. Y tú aliéntale.
La respuesta de David, solo deja ver su sentir “Estoy a salvo, que alivio, funciono la solución”
En medio de sentirse aliviado por su solución, perdió de vista el costo que llevaba implícita la medida que había hecho. (le salió más caro el remedio que la enfermedad).
David enterró los sentimientos de culpa tan profundo, que su corazón se endureció a causa del pecado. Ya lo le importaba quien salía dañado en esto, lo importante es que nadie lo supiera.
26 Oyendo la mujer de Urías que su marido Urías era muerto, hizo duelo por su marido. 27 Y pasado el luto, envió David y la trajo a su casa; y fue ella su mujer, y le dio a luz un hijo.
¿Acaso Betsabé era una mujer insensible? o ¿solo estaba guardando las apariencias con tal que no se supiera nada de su obscuro secreto?
Ella se había equivocado, no debería bañarse al aire libre en su casa, ella tiene su culpa en esto también, pero David ahora ya no tenía ninguna clase de obstáculo para casarse con ella, (el podía tener todas las esposas que quisiera), que naciera el niño y asi nadie sospecharía.
Mas esto que David había hecho, fue desagradable ante los ojos de Jehová.
El pecado había llevado a David a ignorar por completo la opinión de Dios sobre todo este asunto.
Aún que Dios no actúa de forma inmediata sobre nosotros cuando persistimos en pecar, esto no significa por ninguna razón que Dios no tomara cartas en el asunto.
Dios no se quedo inmóvil o le dio licencia a David, Él fue paciente para ver había arrepentimiento en David prontamente, pero el pecado había distanciado la relación de David con Dios y había enfriado su corazón. Eso hace en nosotros también.
Pero Dios no deja a sus hijos que se queden en sus pecados. David no era la excepción.
2º Samuel 12:1–6 (TLA)
1 Entonces, Dios envió al profeta Natán para que le diera a David este mensaje: «En cierta ciudad había dos hombres. Uno de ellos era rico, y el otro era pobre. 2 El rico tenía muchas ovejas y muchas vacas; 3 en cambio, el pobre sólo tenía una ovejita. La había comprado, y él mismo la había criado y cuidado como si fuera su propia hija. Tanto quería ese hombre a la ovejita que hasta le daba de comer de su mismo plato, y la dejaba recostarse y dormir en su pecho. Y así la ovejita fue creciendo junto con los hijos de ese hombre. 4 »Un día llegó un visitante a la casa del rico, y el rico lo invitó a comer. Pero como no quería matar ninguna de sus ovejas ni de sus vacas, le quitó al pobre su ovejita y la mató para darle de comer a su visitante». 5 Al oír esto, David se enojó muchísimo contra el hombre rico y le dijo a Natán: —¿Pero cómo pudo hacer eso? ¡Ese hombre no tiene sentimientos! Te juro por Dios que ahora tendrá que pagarle al pobre cuatro veces más de lo que vale la ovejita. Y además, ¡merece la muerte!
Natán fue usado por Dios para despertar el sentido de justicia y rectitud que Dios había puesto en su siervo David.
Eso es lo que hace la Palabra de Dios con nosotros. Cada vez que es predicada o que alguien me exhorta con ella, el propósito es hacer volver nuestros corazón de nuestra condición rebelde a Dios en arrepentimiento.
Obviamente esta situación (ficticia) indigno el corazón de David y enseguida se preparo presto para aplicar la justicia. Lo que el no se había dado cuenta es que era el mismo el protagonista del relato.
Cuando escuchamos la exhortación por medio de la Palabra de Dios, podemos ser propensos como David, a querer que la justicia y la disciplina divina sea aplicada al culpable, sin darnos cuenta que se trata de nosotros mismos.
7 Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl, 8 y te di la casa de tu señor, y las mujeres de tu señor en tu seno; además te di la casa de Israel y de Judá; y si esto fuera poco, te habría añadido mucho más.
Natán amaba a David, era su amigo, pero amaba más al Señor, por lo que estaba dispuesto a decirle la verdad a David sobre su condición, aún y con el riego de perder la vida, David era el rey, tenía la autoridad para deshacerse de aquellos que se le opusieran (quizá por eso los mensajeros no le pusieron un límite cuando mando traer a Betsabé), pero Natán tenía un compromiso superior, era con Dios.
Por amor a David y en obediencia a Dios le declaro a David, “Tu eres ese hombre, te enojas y quieres matar a aquel que se aprovecho del pobre y le robo su oveja, y ¿tu no hiciste lo mismo con su valiente Guerrero Urías?”
David había bajado la guardia, se descuido por un instante, por un instante olvido que el lugar donde estaba, lo que había logrado, y todo cuanto tenía, Dios mismo era quien se lo había dado.
9 ¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo heriste a espada, y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón.
No solo eso, David había violado de forma flagrante 4 de los 10 mandamientos con este asunto de la mujer de Urías heteo, sino que no tenía ninguna clase de dolor por el pecado.
Sabía la palabra, pero a causa del pecado, había pensado que eso no le aplicaría a el, que como rey el gozaba de una situación excepcional que le permitía abusar de ella sin consecuencias.
Cuando el pecado no ha sido confesado, este cada vez nos endurece más el corazón de tal forma que podemos comenzar a menospreciar el consejo divino. (estan exagerando, no es así como dicen, eso dicen ellos, pero yo pienso otra cosa, etc).
Se estima que el tiempo que transcurrió entre el adulterio de David con Betsabé y la visita de Natán a David, pudo pasar cerca de un año.
Durante ese tiempo la comunión de David con Dios estuvo rota, seguramente estaba frío, sin consuelo divino, sin una devoción viva y sincera, su vida espiritual estaba estancada, estéril, ya no había salmos en su boca, seguramente tiro el arpa (literal), y su vida estaba como un árbol seco. Ya no estaba junto a las corrientes de las aguas.
10 Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer. 11 Así ha dicho Jehová: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol. 12 Porque tú lo hiciste en secreto; mas yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol.
Dios no iba dejar pasar por alto los pecados de David, el pensó que nadie se había dado cuenta, pero Dios siempre estuvo al tanto de sus acciones. Por tal razón Dios no iba a permitir que una injusticia quedara impune.
Las consecuencias del pecado de David fueron terribles, sus pecados afectaron terriblemente a su familia, (el mismo había dictado la sentencia, 4 tantos); 4 de sus hijos murieron (el bebe de Betsabé, Amón, Absalón, Adonías), su hija Tamar fue violada por su hermano Amnón y sus concubinas fueron humilladas publicamente cuando Absalón intento despojar del reino a David.
Dios no castiga a nadie más por los pecado que nosotros comentemos, pero nuestros pecados con frecuencia terminan afectado a las personas que nos rodean terriblemente.
El resto de su vida el Rey David experimento una vida llena de tragedias familiares y personales. Tuvo que pagar un precio muy alto por unos cuantos minutos de pasión con la mujer de otro.
Nunca es prudente minimizar o ignorar las consecuencias cuando nos enfrentamos a cualquier clase de tentación.
Pero la historia no termina ahi, no es una historía con un final de desesperanza; sino todo lo contrario.
13 Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás.
David, después de la exhortación de Natán, comprendió que el era ese hombre, el que se había descuidado, el que había bajado la guardia en los días de la guerra, el que había quebrantado la ley del Dios verdadero a quien el amaba.
Por eso su voz es de arrepentimiento verdadero “Peque contra Jehová” .
David sabía que había hecho daño a Urías (asesinado), había destruido la reputación de una mujer casada (Betsabé), había hecho coparticipes de sus engaños y truhanerías a Joab, a los soldados, a los mensajeros, pero su agravió más importante, es que había pecado contra el mismo Dios del cielo.
Por ellos es que su arrepentimiento era verdadero, a diferencia del de Saúl, Sabía que su acciones habían sido un agravio directo a la pureza, santidad y el nombre de Dios.
Salmo 51:1–4 (NTV)
1 Ten misericordia de mí, oh Dios, debido a tu amor inagotable; a causa de tu gran compasión, borra la mancha de mis pecados. 2 Lávame de la culpa hasta que quede limpio y purifícame de mis pecados. 3 Pues reconozco mis rebeliones; día y noche me persiguen. 4 Contra ti y sólo contra ti he pecado; he hecho lo que es malo ante tus ojos. Quedará demostrado que tienes razón en lo que dices y que tu juicio contra mí es justo.
El pecado tiene un impacto contra las personas, pero el agravió más grandes, es que es una ofensa directa contra Dios, es por ello que esta tan grave. y David lo sabía.
EL pecado nos separa de Dios y interfiere en nuestra comunión con él, endurece el corazón y produce muerte en quienes lo practican.
Por ello es que David clamaba por el perdón de sus pecados para que pudiera haber una restauración completa de su relación con el Señor.
Salmo 51:10–12 (NTV)
10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu fiel dentro de mí. 11 No me expulses de tu presencia y no me quites tu Espíritu Santo. 12 Restaura en mí la alegría de tu salvación y haz que esté dispuesto a obedecerte.
David, sabía que el perdón más importante que necesitaba era el de Dios, durante casi un año el había perdió el gozo de la comunión intima con Dios a consecuencia del pecado.
Dios no lo dejo abatido por siempre, una vez que David confeso su pecado 1 Jn 1:9 el sabía la poderosa verdad Dios nos perdona y nos limpia de Maldad,
Por eso es que Natán, dijo al rey “También Jehová a remitido tu pecado y no morirás”.
Dios perdonó los pecados de David (debía ser muerto según la ley por su adulterio) , Dios le concedió a David una nueva oportunidad, sin embargo; no lo libró de la consecuencias de los mismos.
Por la obra de Cristo en la Cruz Dios perdona todos nuestros pecados, el ya no tienen más memoria de ellos, cuando nos arrepentimos verdaderamente y nos volvemos a el Dios nos perdona, nos limpia y nos da una nueva oportunidad,
Salmo 130:3–4 (NTV)
3 Señor, si llevaras un registro de nuestros pecados, ¿quién, oh Señor, podría sobrevivir? 4 Pero tú ofreces perdón, para que aprendamos a temerte.
Dios no es como nosotros, el no lleva ninguna clase de registro de nuestros pecados, si asi fuera, ¿donde estaríamos?. Ninguno de nosotros calificaría.
Su gracias es tan abundante que el ofrece perdón a todo aquel que se arrepiente, tal como lo hizo David. Es por tal razón que vino Cristo, es por ello que murió en la Cruz, para ofrecernos el perdón de Dios, el no desprecia ningún corazón que se humilla, que reconoce que sus descuidos lo han hecho tropezar.
Sin embargo, tampoco debemos olvidar que Dios no no quita las consecuencias que nuestro pecados ocasionan. Para que aprendamos a temerle.
La lección para David fue dura; llego al final de la carrera, llegó a la meta, su nombre aparece en la galería de los héroes de la fe de Heb 11, pero ,el resto de su vida estuvo lleno de penurias y dificultades innecesarias a causa de un descuido en su vida.
CONCLUSION
CONCLUSION
Quizá alguien pueda estar en esa condición, si no te has arrepentido de tus pecados, Dios te esta hablando para que te arrepientas de una vez, pídele a el que restaure el Gozo de la salvación en tu vida, que limpie tu corazón de aquellos pecados que llevan mucho tiempo ahí y que no has confesado.
Cosas que pensabas que no eran tan malas a tus propios ojos, dile a Dios, purifícame de mi maldad, lávame, perdóname, límpiame. Dios lo puede hacer, el puede perdonarte.
Y aún si esos pecados te han traído alguna consecuencia con la que estas ahora batallando, Pídele que te ayude a sobrellevarla, que te de sabiduría para manejarla de manera correcta, que te fortalezca en el momento del desánimo, cuando eso te abata. Dios también tiene el poder para sostenerte aún en medio de eso.