Como tantas otras personas, hemos vivido lo que significa que Cristo me mire, se acerque, me abrace, me sane y una mi vida a la suya
No estoy más solo
Su Presencia permanecerá en mí y su Espíritu vendrá a mí.
Nos ha bendecido y llenado de un gozo único
Es un gozo que conduce a la alabanza, al testimonio de una realidad como ninguna otra.
En las Megamisiones solíamos gritar: “Cristo no está muerto, ha resucitado”. Me golpeaba el entusiasmo con el cual se gritaba y proclamaba esta verdad.