La Santidad: Nº1 - El pecado
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· 44 viewsUna serie de estudios sobre la "Santidad" entendiendo cuáles e su naturaleza, obstáculos, dificultades y raíces, tomando en cuenta el libro de J.C. Ryle "La Santidad".
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Introducción
Introducción
“De la mano del Seol los redimiré, los libraré de la muerte. Oh muerte, yo seré tu muerte; y seré tu destrucción, oh Seol; la compasión será escondida de mi vista. Os 13:14” 1 Corintios 15:55 “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?”
“En el momento clave de toda la historia humana, el peor pecado que jamás se haya cometido sirvió para mostrar la mayor gloria de Cristo y obtener el don de la gracia de Dios, que conquistó el pecado. Dios no solamente derrotó el mal en la cruz, sino que hizo que el mismo mal sirviera para derrotar al mal. Hizo que el mal cometiera su propio suicidio al ejecutar su peor maldad” (John Piper, Pecados Espectaculares, 14).
Cita bíblica: Isaías 1:4-6 “¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás. ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.”
I. La naturaleza del pecado
I. La naturaleza del pecado
Como dice J.C. Ryle “El que quiere obtener conceptos correctos acerca de la santidad cristiana tiene que empezar por examinar el delicado y vasto tema del pecado” (La santidad, 18). En ese sentido es que vemos la necesidad de hablar acerca del pecado para hablar acerca de la santidad.
Definición
No es fácil definir “pecado” debido a la variedad de términos que encontramos al rededor de toda la Biblia. (Mostrar diapositivas)
Habiendo visto cada uno de los términos presentados por la Biblia, debemos responder la pregunta “¿Qué es pecado?” Notamos que el pecado tiene una naturaleza multidimensional y polifacética. En definición de John MacArthur, basado en los términos, el pecado es: “Cualquier falta de conformidad con la voluntad de Dios en actitud, pensamiento o acción, cometida activa o pasivamente” (Teología Sistemática, 463). O también dicho de otra forma: “Es aquella vasta enfermedad moral que afecta a toda la raza humana” (Ryle, Santidad, 19) Lo cierto en esto es que uno puede cometer pecado y no saberlo y creerse inocente cuando en realidad es culpable.
Origen
“De los 66 libros y 1189 capítulos de la Biblia, solo dos libros y cuatro capítulos no mencionan el pecado o a los pecadores. Génesis 1-2 y Apocalipsis 21-22 son los únicos que relatan la creación antes del pecado, así como el nuevo cielo y la nueva tierra, que nunca se infectarán con el mismo. El resto de la Biblia, desde Génesis 3:1 hasta Apocalipsis 20:15, contiene abundantes referencias a los temas del pecado humano y la necesidad de salvación” (Teología Sistemática, 461).
En relación al origen del pecado, no queremos hablar sobre un lugar geográfico donde se originó el pecado, sino un lugar dentro del ser humano donde comienza el pecado. Jesús dijo en Marcos 7:15 “Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre.” El corazón del ser humano es la fuente de pecado (Jn. 3:6; Ef. 2:3; Ro. 5:12; 8:7; Mr. 7:21).
Raíz
La raíz del pecado no es las amistades negativas, las malas compañías, los malos ejemplos, el colegio o la universidad. La raíz del pecado es el corazón que anhela vivir en autonomía del Señor (Adán, El hijo pródigo, David, Amnón). Esto significa que es la sustitución de Dios por uno mismo.
II. Extensión del pecado
II. Extensión del pecado
En cuanto a la extensión del pecado tenemos que decir que se presenta en dos formas: 1) Una extensión universal (Ro. 3:23) y 2) Una extensión corporal, no necesariamente física (1 Jn. 2:16). Esto significa que el pecado ha llegado a permear a toda la humanidad y que el ser humano en su composición también fue afectado.
Entonces, tomando en cuenta el segundo punto, las Escrituras nos declaran esto de manera enfática: “Gn. 6:5 todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.” “Jer 17:9 “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” Por esto es que tenemos como base el texto de Isaías 1:6 “Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.”
Podemos reconocer que el hombre tiene en sí, todas las marcas de un templo majestuoso, un templo en el cual alguna vez moraba Dios, pero que ahora está en ruinas. Tan profundas son las raíces de la corrupción humana, que aún después de que nacemos de nuevo, hemos sido renovados, “limpiados, santificados, justificados” y hechos miembros vivos de Cristo, estas raíces siguen vivas en el fondo de nuestros corazones y, como la lepra en las paredes de la casa, nunca nos libramos de ella hasta que la casa terrenal de este tabernáculo se haya disuelto.
III. Características del pecado
III. Características del pecado
Ofensivo
El ser humano nunca sabrá lo ofensivo que es el pecado sino sólo hasta el día de su traspaso a la eternidad. No puede porque el contexto en el cual nace, crece, se desarrolla y muere es de continuo pecado.
Si bien no puede saber la totalidad de ofensividad que tiene el pecado, lo que sí debe tener implantado firmemente en su mente es que:
Que el pecado es “esta cosa abominable que yo aborrezco” (Jer. 44:4)
Refiriéndose a Dios dice: “Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio” (Hab 1:13)
Que “el alma que pecare esa morirá” (Ez. 18:4)
Que “la paga del pecado es la muerte” (Ro. 6:23)
Que “Dios juzgará… los secretos de los hombres” (Ro. 2:16)
Que “el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga” (Mr. 9:44)
Que “los malos serán trasladados al Seol” (Salmo 9:17) e “irán estos al castigo eterno” (Mt. 25:46)
Que “no entrará en ella (la ciudad celestial) ninguna cosa inmunda” (Ap. 21:27)
Terriblemente negra ha de ser esa culpa por la cual, sólo la sangre del Hijo de Dios podía satisfacer.
Engañoso
El pecado es de lo más engañoso en la vida del ser humano, haciéndole creer que es menos pecaminoso y peligroso. Nos hemos olvidado que la tentación de pecar raramente se nos presenta en su verdadera realidad diciendo: “Soy tu peor enemigo mortal y quiero arruinarte eternamente en el infierno”. El pecado nos llega como:
Judas, con un beso.
Eva, con un fruto que parecía bueno y deseable.
David, caminar tranquilamente en la azotea de su palacio le pareció inofensivo; pero terminó en adulterio y homicidio.
El pecado raramente parece pecado al principio.
Conclusión
Conclusión
Dos cosas tocan por hacer si queremos mantenernos en santidad: 1) Autodegradación, no te consideres lo suficientemente santo y puro, pues de ahí surgirá tu verguenza, y 2) Ser agradecidos por la gracia de Dios, por ese glorioso evangelio que nos liberta de la pena y dominio del pecado. Porque donde abundó el pecado, sobre abundó la gracia (Ro. 5:15, 20)