Conociendo la Voluntad de Dios 1

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Es posible conocer la Voluntad de Dios

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Nuestra vida es la sumatoria de las decisiones que tomamos, desde cambiar de trabajo, de ciudad, qué estudiar, casarte, tener hijos, etc. Todos tomamos decisiones y aun sabiendo que fue nuestra decisión, cuando vemos el resultado, desearíamos culpar a los padres, vecinos, la lluvia, la playa.
Lo cierto es que hemos sido nosotros los que jugamos las cartas que nos tocaron, quizá tienes remordimientos por decisiones que tomaste. Por eso hay áreas o decisiones que tomamos y desearíamos dejar en el olvido, no queremos que nadie se entere de esa época.
Quizá hay excepciones, personas que dicen: “pues yo estoy donde siempre quise estar y no me arrepiento de nada, no he hecho nada mal”. Pero para la mayoría ¡no es así! Todos tenemos buenas decisiones y también malas decisiones, pero muchas veces las consecuencias son peores de lo que habríamos imaginado.
Tal vez ahora buscas a Dios precisamente porque has tomado malas decisiones y ya no quieres seguir regando el tepache. ¡Si tan sólo Dios me ayuda a NO tomar más malas decisiones! Mi único plan de vida de ahora en adelante es ¡no regarla! Si Dios me ayuda ¡acepto su ayuda!
La buena noticia es que tu Padre Celestial, como buen padre quiere guiarte y creo que eso queremos para nosotros o para alguien que amamos. Esto nos lleva a la pregunta ¿cómo puedo saber qué quiere Dios? ¿cómo saber que este sueño es de Dios y no el chicharrón? ¿cómo sé que Dios me está hablando? ¿cómo conocer la Voluntad de Dios?
La cosa se complica cuando conoces cristianos que se acercan con la mejor intención a darte un consejo, después encuentras otro y te dice lo contrario, te quedas con cara de ¡ayúdame, Dios! O para alguien que empieza esta búsqueda y enterarte que Dios te puede hablar, ya no sabes si reír, llorar o asustarte y salir corriendo.
Vamos por partes. Sabemos que Dios quiere que le llames: Padre. Se preocupa por ti y las decisiones que tomas. Sabe tu situación actual y que mucho de ello son consecuencias de tus malas decisiones tomadas en el pasado.
Sabemos que quiere ser parte de tu vida y lo que decidas hacer con tu vida es importante para Dios, por lo que ÉL está haciendo en el mundo. Una promesa de Dios dice:
…él te mostrará cuál camino tomar.” (Proverbios 3:6, NTV)
Él hará muy claro el camino que debes segur, lo que debes hacer, a dónde ir y lo que debes ser. Esta promesa es para todos lo que quieren pensar en serio sobre su futuro en la vida.
Al hablar de la Voluntad de Dios, debe estar claro el contexto de lo que serán las próximas pláticas. La Biblia usa ese término “Voluntad de Dios”, en 3 formas:
1. Voluntad Providencial de Dios
2. Voluntad Moral de Dios
3. Voluntad personal de Dios
Si tienes una concordancia de la Biblia verás que, al hablar de la voluntad de Dios, todas caen en una de estas 3 categorías.
Voluntad Providencial de Dios. Es lo que Dios hará sin importar si oras para que suceda o no. Dios lo hará de cualquier forma, no tienes qué orar para que Dios lo haga.
…cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo…” (Gálatas 4:4–5, NTV)
Dios enviaría a SU Hijo, sin importar si alguien creía o no, si alguien estaba orando o no, ÉL lo envió de todos modos, esa es la voluntad Providencial de Dios.
…Los libros fueron abiertos, entre ellos el libro de la vida. A los muertos se les juzgó de acuerdo a las cosas que habían hecho, según lo que estaba escrito en los libros… y todos fueron juzgados según lo que habían hecho.” (Apocalipsis 20:12–13, NTV)
Esto lo hará Dios aunque tú no lo quieras; tampoco será cuando alguien diga: ¡Dios ya quiero dar cuentas! Sino que Dios lo hará en SU tiempo. Esa voluntad Providencial hará que Jesús regrese otra vez. Eso no depende de nuestra fe u obediencia es algo que Dios hará porque lo decidió.
Si bien es cierto que Dios lo hará y no depende de nosotros, la historia nos dice que Dios usa hombres y mujeres para cumplir SU voluntad providencial. Un día dijo: “Abraham levántate y ve a un lugar que no conoces, todo el mundo será bendito por tu causa. He decidido crear una nación que se llamará Israel, será una gran nación y eres tú a quien he escogido para que me ayude a empezar esta nación”.
En otra ocasión decide enviar a Jesús y envía un ángel que le dice a María “Ya es el tiempo y te elijo para que seas el medio por el cual llegara Jesús”.
Lo importante sobre la voluntad providencial de Dios es que es ÉL quien decide cuando, pero usa hombres y mujeres para llevarlo a cabo. Son los creyentes que están familiarizados con SU Palabra que podrán identificar cuál es la voluntad de Dios para sus vidas. Lo que nos lleva a la siguiente:
Voluntad Moral de Dios. Estos son los mandamientos ya dados. Es lo que sabes, porque viene en Su Palabra y no debes orar preguntándote ¿Cuál es la voluntad de Dios? No preguntas ¿Dios quieres que mienta? ¿es tu voluntad que desobedezca a mis padres? ¿quieres que robe? ¡eso ya lo estableció!
La voluntad de Dios es que sean santos, entonces aléjense de todo pecado sexual.” (1 Tesalonicenses 4:3, NTV)
Parte de la voluntad de Dios para tu vida es la pureza sexual. Esa es Su voluntad para nuestras vidas, no tienes que orar para ver si esta regla aplica para ti o no. No tienes que orar para saber cuál es la voluntad de Dios en esa área. Hay una razón para eso, pero eso es motivo de otro tema.
Por amor al Señor, respeten a toda autoridad humana, ya sea el rey como jefe de Estado o a los funcionarios que él ha nombrado. Pues a ellos el rey los ha mandando a que castiguen a aquellos que hacen el mal y a que honren a los que hacen el bien.” (1 Pedro 2:13–14, NTV)
Dios dice que respetemos a nuestra autoridad, cuando llega la hora de las declaraciones no tienes que buscar a tu contador favorita para que te ayude a darle la vuelta. Aunque les celebres un día.
Al estar atentos a la voluntad moral de Dios te será más fácil saber cuál es la siguiente: la
Voluntad personal de Dios. Esto es lo que Dios quiere para tu vida. Aquí viene lo complicado, pero en realidad ¿sabes qué es lo difícil? No es saber si Dios quiere comunicarse contigo, la dificultad está en que nosotros obedezcamos lo que Dios nos dice. Si ya entregó a Su Hijo a morir por ti ¿no es eso evidencia de que quiere comunicarse contigo? Hablar contigo seguro es más fácil que enviar a SU Hijo. La comunicación no es problema para Dios.
La pregunta es ¿Estás dispuesto a obedecer la Voz de Dios? Tenemos la tendencia a decir: “Dios quiero que me muestres lo que debo hacer, pero sólo para considerarlo. Deseo saber cuál es tu opinión, pero para ver si me conviene y entonces obedezco. Dime ¿qué quieres que haga? Y lo considero con las otras alternativas que tengo en mente.
La verdad es que Dios no está interesado en ser una alternativa, no quiere que lo pongas en la terna, ÉL no quiere darte instrucciones para tu consideración y evaluación. Cuando Dios da instrucciones y direcciones es para que obedezcas y las pongas en acción. Si no quieres obedecer y sólo quieres SU opinión, Dios va a esperar hasta que estés listo y que tu actitud sea: ¡Dios estoy dispuesto a escuchar y hacer lo que quieres que haga! No se cuál es tu instrucción, pero mi respuesta a lo que digas es ¡Sí Señor, lo haré! Cuando llegues a esa actitud entonces oirás la voz de Dios de forma fuerte y clara.
Dios te ama y desea darte dirección, pero no para que lo consideres, sino para que lo ejecutes. Dios conoce tu corazón como para saber si quieres hacer Su voluntad o sólo quieres otra opción para tomar tu decisión. La otra parte del verso que leímos al principio inicia así:
Confía en el Señor con todo tu corazón, no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar.” (Proverbios 3:5–6, NTV)
El problema está en la parte que dice: “con todo tu corazón”. La evidencia de nuestras acciones dice que ¡no confiamos en Dios con todo el corazón! Confiamos sólo en parte, porque sólo así se explica querer tener otras opciones. Dios dice ¡NO! Cuando confíes en mí con todo tu corazón y no en tu entendimiento o habilidades financieras, o tus relaciones o para salir siempre bien librado.
Cuando confíes en mí con todo tu corazón y en todos tus caminos, no solo las áreas por las que sí estás orando, sino en todas las áreas de tu vida, incluso aquellas que crees que tienes bajo control.
Cuando quieras tomar una decisión y ya sabes cuál es la voluntad de Dios ¡hazlo! Mientras haces y cumples todo lo que ya sabes que Dios te ha mandado hacer, entonces -aquí está la promesa-, entonces ¡Dios te mostrará cuál camino tomar!
El punto principal es ¡Dios no da direcciones para que lo consideres! ÉL quiere guiarte, dirigirte, no quiere que sigas cometiendo más errores, pero cuando ÉL sabe que estás dispuesto a hacer lo que ÉL te pida, cuando estás comprometido en hacer SU voluntad, aunque no sepas los detalles, cuando llegues a ese punto, en que lo reconozcas en todos tus caminos, entonces no te preocupes porque ÉL te dejara bien claro, bien evidente cuál es el camino que tomar.
Recibimos iluminación en proporción a qué tanto nos damos por completo Dios en humillación, amor y obediencia. La iluminación viene después de la rendición a Dios. Primero servimos y después vemos. No vemos y después actuamos, sino porque actuamos vemos. Por eso el hombre o mujer que quiere ver antes de creer, nunca empieza siquiera el viaje. En otras palabras, es como si dijeras: “Dios, no estoy seguro de querer hacer tu voluntad, pero me gustaría saber cuál es, así nada más por curiosidad”.
Dios que te ama y que te formó te dice: “Hijo, las cosas no funcionan de esa manera, pero si confías en mí con todo tu corazón, si en todas las áreas de tu vida, en las que ya sabes cuál es mi voluntad, ahí me reconoces, entonces te hago una promesa: “Haré tus caminos claros, obvios, mi voluntad no pasara inadvertida en tu vida”.
Primero es rendirnos a la voluntad conocida de Dios, eso nos lleva a descubrir la Voluntad de Dios que aún no conoces para tu vida. Primero es rendirnos en obediencia a lo que ya sabemos y eso nos lleva a discernir lo que no conocemos con respecto la voluntad de Dios para tu vida.
Se lo difícil que esto es, especialmente si empiezas tu caminar con Dios. Quieres conocer la voluntad de Dios, pero cuando conoces su voluntad ya declarada y dices ¡Esto es muy difícil! Y no es algo que quiero hacer, esto es muy difícil. Te entiendo, a veces siento lo mismo.
El punto central es llegar al punto de reconocer a Dios en todos tus caminos, aunque sea difícil de hacer y en ocasiones frustrantes, pero ¡aguanta! Porque eso es crecer, crecer en fe, obediencia y madurar hasta e punto que digas: “Dios, ¡mi respuesta a tu voluntad será siempre sí! Aunque no sepa cuál es todavía”. Entonces podrás saber cuál es la voluntad de Dios para tu vida.
La próxima semana veremos unos pasos que nos ayudará a llegar más rápido, algo así como atajos, así que, por favor, no te desesperes y regresa la siguiente semana. Trae un invitado.
La enseñanza de hoy es que Dios quiere llevarnos al punto en que estemos entregados a Él, al punto de aceptar Su voluntad aun antes de que nos sea revelado.
El otro lado de la moneda es que las personas que han sido heridas y lastimadas son las que están más susceptibles de escuchar la voz de Dios. Quienes han caído y ya no pueden más, quienes por sus decisiones tomadas en el pasado dicen: “Dios, ya no quiero tomar ninguna decisión por mi cuenta, porque he hecho un desastre de mi vida. Mi cónyuge, el trabajo, familia, todos sufren por mis decisiones. Por eso anhelo que me digas qué hacer y desde este momento te digo que ¡haré lo que me digas que haga!”. Es más fácil para esas personas decir: “sea hecho tu voluntad en mi vida, porque mi voluntad ha sido un desastre”.
Si tienes años en el evangelio y la desobediencia te impide llegar a este nivel de rendición, te has adormecido ¡cuidado! Estas en grave peligro.
Que todos podamos llegar al punto de decir: “Dios no quiero una opinión o alternativa para considerar, quiero decirte que haré lo que quieres que haga”.
¿Sabes por qué Dios lo hace así, tan especial? Porque más importante que poder escuchar sus instrucciones es llegar a conocerlo a ÉL, que lo descubras a ÉL y no sus instrucciones. ÉL quiere que lo conozcas, quiere toda nuestra atención. En el proceso de buscar SU voluntad, lo encuentras a ÉL. Es en el momento en que nadie te tenga que decir: tienes que orar, ve a la iglesia, obedece, se fiel en tus finanzas; porque todo eso ya es parte de tu vida.
Dios permite este proceso para que al final nuestra fe crezca y aprendamos a ponernos de rodillas; cuando nuestra fe se encuentra con SU fidelidad, suceden cosas asombrosas. No llegas a conocer a Dios y después hacer Su voluntad, lo llegas a conocer más profundamente al hacer Su voluntad. Es en el proceso de buscar Su voluntad que Dios se nos revela en formas únicas. Así que al final, no sólo se puede tomar una decisión, sino que conoces a tu Creador. Nuestra fe crece y algo más pasa, que descubrimos más de ÉL.
La Voluntad providencial de Dios nos lleva a la Voluntad moral de Dios y en alguna parte entre estas 2, está la voluntad personal de Dios para tu vida. Mientras más estudies y leas Su Palabra y con SU Voluntad providencial y SU voluntad moral, reconociéndolo en todos tus caminos, será más fácil reconocer SU voluntad para tu vida.
Dios creó la comunicación, y eso lo hace ser el más grande comunicador, así que, cuando estés listo para que lo conozcas, ÉL se revelará y no lo pasarás por alto, lo vas a ver claramente.
Termino con esto, en la Biblia no vas a leer que alguno de los profetas haya dicho: ¿qué? ¿no se qué hacer? ¡no entiendo! El problema no es que no se le entienda, sino que no queremos hacer lo que nos pide hacer.
La mejor manera de conocer la voluntad de Dios no es arrodillarse, poner tu mente en blanco, música ambiental, incienso, posición en flor de loto y decir en voz melodiosa ¡estoy listo, habla! Dios tiene mejores medios para comunicarse contigo, así que la mejor preparación que puedes tener es: buscar Su voluntad en todo lo que hagas, reconocerlo en todos tus caminos, querer hacer SU voluntad, obedecer y hacer lo que ya sabes que es SU voluntad. La promesa que te da es que ÉL te mostrará cuál camino tomar.
Dios quiere revelarse a ti más de lo que tú lo quieres conocer; en la mayoría de los casos está esperando que digamos: “Dios, tengo opciones, pero ¡haré lo que sea tu voluntad! Porque Quiero hacer tu voluntad más de lo que quiero considerar mis opciones”.
Dios te dice: “Lo que YO quiero eres tú”. Tú eres lo que YO quiero.
Palabra de Dios
La próxima semana hablaremos sobre qué hacer cuando necesito saber cuál es la voluntad de Dios pero en calidad de urgentemente.
Oremos
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