El Espíritu Santo
Escuela de Liderazgo • Sermon • Submitted
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El Espíritu Santo
El Espíritu Santo
Pregunta: ¿Quién es tu mejor amigo?
¿Por qué esa persona ganó tu amistad?
La promesa
La promesa
Cuando el Señor Jesús debía partir prometió a sus discípulos que no quedarían solos:
Juan 14:16 “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:”
El Espíritu Santo nos ayuda, consuela, anima, exhorta, bautiza, guía, ilumina y nos da las fuerzas para seguir adelante.
El Espíritu Santo viene a morar al corazón del cristiano cuando se convierte a Cristo: Romanos 8:9 “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.”
Es una persona
Es una persona
Sabiendo que Jesús tomó forma de hombre y que la religión ha inventado una imagen de Él, no es difícil pensar que es persona.
Al igual que el Padre, tenemos la idea que es una persona por tener el adjetivo de Padre.
Pero el Espíritu Santo nos es difícil pensar en el como una persona, pues no podemos imaginarlo como tal.
Pero podemos entender que El Espíritu Santo es una persona porque puede ser contristado. Efesios 4:30 “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.”
El Espíritu Santo es una persona con la cual podemos hablar, pedir ayuda, adorar y sentir su presencia.
Podemos orar al Espíritu Santo para pedir ayuda, principalmente respecto a los dones y frutos.
Sin embargo, no podemos tener una imagen del Espíritu Santo pues nadie lo puede ver con los ojos físicos. Juan 14:17 “el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.”
Lo conocemos cuando mora en nosotros.
Jesús prometió que El Espíritu Santo estaría con nosotros siempre, y es una promesa que Él ha cumplido.
Otro consolador
Otro consolador
El Espíritu Santo es nuestro consolador como lo es Cristo. Siendo Dios, sentir la presencia del Espíritu Santo es lo mismo que sentir la presencia de Cristo o del Padre.
Cristo y El Espíritu Santo son la misma persona pero a la vez diferente persona.
Juan 14:18 “No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.” Recibir a Cristo es recibir El Espíritu Santo.
Debemos desarrollar una relación de dependencia y de intimidad con Cristo y El Espíritu Santo. Podemos contarle todo lo que sentimos y gozar de su amor y su gracia.
Conclusión
Conclusión
Oremos para pedir que cada uno seamos sensibles a la presencia del Espíritu Santo.
Tome tiempo adecuado para que el Espíritu Santo se manifieste y toque a cada uno de los presentes.