En Odres Nuevos Se Ha De Echar
Marcos • Sermon • Submitted • Presented • 1:08:06
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· 3,769 viewsCuando al Señor le preguntan por qué sus discípulos no ayunan como los de Juan el Bautista y los fariseos, Él responde con una serie de analogías que sitúan su presencia con la llegada de la salvación de Dios. Habla de una celebración gozosa que no es una reforma del judaísmo sino la creación de algo radicalmente nuevo y transformador. El Señor con la serie de analogías va a responder a la pregunta y las utiliza para ilustrar la naturaleza de su ministerio.
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18 Y los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunaban; y vinieron, y le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan?
19 Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas ayunar mientras está con ellos el esposo? Entre tanto que tienen consigo al esposo, no pueden ayunar.
20 Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces en aquellos días ayunarán.
21 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura.
22 Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Esta es la tercera de las cinco historias de controversia que Marcos presenta durante el ministerio temprano de Cristo en Galilea. Mientras que los dos anteriores trataban sobre la reivindicación del Señor de que podía perdonar los pecados y su asociación con los pecadores, esta hace referencia al ayuno.
Los fariseos y los discípulos de Juan el Bautista, ayunaban con mucha frecuencia, como signo de devoción y piedad. Algunas de estas personas se preguntaban por qué Cristo y sus discípulos no lo hacían.
Cuando al Señor le preguntan por qué sus discípulos no ayunan como los de Juan el Bautista y los fariseos, Él responde con una serie de analogías que sitúan su presencia con la llegada de la salvación de Dios.
Habla de una celebración gozosa que no es una reforma del judaísmo sino la creación de algo radicalmente nuevo y transformador.
El Señor con la serie de analogías va a responder a la pregunta y las utiliza para ilustrar la naturaleza de su ministerio.
La primera, (la celebración de una boda) ilustra la razón por la cual Cristo y sus discípulos no están ayunando.
La presencia de Cristo es momento de celebración no de solemnidad.
La segunda y la tercera, (remendar un vestido viejo con tela nueva y poner un vino nuevo en un odre viejo) explican la naturaleza y la importancia de esta celebración.
Explicación de los versículos.
18 Y los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunaban; y vinieron, y le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan?
Era común en el mundo greco-romano que los maestros de todo tipo tuvieran discípulos o aprendices, aquí en el pasaje se nos mencionan a dos clases de discípulos a parte de los del Señor.
Sobre el ayuno debemos saber que podía indicar distintas cosas, como pena, dolor, arrepentimiento o devoción a Dios. A menudo se asociaba con la oración.
En el Antiguo Testamento se habla de por lo menos cinco ayunos. Pero los fariseos en la época del Señor eran todavía más escrupulosos ayunando dos veces por semana, los lunes y los jueves.
Marcos no indica quién hizo la pregunta, pero lo que si esta claro es que la pregunta tiene un tono crítico.
La gente piadosa como los fariseos ayunaban, los discípulos del Señor no. ¿Qué decía eso de su devoción a Dios? (en tono critico)
Ante eso el Señor responde:
19 Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas ayunar mientras está con ellos el esposo? Entre tanto que tienen consigo al esposo, no pueden ayunar.
El Señor responde con una analogía, describiéndose a sí mismo como un novio y a sus discípulos como los padrinos del novio o los invitados a la boda.
Las bodas judías de esos tiempos eran asuntos festivos y extravagantes. Eran los eventos sociales más grandes en la vida de un pueblo y duraban una semana o más. De manera que ayunar en tales celebraciones sería impensable.
Que Cristo el novio y el anfitrión del banquete estuviera presente implica que no es el momento de ayunar, sino de celebrar.
20 Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces en aquellos días ayunarán.
Con este pero el Señor deja claro que no está en contra del ayuno como disciplina espiritual.
Hay un tiempo de regocijo y otro de duelo.
Cuando el novio les sea quitado, entonces los discípulos ayunarán.
El verbo quitado aparece sólo aquí en el NT. Probablemente se refiera al arresto y la crucifixión de Cristo, aunque también pueda hacer referencia a la resurrección y ascensión al Cielo.
El caso es que una ves ocurrido este hecho, cuando el esposo sea quitado, entonces si ayunarán.
Luego Él continua diciendo:
21 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura.
22 Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.
El Señor sigue la analogía de la boda con otras dos.
Así como nadie hace duelo en una boda, tampoco pone un remiendo de tela nueva en un vestido viejo, ni pone vino nuevo en odres viejos.
Si sobre un vestido viejo se coloca un remiendo de tela nueva, el resultado será que la tela vieja donde se hizo la costura se romperá. La tela nueva tirará de la vieja y esto hará peor la rotura.
De esta manera el remiendo que debía solucionar un problema termina creando un problema mayor.
La segunda parábola refuerza a la anterior.
Nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino reventará los odres viejos y así se pierde el vino y los odres. El vino nuevo en odres nuevos ha de echarse.
Lo que el Señor quiere decir es que su mensaje, su reino, su evangelio, su enseñanza y su salvación no armonizaba con ayunos que carecían de gozo.
La dimensión de lo que el Señor esta enseñando aquí es que lo viejo es incompatible con lo nuevo.
Lo que nos dice es que el vino nuevo del reino de Dios no se puede poner dentro del odre viejo del judaísmo religioso.
Su misión no es simplemente reformar o remendar la religión de Israel, sino inaugurar una nueva era de salvación, el reino de Dios.
Y no estaría sobre la base de las tradiciones y las religiones de los hombres. En odres nuevos se ha de echar.
Ahora bien, habiendo explicado estos versículos, vayamos ahora a la aplicación practica, ¿qué podemos aprender de este pasaje?
Lo que tenemos claro es que Cristo no ha venido a remendar un viejo sistema, no ha venido a remendar al judaísmo. Su propósito era introducir algo nuevo. Había venido para sacar a un grupo del judaísmo e introducirlo en el reino fundado no en tradiciones religiosas sino en sí mismo y su justicia.
La verdadera justicia no esta basada en la ley ni en las tradiciones farisaicas, esta arraigada a Cristo mismo.
No ayunaban simplemente porque no era el tiempo, y porque el ayuno ritualista y religioso no significa nada. De manera que lo que podemos aprender de este pasaje es:
LA OBRA DE DIOS ES SIEMPRE NUEVA
LA OBRA DE DIOS ES SIEMPRE NUEVA
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
En Cristo somo nuevas criaturas, no estamos sujetos a ningún sistema religioso, no hacemos lo que hacemos porque otros lo hacen. Las cosas viejas pasaron. Nuestra vida antes de conocer y creer en Cristo ya es vieja, es pasado. Ahora todo será nuevo.
Dios me hará una nueva criatura creada según Él mismo, en la justicia y la santidad de la verdad.
Con lo cual no te aferres a lo viejo, no te aferres a las nociones del pasado, no te aferres a un sistema religioso solamente porque has llevado años y generaciones han pasado practicándolas.
Desde el momento en que realmente conoces a Cristo y de verdad lo haces, Dios formalmente te perfeccionará, especialmente a aquellos quienes no tienen nociones religiosas y quienes están listos para hacer a un lado su vieja naturaleza y a quienes sencillamente obedecen a Dios, Él perfeccionará a aquellos quienes anhelan su Santa Palabra.
6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
Dios ha comenzado una obra totalmente nueva en usted y no a terminado aún.
DIOS NO QUIERE REMENDAR TU VIDA, ÉL QUIERE TRANSFORMARLA
DIOS NO QUIERE REMENDAR TU VIDA, ÉL QUIERE TRANSFORMARLA
Cristo ha demostrado que la nueva vida en Él no se podía vivir en vida vieja.
Hay gente tratando de echar el vino nuevo en odres viejos. Gente tratando de vivir el cristianismo sin desasistir, sin desatender, sin desechar y sin renunciar a sus pecados y su religiones ni sus ídolos.
Dios no quiere poner su evangelio en nuestra vida llena de pecados y tratar de remendarlas para que caminen juntos. Eso es imposible, no armoniza, no concilia, no unifica. No es su deseo habitar junto a un pecador, eso iría en contra de su naturaleza perfecta y sin mancha.
Él quiere limpiar tu vida con su precioso evangelio.
Por eso muchos al llegar a Cristo luego tropiezan porque se dan cuenta que no pueden vivir la vida cristiana y una vida llena de excesos y de libertinaje pecaminoso y al mismo tiempo agradar a Dios.
He visto muchos empezar y luego desasistir, luego renunciar, abandonar y echarse a un costado en la vida cristiana porque no quieren ser transformados, quieren el remiendo, quieren lo nuevo sobre lo viejo, y como lo nuevo tirará de lo viejo algunos deciden continuar en lo viejo, continuar en sus vidas mundanas, en sus pecados de alcohol, de vanagloria, de adulterio, de fornicación, de orgullo, de idolatría, de religiosidad y de mentira.
Cristo quiere transformarte y hacerte una nueva criatura y para eso, Él muchas veces tendrá que como el barro en manos del alfarero echarte a perder, y hacerte otra vasija según le parezca mejor hacerla.
6 ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.
Cristo quiere transformarte y para eso utilizará también el fuego de su Palabra que como un martillo quebrantará la piedra.
29 ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?
Si tan sólo dejásemos que su Palabra transforme nuestras vidas, si en lugar que quejarnos y enojarnos después de una predicación de la Palabra de Dios cayéramos sobre nuestras rodillas y nos humilláramos delante de Dios, entonces nuestra vida seria diferente, muestro matrimonio sería diferente, nuestra relación con nuestros hijos sería diferente, nuestra relación con otros sería diferente, porque la Palabra de Dios quebranta la piedra y hace que aquella piedra robusta áspera y de feo aspecto se vuelva una suave, delicada, apacible y de un aspecto agradable.
Eso no lo hace la religión eso no lo hace su continua vida de pecado, eso no lo hace la vieja tradición ritualista, eso no lo hace su egoísmo y su vida centrada en usted mismo, eso lo hace la bendita Palabra de Dios, eso lo hace la nueva vida en Cristo, porque Él quiere transformarte.
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
¿Quiere usted ser una nueva criatura transformada por el Señor?
¿Por qué no vienes a Cristo en esta hora y le pides que cambie tu vida?
Cristo no vino a ponerle un parcho a tu vida, Él vino a hacerte un nuevo hombre, una nueva mujer transformada y transformado por su gracia.
No rechaces Su Palabra que es como un fuego y como un martillo que Él utilizara para crear en ti un nuevo hombre para su gloria.
En Oración allí donde estas dile al Señor...
Himno.
Haz lo que quieras de mi Señor, Tu el Alfarero, yo el barro soy; Dócil y humilde anhelo ser; Cúmplase siempre en mi Tu querer.
Haz lo que quieras de mi Señor, Mírame y prueba mi corazón; Lávame y quita toda maldad Para que tuyo sea en verdad.
Haz lo que quieras de mi Señor, Cura mis llagas y mi dolor, Tuyo es, oh Cristo, todo poder; Tu mano extiende y sana mi ser.
Haz lo que quieras de mi Señor, Del paracleto dame la unción, Dueño absoluto se de mi ser, Que el mundo a Cristo pueda en mí ver.