RESTAURACIÓN DEL PROPÓSITO DE LA VIDA

Éxodo 9:16 NTV

Sin embargo, te he perdonado la vida con un propósito: mostrarte mi poder y dar a conocer mi fama por toda la tierra.

Cuando hablamos de tener un propósito de la vida, nos referimos a que todos viven por algo, una razón para vivir, hay algo porque luchar, que nos motiva, nos impulsa, y sostiene la vida de cada uno en particular. Llámese la familia, el trabajo, un ministerio, o lo que sea, siempre hay algo. No tener un propósito en la vida es estar muerto.

Ahora la pregunta que surge es; ¿para qué vivimos?

No tiene nada que ver con vos. El propósito de tu vida es excesivamente mayor que tu realización personal, que tu paz mental, e incluso que tu felicidad. Es excesivamente mayor que tu familia, que tu profesión y que tus mayores sueños y ambiciones. Si quieres saber por qué fuiste puesto en este planeta, tienes que empezar con Dios.

Naciste debido a Su propósito y para Su propósito. La búsqueda del propósito de la vida ha dejado perpleja a la gente por miles de años. Esto es porque normalmente empezamos en el punto de partida equivocado: nosotros mismos. Nos hacemos preguntas egocéntricas como ¿Qué quiero ser yo? ¿Qué debería de hacer con mi vida? ¿Cuáles son mis metas, mis ambiciones, mis sueños para mi futuro?

Pero enfocarnos en nosotros mismos nunca nos revelará el propósito de nuestras vidas. La Biblia dice, "Dios es el que dirige las vidas de sus criaturas; la vida de todos está en su poder." Contrario a lo que muchos libros, películas y seminarios populares le digan, no descubrirá el significado de su vida si lo busca dentro de usted mismo.

Proverbios 19:21 NTV

Puedes hacer todos los planes que quieras, pero el propósito del Señor prevalecerá.

La Biblia dice que nosotros fuimos creados con un propósito aún antes de la fundación del mundo.

Efesios 1:4–5 NVI

Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad,

Efesios 1:11 NVI

En Cristo también fuimos hechos herederos, pues fuimos predestinados según el plan de aquel que hace todas las cosas conforme al designio de su voluntad,

2 Timoteo 1:9 RVR60

quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,

O sea Dios no nos salvó para ponernos en un arca y no saber para dónde ir. Sus planes para nosotros habían sido diseñados antes que naciéramos, antes de la fundación del mundo, antes de los tiempos de los siglos.

El propósito de Dios para nuestras vidas en general se fue revelando a través de las Escrituras.

Si bien alguno pudiera tener una llamado especial, el propósito de Dios para todos sus hijos es claro.

HIJOS.

La primer cosa que descubrimos es que Dios nos predestinó para ser adoptados como hijos.

Efesios 1.5 RVR60 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,

COMO CRISTO.

La segunda cosa que debemos entender del propósito de Dios para nuestras vidas es que estos hijos que él adopto tienen un prototipo, Cristo, por lo tanto todos sus hijos tienen que ser como su Hijo Jesucristo.

Romanos 8.29 RVR60

Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

UN MINISTERIO COMO CRISTO.

Jesús vino con una sola misión y su ministerio lo desarrolló llevándolo adelante en tres áreas como Sacerdote, Profeta y Rey.

Y nosotros sus hijos tenemos los mismos tres ministerios y es lo que Dios quiere que seamos.

1 Pedro 2:9 NVI

Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.

Es muy evidente que estos títulos no son literales, al igual que pasó con Jesús, él no fue coronado como Rey, pero reinó y reina, no fue nombrado sacerdote o profeta, pero ministro y profetizo como tal.

Rey:

reyes en el sentido de que tenemos la autoridad del Reino sobre todas las cosas. Sobre el mundo espiritual y el mundo natural.

Lucas 9:1 NVI

Habiendo reunido a los doce, Jesús les dio poder y autoridad para expulsar a todos los demonios y para sanar enfermedades.

Sacerdote:

Necesariamente para entrar al lugar santísimo debemos ser sacerdotes y Jesús nos mostró el camino y nos dio su vestimenta como sacerdotes para que podamos entrar en su presencia para orar, interceder, adorar, etc.

Hebreos 10:19–20 RVR60

Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,

Profeta:

El ministerio profético del Nuevo Testamento es muy diferente al del Antiguo, si bien, pueden haber profecías sobre acontecimientos futuros, no es la idea del ministerio profético del N.T. ya que los profetas del A.T. apuntaban al futuro señalando lo que Cristo iba a ser y hacer y los profetas del N.T. apuntan hacia el pasado señalando a lo que Cristo hizo.

Además de esto vemos que la profecía, según el apóstol Pablo tiene tres objetivos; edificación, exhortación y consolación. La profecía del N.T. está basada en la revelación máxima que es Cristo mismo y su palabra.

1 Corintios 14:1–5 NVI

Empéñense en seguir el amor y ambicionen los dones espirituales, sobre todo el de profecía. Porque el que habla en lenguas no habla a los demás sino a Dios. En realidad, nadie le entiende lo que dice, pues habla misterios por el Espíritu. En cambio, el que profetiza habla a los demás para edificarlos, animarlos y consolarlos. El que habla en lenguas se edifica a sí mismo; en cambio, el que profetiza edifica a la iglesia. Yo quisiera que todos ustedes hablaran en lenguas, pero mucho más que profetizaran. El que profetiza aventaja al que habla en lenguas, a menos que éste también interprete, para que la iglesia reciba edificación.

De la misma manera que Cristo, Dios quiere que nosotros entendamos mas cual es nuestra función, que ser nombrados y llamados por nuestros títulos.

Hay un titulo al que Jesús lo resumió todo. DISCÍPULO…!

Mateo 16.24–25 RVR60

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.

Lucas 14.27 RVR60

Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.

Ser discípulo, es ser rey, sacerdote y profeta. Y para ser discípulo tenes que estar dispuesto a que ese sea el propósito de tu vida.

CONCLUSIÓN

Tu vida fue diseñada para que vivas sirviendo y ministrando para Dios. Ese es tu máximo y único propósito en la vida. No hay otro para los que hemos creído en Cristo.

2 Corintios 5:14–15 NTV

Sea de una forma u otra, el amor de Cristo nos controla. Ya que creemos que Cristo murió por todos, también creemos que todos hemos muerto a nuestra vida antigua. Él murió por todos para que los que reciben la nueva vida de Cristo ya no vivan más para sí mismos. Más bien, vivirán para Cristo, quien murió y resucitó por ellos.