Glosolalia, un estudio sobre el don de lenguas en la Biblia

Introducción

La Enciclopedia Bíblica describe la glosolalia como “El acto de hablar una lengua que uno no adquirió por medios naturales”, este don que sólo puede ser dado por el Espíritu Santo, es uno de los que más causan polémica en nuestra actualidad, por ello, en esta ocasión vamos a hacer un breve estudio en la Biblia acerca del don de lenguas, ¿en qué consiste?, ¿para qué es?, ¿puede la iglesia gozar de él en nuestros tiempos? Veamos qué nos dice la Biblia.

¿En qué consiste el don de lenguas?

Hechos de los Apóstoles 2:6 LBLA

Y al ocurrir este estruendo, la multitud se juntó; y estaban desconcertados porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.

La Biblia nos enseña que, en ciertas ocasiones, el Espíritu Santo calificó a algunos discípulos para poder hablar con soltura en un idioma que antes no conocían.

En el día de pentecostés, los discipulos fueron entendidos en al menos 10 idiomas diferentes.

En 1 Cor. 14:18 (“Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas más que todos vosotros;” ), podría entenderse que este don sería repartido, a discreción del Espíritu Santo, en mayor o menor cantidad a cada persona; algunos podían hablar en muchos idiomas y otros en algunos pocos, todo dependía de lo que el Espíritu necesitara en cada momento.

¿Para qué es el don de lenguas?

1 Corintios 14:13 LBLA

Por tanto, el que habla en lenguas, pida en oración para que pueda interpretar.

El don de lenguas es una necesidad de la iglesia para el cumplimiento de su misión en la tierra. Una de las consecuencias del pecado fue la confusión de las lenguas en la torre de Babel donde, en Gén. 11, debido a la maldad y unidad del pueblo, Dios tuvo qué cambiar sus lenguas para que ninguno pudiera entender a sus compañeros, se desorganizaran y se dividieran.

Cuando Cristo vino a la tierra, estaba consciente de la necesidad del don de lenguas, así que lo prometió a sus discípulos en Mr. 16:17 “Y estas señales acompañarán a los que han creído: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas”; el cumplimiento de esta promesa se dió en Hch. 2:4 “Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse”.

Entendemos entonces que Dios descendió dos veces para tratar asuntos idiomáticos: en Babel inventó los idiomas para confundir al mundo y en pentecostés enseñó los idiomas a sus discípulos para que pudieran predicar el evangelio. Mientras que en Babel la aparición de los idiomas son confusión y división, en pentecostés la aparición de los mismos idiomas son edificación y unión, unión en Cristo.

Entonces, el don de lenguas es dado para la predicación del evangelio.

¿Sólo para predicar el evangelio?

No. El don de lenguas también fue usado para alabar a Dios en Hch 10:46 “pues les oían hablar en lenguas y exaltar a Dios”, así que la adoración también es una de las finalidades del don de lenguas y aún podría darse el caso de que se desarrollara el poder hablar en lenguas angelicales, según 1 Cor. 13:1, pero la Biblia desanima a utilizar el don de lenguas en la iglesia a menos que exista otra persona con don de interpretación, para que toda la iglesia pueda entender lo que el Espíritu dice a través de las lenguas

1 Corintios 14:13–17 LBLA

13 Por tanto, el que habla en lenguas, pida en oración para que pueda interpretar. 14 Porque si yo oro en lenguas, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. 15 Entonces ¿qué? Oraré con el espíritu, pero también oraré con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero también cantaré con el entendimiento. 16 De otra manera, si bendices solo en el espíritu, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias el que ocupa el lugar del que no tiene ese don, puesto que no sabe lo que dices? 17 Porque tú das gracias bien, pero el otro no es edificado.

¿Puede haber glosolalia en nuestros tiempos?

Claro, el Espíritu Santo es el mismo hoy que en el pentecostés.

Glosolalia en la iglesia pionera.

¿Entonces por qué no hay tantos registros del don de lenguas como en los tiempos bíblicos?

Bueno, eso es porque los tiempos así como las necesidades de la iglesia, han cambiado mucho desde los tiempos de los apóstoles para acá. En el día de pentecostés, toda la iglesia estaba conformada por Pedro y sus amigos y estos eran pescadores iletrados que no tenían manera de predicar a Cristo en un idioma que no fuera el arameo, ¿qué hizo el Espíritu Santo? ¡Les enseñó a hablar en otro idioma! Hoy en día Jesús cuenta con seguidores en todo el mundo y la iglesia cuenta también con profesionales capacitados para hablar, enseñar y predicar a Cristo en casi todos los idiomas conocidos. Sin embargo, si en algún momento tuviéramos la necesidad de que Cristo sea predicado a una persona cuyo idioma no sabemos, ¡el espíritu santo nos dará el don de lenguas! Jesús lo prometió a todos sus discípulos.