DEL TORMENTO A LA LIBERACIÓN (Marcos 5:1-21)
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1 EL ENCUENTRO (1-12)
2 LA LIBERACIÓN (13-16)
3 EL MENSAJE (17-20)
Introducción
Seguimos con esta serie del Evangelio Según san Marcos, que narra los hechos y Palabras de Jesúcristo nuestro Señor.
En el anterior pasaje, vimos la autoridad de Cristo frente a la fuerza de la naturaleza, ahora veremos la autoridad de Cristo frente al mal.
Todo se sujeta bajo la autoridad de Cristo, de neustro Dios, no es una lucha dualista como algunos piensan, y este pasaje narra bien esa victoria anunciada y esperada de la Luz a las tinieblas.
Pero esto es lo que sucede cuando Cristo llega a neustra vida, nos hace pasar del tormento, de la angustia a la libertad, la gracia y la paz.
Necesitamos ver como trabaja Dios en esto y como enfrenta estas cosas.
¿Has sido liberado por Cristo? Entonces te sentiras identificado con este sermón. ¿Aun no lo ha sido? Mira la autoridad de Cristo y cree en Él.
1. EL ENCUENTRO (1-12)
1. EL ENCUENTRO (1-12)
Jesucristo se acerca a la región de Gandara en la parte oriental del mar de Galilea.
Y antes de bajar de la barca alguien lo ve.
a) … De las tinieblas con la luz (1-5)
1 Y llegaron al otro lado del mar, a la tierra de los gadarenos. 2 Y cuando Él salió de la barca, enseguida vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo 3 que tenía su morada entre los sepulcros; y nadie podía ya atarlo ni aun con cadenas; 4 porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie era tan fuerte como para dominarlo. 5 Y siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y en los montes dando gritos e hiriéndose con piedras.
Esto es lo que pasa cuando la luz se manifiesta, que también podemos ver lo malo, se manifiesta lo malo.
En muchas ocasiones, la luz trae eso, claridad, y hace ver nuestro mal.
Cuando no caminabamos con la luz, estabamos a oscura, ahora que la luz llega a la tierra, lo malo también se manifiesta, y esto lo vemos en este endomiado.
b) Las tinieblas no están por encima de la luz (6-12)
6 Cuando vio a Jesús de lejos, corrió y se postró delante de Él; 7 y gritando a gran voz, dijo*: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te imploro por Dios que no me atormentes. 8 Porque Jesús le decía: Sal del hombre, espíritu inmundo. 9 Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y él le dijo*: Me llamo Legión, porque somos muchos. 10 Entonces le rogaba con insistencia que no los enviara fuera de la tierra. 11 Y había allí una gran piara de cerdos paciendo junto al monte. 12 Y los demonios le rogaron, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos.
Esto es lo que hablábamos anteriormente, no se trata de una lucha dualista, sino que los demonios también e sujetan a la autoridad de Cristo. Aunque nos pueda sorprender.
Cuando este hombre—en realidad los demonios que había en él, representados por su portavoz—le reconoció de una forma que va más allá del entendimiento humano, su primera reacción ante la majestad de Cristo fue de un temor reverencial que le indujo a postrarse.
Aunque a veces los humanos hacen todo lo que pueden para negar la deidad de Cristo, no ocurre así con los demonios; nótese el Maestro recibe un título sublime de parte del portavoz de los espíritus inmundos que moraban en aquel hombre. ¡Le llama nada menos que Jesús, “Hijo del Dios Altísimo”! Y exactamente esto era y es Jesús.
Este título es un título de la deidad, del mesías.
Aunque lso demonios reconocen su autoridad, no le adoran. Es curioso, podemos estar en el mismo lugar que este hombre endemoniado, podemos reconcoer que Dios existe, podemos reconocer que es soberano, pero si no nos acercamos arrepentidos con un corazón humillado y por medio del Hijo, estamos igual que ellos. Los demonios creen, pero no pueden arrepentirse, ya llevan su condena.
Por lo tanto, este encuento nos debe hacer meditar.
Entender y reconocer la autoridad de Cristo es bueno, pero nos estamos acercando debidamente? adoramos al Señor en Espíritu y Verdad.
¿Cómo está tu vida intima con Dios?
21 No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: «Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?». 23 Y entonces les declararé: «Jamás os conocí; apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad».
19 Tú crees que Dios es uno. Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan.
Fijaros, y este no era sólo un espíritu inmundo.
7 y gritando a gran voz, dijo*: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te imploro por Dios que no me atormentes. 8 Porque Jesús le decía: Sal del hombre, espíritu inmundo. 9 Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y él le dijo*: Me llamo Legión, porque somos muchos.
¿Y a pesar de esto ves laguna lucha? NO!, ves la victoria de Cristo y una petición de los demonios.
10 ¿No has hecho tú una valla alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene, por todos lados? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus posesiones han aumentado en la tierra. 11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, verás si no te maldice en tu misma cara. 12 Entonces el Señor dijo a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu poder; pero no extiendas tu mano sobre él. Y Satanás salió de la presencia del Señor.
6 Y el Señor dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; pero guarda su vida.
Cristo permitió con su autoridad que llegaran a los cochinos, es difícil entender el fin mas cercano de eso, pero el más profundo y real, es que todo lo hace para su gloria.
La respuesta no nos ha sido revelada. Pero cabe atender al hecho de que los demonios se dan perfecta cuenta de que sin la autorización de Cristo no pueden entrar en los cerdos.
Esto nos tiene que dar paz.
Ante el encuentro de la luz con las tinieblas, siempre prevalece la luz.
Juan 1:4-5
Biblia Textual 4 Edición Capítulo 1
4 En Él había vida, y la vida era la Luz de los hombres. 5 La Luz resplandece en la tiniebla, y la tiniebla no pudo extinguirla.
Y la luz trae:
2. LA LIBERACIÓN (13-16)
2. LA LIBERACIÓN (13-16)
Esto es una evidencia del poder y autoridad de Cristo.
La esencia del
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la cabeza, y tú lo herirás en el calcañar.
La esencia de la teología de la Cruz.
13 Y Él les dio permiso. Y saliendo los espíritus inmundos, entraron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se precipitó por un despeñadero al mar, y en el mar se ahogaron. 14 Y los que cuidaban los cerdos huyeron y lo contaron en la ciudad y por los campos. Y la gente vino a ver qué era lo que había sucedido. 15 Y vinieron* a Jesús, y vieron* al que había estado endemoniado, sentado, vestido y en su cabal juicio, el mismo que había tenido la legión; y tuvieron miedo. 16 Y los que lo habían visto les describieron cómo le había sucedido esto al endemoniado, y lo de los cerdos. 17 Y comenzaron a rogarle que se fuera de su comarca. 18 Al entrar Él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejara acompañarle.
a) El poder y autoridad de Cristo para liberar.
La liberación del endemoniado a pesar de ser una legión de espíritu fue inminente, nada escapa del poder y de la autoridad de Dios.
Todo lo tiene bajo control. Y dispuesto a manifestar su gloria.
Herman Bavinck ha dicho: “Observamos en derredor nuestro tantos hechos que parecen irrazonables, tanto sufrimiento inmerecido, tantas calamidades inexplicables, tan desigual e inexplicable distribución de destinos, y tan enorme contraste entre los extremos del gozo y la tristeza, que todo aquel que reflexione sobre estas cosas se ve forzado a elegir entre ver este universo como si fuese gobernado por la ciega voluntad de una deidad maligna, como lo hace el pesimismo, o, en base a las Escrituras y por fe, descansar en la absoluta y soberana, pero sin embargo—por incomprensible que sea—sabia y santa voluntad de Aquel que un día hará que la plena luz del cielo amanezca sobre estos misterios de la vida …
… En medio de la terrible realidad, el calvinismo no sale al frente con la solución, pero ofrece este consuelo: que suceda lo que suceda, hay que reconocer la voluntad y la mano rectora de un Dios omnipotente, que a la vez es un Padre misericordioso. El calvinismo no ofrece la solución, pero hace que el hombre descanse en Aquel que mora en luz inaccesible, cuyos juicios son inescrutables y cuyos caminos son insondables”.
Y esto es lo que debemos tener claro, no porque lo enseñe el calvinismo, es porque lo enseña el Evangelio.
El protagonista aquí no es el endemoniado, ni nosotros, es Cristo.
Y si es liberado, no sólo es liberado, sino que debe haber una trasformación.
b) el poder y autoridad de Cristo para transformar.
Por eso, Cristo cuando te toca comienza en ti una trasformación espiritual y de vida. Porque como vemos aquí la condición espiritual afecta la vida.
Si has recibido a Cristo y sigues sin frutos… ve a la gracia y misericordia de Dios y arrepientete. Recuerda, no sólo basta con decir creo en Dios. La verdadera fe va acompañada de arrepentimiento y esto es lo que trasforma.
Si eres liberado eres transformado. Dios no deja las cosas a media.
3. EL MENSAJE (17-20)
3. EL MENSAJE (17-20)
17 Y comenzaron a rogarle que se fuera de su comarca. 18 Al entrar Él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejara acompañarle. 19 Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo*: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho por ti, y cómo tuvo misericordia de ti. 20 Y él se fue, y empezó a proclamar en Decápolis cuán grandes cosas Jesús había hecho por él; y todos se quedaban maravillados.
a) El bien no siempre es recibido con agrado (17)
¿Qué es lo que ven? Ven a Jesús. También observan atentamente al hombre que había estado endemoniado. No había duda alguna. Era el mismo hombre. Sin embargo, ahora ya no corría colina abajo sino que estaba sentado, allí, a los pies mismos de Jesús. Ya no estaba desnudo (Lc. 8:27) sino vestido. Y ya no se comportaba como un loco, gritando noche y día, y cortándose con las afiladas aristas de las piedras, sino que estaba en su sano juicio (cf. 2 Co. 5:13).
Le regaban que se fuera Jesús. Aunque Él había liberado la zona de esos demonios, no querían tener cerca a Cristo, porqie no le veían como quien es realmente Cristo.
Esto es un reflejo del mundo hoy. Cristo vino a liberarnos, salvarnos, pero aquellos que no se le da la gracia de entenderlo, rechazan a Cristo, es más esto escandaliza al mundo.
18 Porque la palabra de la cruz es necedad para los que se pierden, pero para nosotros los salvos es poder de Dios.
Necedad:
Diccionario Strong de Palabras Originales del Antiguo y Nuevo Testamento 3472. μωρία moría
μωρία moría; de 3474; bobería, i.e. absurdo:—insensatez, locura
Esto es lo que vemos en el mundo y lo que vemos en este pasaje.
Otro mensaje:
Cuando somos liberados:
b) No siempre es donde queremos estar aunque parezca bueno (18)
18 Al entrar Él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejara acompañarle.
La autoridad de Cristo es también esto. Reconocer primero su voluntad,
La petición del hombre liberado no era mala, al reves, buena, quería dejarlo todo para seguir a Cristo y seguir aprendiendo. ¿pero qué pasó? Esa no era la voluntad de Dios, y por muy buena que parecía la idea, no todas las ideas y buenas intenciones por muy estupenda que sea es la opción correcta para hacer.
Debemos apoyarnos en Esto, en la autoridad de Cristo. Para cualquier decisión o idea.
Si el no hubiera obedecido, Dios no hubiera mostrado su gloria a gente que sus discípulos no podían alcanzar.
c) La liberación, transformación nos lleva hacer la voluntad de Dios para su gloria (19-20)
19 Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo*: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho por ti, y cómo tuvo misericordia de ti. 20 Y él se fue, y empezó a proclamar en Decápolis cuán grandes cosas Jesús había hecho por él; y todos se quedaban maravillados.
Nos hace querer obedecer a Dios por encima de todo.
Desde lo más pequeño a la gran comisión
I. Predicar el Evangelio de Salvación
La Biblia de las Américas Capítulo 5
Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho por ti, y cómo tuvo misericordia de ti
A parte de la gran comisión, dentro de esta gran comisión hay una particular comisión para cada una. Y esta te pone, en el lugar, el momento, la forma que Dios tiene preaprada para ti, y no siempre es la que deseamos o en la que estamos en estos momentos.
Esto te da paz, esto te lleva a ser usado por Dios, hace ver las cosas claras, te lleva a swer de bendición, te lleva a ser para gloria de Dios.
Te lleva a ser iglesia, sal y luz.
CONCLUSIÓN
Lo primero que tenemos que hacer es reconocer la autoridad de Cristo. Su autoridad por encima de todo, por encima de la naturaleza, por encima de lo bueno, pero hasta los demonios se sujentan a Él, por encima de nosotros.
Si realmente hemos sido liberados del tormento y las cadenas, también somos regenerados y esto nos lleva a la obediencia hacia la voluntad de Dios.
Si podemos aprender algo, es que Cristo es el autor de nuestra liberación, de nuestra salvación y de nuestra glorificación, vivamos sometidos a su voluntad pues esta nos llevará a la paz y a obrar para su gloria, cosa que es lo que agrada a Dios. Y no hagas como los demonios, que creen pero no se pueden arrepentir.
¿Eres Hijo de Dios o Hijo del Diablo?
Vive por y para Cristo, el Rey de Reyes y Señor de señores, haz como el hombre liberado, sírvele no donde tu quieras, sino donde Él quiera.
Que DIos bendiga su palara.
Gloria al Padre, al Hijo y al ES.
ORACIÓN FINAL
Dios Padre Nuestro, concedenos que como hemos sido liberados de los tormentos del infierno, podamos responder tal como te agrada, siendo obediente a tu voluntad y obrando por encima de nosotros, puestos los ojos en tu Hijo Jesucristo. Concede también la liberación de aquellos que han de ser liberados pero que aun no lo son, usanos para esta misión para que otros puedan alabar y adorar tu nombre en Espíritu y en Verdad. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén
Apelamos a tu bendición
24 “El Señor te bendiga y te guarde; 25 el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 26el Señor alce sobre ti su rostro, y te dé paz”».
Porque tuyo Señor, es el reino y el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén».
Que la Bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo sea con todos vosotros. amén