ORANDO COMO JESÚS. ESTUDIO 6-II

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INTRODUCCIÓN:

Estamos estudiando la oración que Jesús hizo por sus discípulos.
Hemos visto lo siguiente:
Jesús ora por si mismo(v. 1-5).
Jesús ora por sus discípulos.(v. 6-19)
A. ORA POR LOS QUE HABÍAN CREÍDO EN ÉL.(v. 7-8).
B. ORA POR LOS QUE EL PADRE LE HABÍA DADO(9-10).
C. JESÚS ORA PARA QUE LOS DISCÍPULOS RECIBIERAN PROTECCIÓN ESPIRITUAL.(v. 11–16).
Esta última parte la estudiamos en dos partes A y B.
Hoy continuaremos estudiando la oración de Jesús por sus discípulos. Veremos la oración de Jesús, donde Jesús pidiendo al padre..

I. POR LA PUREZA SANTIFICADORA DEL PADRE.(v. 17–19).

Juan 17:17–19 RVR60
17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. 18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. 19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
Jesús, habiendo orado por protección espiritual para ello, Jesús continuó pidiendo al Padre la santificación y purificación de los discípulos en tanto se preparaban para predicar la verdad al mundo.
Él sabía que no era suficiente salvaguardarlos de los males externos, sus discípulos debía conformarse más y más a su carácter y al carácter del padre.
Por tanto, Jesús pidió a su Padre santificarlos en su verdad.
“Santificarlos”, implicaba apartarlos para un uso particular.
Lo que Jesús estaba pidiendo al padre, es que partara a sus discípulos para él, aparatados del pecado, y vivieran solo para sus propósitos.
Jesús sabía que al hacerlo, como resultado ellos harían lo que Dios quiere y aborrecerían lo que Dios aborrece.
Ahora fijémonos bien en el texto, Jesús pide al padre que el instrumento de santificación sea la palabra de Dios revelada en las Escrituras.
La palabra de verdad, que sólo encontramos en la Biblia, tanto en el AT, como en el Nuevo Testamento.
Incluyo el NT, porque Jesús al referirse a la palabra que es verdad, Jesús no hablaba solamente de sus palabras inmediatas, sino de la totalidad de las Escrituras.
Ahora Jesús hace esta petición al padre, también estaba pensando en la encomienda que se le daba a los discípulos.
Veamos:

II. JESÚS SABÍA QUE SOLO LOS CREYENTES SANTIFICADOS PODRÍAN SER ENVIADOS AL MUNDO.

Juan 17:18 RVR60
18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
Jesús hermanos, pide por la santificación, porque los discípulos, solamente estarían listos para ir al mundo y llevar el mensaje del evangelio si eran guardados en santificación.
Así como el padre le envió al mundo y él se había santificado para cumplir el plan de Dios.
Estas palabras, dirigidas a los once, sirvieron de avance a la gran comisión que el Señor les daría a estos mismos discípulos después de su resurrección (Mt. 28:18–20; Hch. 1:7–8).
Una vez apartados del mundo y transformados por la gracia de Dios, los discípulos serían heraldos de esa gracia al mundo que los rechazaba.
De la misma forma en la cual eran discípulos de Jesús, debían hacer discípulos en “todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que [Cristo les había] mandado” (Mt. 28:19–20).
Ahora tal como el Padre envió a Jesús al mundo, ahora Jesús enviaba a los discípulos al mundo. Por medio del testimonio de ellos, el mundo sería expuesto al evangelio y muchos llegarían a la fe salvadora.
Sin santificación hermanos, eso sería imposible.
Luego Jesús sigue orando, y lo que pide al padre es que ellos, sigan su ejemplo.

III. COMO JESÚS SE SANTIFICÓ, ELLOS DEBÍAN TAMBIÉN HACERLO.

Juan 17:19 RVR60
19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
Hermanos, la salvación no habría sido posible sin la muerte en sacrificio del Hijo.
El Señor regresó a ese pensamiento en el versículo 19, lo que estaba por pasar en la cruz —reconoció— haría posible la salvación de los once y de quienes se salvarían por el ministerio extendido de ellos.
Por los discípulos se santificaría Jesús; esto es, se apartaría para obedecer en justicia la voluntad del Padre, para morir en la cruz.
Solo porque Él expió los pecados de los discípulos, podían ellos ser santificados en la verdad (cp. He. 10:10; 13:12).
Hebreos 10:10 RVR60
10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.
Hebreos 13:12 RVR60
12 Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta.
Habiendo sido justificados por medio de la fe en Él , se conformarían ellos más y más a su imagen perfecta.

CONCLUSIÓN:

¿Qué tanto la petición de Jesús nos está afectando a nosotros?
¿Estamos viviendo apartados del mundo, estamos apartándonos para llevar el mensaje de Jesucristo?
¿Estamos haciendo que el sacrifico de Cristo por nosotros tenga el valor debido?
Santificarlos todos los días de nuestra vida, significa apartarnos, del mundo, de nuestro propio yo y de las cosas que me atraen y me atrapan para vivir como Dios enseña en su palabra.
Es bueno siempre reflexionar.
Es bueno que oremos también no solo por nuestra santificación, sino por la santificación de otros creyentes.
Vamos a orar.
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