Pasos para la disciplina en la iglesia
Enseñanza Pastoral • Sermon • Submitted
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· 34 viewsLa disciplina en la iglesia tiene como objetivo evitar la contaminación del pecado, pero con la meta de otorgar el perdón para los que se arrepientan.
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Pasos para la disciplina en la iglesia
Pasos para la disciplina en la iglesia
Mateo 18:15–21
15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. 16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. 19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? 22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Introducción
Introducción
El mes pasado vimos en 1 Corintios 5 la importancia de ejercer la disciplina en la iglesia, con el propósito de evitar la contaminación del pecado en la congregación.
Ahora veremos de acuerdo a la enseñanza de Cristo los pasos para el perdón o la corrección. La autoridad que Dios ha delegado a la iglesia para tratar los casos de pecado y rebeldía de los miembros.
En este capítulo Jesús enseña a sus discípulos a no ser tropiezo a nadie (Mateo 18:6-9). Ahora nos indica cómo procede cuando nosotros hemos sido los ofendidos.
Confrontación personal
Confrontación personal
Mateo 18:15 “Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.”
Por sobre la disciplina debe primar el perdón y la restauración, antes de llevar el caso a una confrontación pública, es necesario tratar el tema en privado.
No es correcto tomar una actitud arrogante disfrazada de espiritualidad para avergonzar públicamente a tu hermano, pues Dios no está de acuerdo esto. Gálatas 6:1 “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.”
Estos principios son válidos tanto para la ley como para la gracia, pues El Señor utilizó la base de la ley.
Levítico 19:17–18 “17 No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado. 18 No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.”
Si tenemos éxito en este punto hemos alcanzado nuestro objetivo, no tiene sentido ir más allá.
Confrontación con testigos
Confrontación con testigos
Mateo 18:16 “Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.”
Si la persona insiste en su pecado, entonces debe ser confrontada en privado en presencia de una o dos testigos más.
Este también es un principio de la ley: Deuteronomio 19:15 “No se tomará en cuenta a un solo testigo contra ninguno en cualquier delito ni en cualquier pecado, en relación con cualquiera ofensa cometida. Sólo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la acusación.”
Con la exhortación de dos o tres personas se esperaría que el cristiano que está descarriado reflexione y se arrepienta de sus pecados y corrija sus acciones.
Si se tiene éxito en este punto, se ha logrado el objetivo del arrepentimiento, no es necesario llegar a más.
Exposición pública
Exposición pública
Mateo 18:17 “Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.”
En caso el cristiano insiste en su pecado, es necesario hacer público su rebeldía mediante la disciplina, expulsión de la comunión.
En este punto debemos ser sabios en exponerlo principalmente ante el liderazgo de la iglesia.
Esto es lo que recomienda Pablo en 1 Corintios 5:5 “el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.”
Tal extremo del apóstol se supone que se debió a que esta persona tenía una posición importante en la iglesia, no era un cristiano tierno.
La autoridad de la iglesia
La autoridad de la iglesia
Mateo 18:18 “De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.”
Aquí el Señor le está otorgando a la iglesia la autoridad de ejercer la disciplina y de levantarla cuando se compruebe el arrepentimiento. 2 Corintios 2:6–8 6 “Le basta a tal persona esta reprensión hecha por muchos; 7 así que, al contrario, vosotros más bien debéis perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de demasiada tristeza. 8 Por lo cual os ruego que confirméis el amor para con él.”
Mateo 18:19-20 “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”
Entendemos que en base al contexto, estos textos se refieren a la autoridad que Dios otorga a los testigos y a la iglesia en respaldar la desición de disciplina para los que transgreden los principios bíblicos de santidad.
Conclusión
Conclusión
El Señor termina estas instrucciones enfatizando que el objetivo de estos proceso no es el castigo sino el perdón y la restauración.
Mateo 18:21-22 “Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? 22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.”