No despiertes al amor.

¿Qué es el noviazgo?

El noviazgo no viene especificado en la Biblia como lo entendemos hoy en día. Sin embargo, aunque la Biblia no dice nada explícitamente referente a “El noviazgo”, en el sentido de usar la palabra noviazgo, sí tiene algo que decir acerca de este. ¿Sabes cual es la definición de noviazgo? Lo puedes buscar incluso en google: Relación que existe entre dos personas que se van a casar.

El evento se llama “¿En espera o en busca de ti?” y creo que es un título muy apropiado, sobre todo porque a su edad yo sé que en su mente muchos ya idealizan al “amor de su vida” yo sé que las chicas suelen ser más románticas, pero por ahí todavía rondan algunos enamoradizos que seguro ya han pensado más de una vez “que han encontrado al amor de su vida” aquí te bajaré de la nube, porque estoy casi 100% seguro que no es así. También porque hoy en día el mundo ha definido el amor de una manera muy diferente a la que la Biblia lo hace. Pensamos en amor como autocomplacencia, y la realidad es que está muy lejos del significado que Dios le dio.

Y hay algo que nos ayudará a responder esta pregunta, ahí mismo en el libro de cantares. Observa lo que dice (Cant 2:7 NTV) “Prométanme, oh mujeres de Jerusalén, por las gacelas y los ciervos salvajes, que no despertarán el amor hasta que llegue el momento apropiado”. Este versículo se repite 4 veces. Un tip: Cuando en la Escritura algo se repite y se repite es una indicación a que prestes atención. Tenemos que señalar algo importante aquí: Este es un llamado a la pureza sexual. Es un llamado a mantenerse puros entretanto se formaliza una relación matrimonial. ¿Por qué hablamos de esto específicamente? Porque es con lo que precisamente todos batallamos. Lo que estamos viendo en Cantares es un cortejo, en este poema del texto, se refiere a los tiempos pre-matrimoniales. Esto es lo más parecido que tenemos en la Escritura a lo que hoy conocemos como noviazgo.

Yo sé que a esta edad, como hombres, en la mayoría de las veces no pensamos en el “amor”, y eso es porque muchas veces ni sabemos bien que es amor. A veces lo definimos como “sentir bonito cuando vez a esa personita, (aunque todo mundo te dice que está medio “rarita”)” O lo definimos como “algo que nos gusta”, pero el amor no es eso, el amor es sacrificio. La realidad es que no pensamos en sacrificarnos. ¿Qué es lo que buscamos realmente? No buscamos el amor verdadero, buscamos los beneficios del amor. Y el beneficio que más frecuentemente buscamos es la relación íntima, la relación sexual. Ahora, acabemos de una vez por todas con ese tabú. ¿Eso esta mal? La respuesta rápida es NO. Dios planeó que la intimidad sexual formara parte de la relación entre marido y mujer. Es buena, porque estaba en el plan divino original y porque Dios lo diseñó. No es accidental, incidental, ni sucia. Solo el pecado nos hace avergonzarnos de ella.

No está mal, pero en el momento correcto. La pregunta no es si esta bien o mal el sexo, la pregunta es: ¿Es este el momento correcto para la intimidad? La Escritura nos deja muy claro esta respuesta: “Prométanme, oh mujeres de Jerusalén, por las gacelas y los ciervos salvajes, que no despertarán el amor hasta que llegue el momento apropiado.”

No quiero reducir esta ponencia a simplemente las relaciones sexuales, porque el amor es muchísimo más que simplemente intimidad sexual, pero quiero ser enfático en este punto porque yo soy hombre como tu, y sé perfectamente que con lo que batallamos como hombres (y las mujeres también aunque lo nieguen) son las relaciones sexuales. Algunos reducen al ser humanos a animales, y de está forma pretenden justificar que tú puedes tener sexo con quien quieras y las veces que quieras, sin importar si hay un compromiso formal.

La diferencia es que tú no eres un animal. Eres un ser consciente, creado a imagen y semejanza de Dios. Tu llevas la imagen del Dios vivo. y aunque las hormonas están ahí, porque somos seres sexuales por diseño, no quiere decir que tus deseos te tienen que dominar. De hecho, eso es precisamente lo que Pablo le escribe a su discípulo joven, Timoteo en (2 Tim 2:22). Este verso no se limita únicamente a las relaciones sexuales, se refiere también a la codicia, al deseo por el dinero, etc. pero sin duda las incluye. Observa lo que dice la Palabra: “HUYE”

Pregunta: ¿Dice “pelea” o “resiste”? ¿O dice déjate llevar? ¿Qué dice? HUYE. ¿Sabes porque dice huye? Porque no tenemos la fuerza en nuestra debilidad de combatirla. Somos sumamente débiles, Dios lo sabe. Ahora, no por eso estamos justificados. Dios ha diseñado una forma de hacerle frente a esta clase de tentación: huyendo. Algunos pueden decir: “No claro que no, a mí me hace los mandados la tentación, yo soy muy fuerte” ¿Enserio brother? ¿Recuerdas que leíamos Cantares? ¿Sabes quien escribió ese libro? El rey más sabio de la tierra, Salomón. ¿Y sabes como terminó Salomón? Su corazón fue desviado por las mujeres (1 Re 11:1-11). Él cayó presa de la tentación y según la Escritura, no tenemos un indicio de que se haya levantado. Pero aquí hay algo importante, fíjate como termina el verso 22: “Sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor” Esto nos llevará a responder la siguiente pregunta, una pregunta que seguro te has hecho mas de una vez y quizá en algún momento has intentado “justificar”

¿Puedo andar con una no cristiana (filistea)?

Oh que pregunta. Muchos ahorita van a pensar: “Hay ya vamos a empezar con esto” y la respuesta es si. Es mi obligación decírtelo. Observa como terminó (2 Tim 2:22) “Con los que de corazón limpio invocan al Señor” Esto es importante, porque establece un grupo de personas: “Los que con un corazón limpiado buscan al Señor”. Y este es un dilema importante que tenemos que aclarar, porque muchas veces, nos excusamos con cosas como las siguientes:

“Es que ella está buscando de Dios” (Ajá, y tú eres el agente divino enviado para llevarla a Sus pies, ¿cierto?”

“Es que ella no es mala persona, de hecho, como que sí cree un poco en Dios. Hasta estuvo con los testigos de Jehová”

¿Cuantos de aquí pertenecen a un grupito? (otakus, rockeros, tribaleros, etc)

Esta es la razón por la que la respuesta a si puedes andar con una cristiana es no. ¿Por qué? Porque sencillamente ella no busca lo que, si tú eres cristiano, buscas. Es como decir que el Otaku se va a relacionar con los tribaleros. No tiene sentido, ¿verdad?

Una chica que no es cristiana no te va a llevar a buscar al Señor (2 Tim 2:19), [Mi testimonio y como mi vida sexual activa no arregló el problema de insatisfacción que había en mí y como eso no se acabo teniendo novia]. Al contrario, te va a apartar de Dios y, ¿Que crees? Hay consecuencias (1 Re 11:11). No pelees con el Señor tratando de justificar o encontrar la manera de “evangeligarla”, perdón, “evangelizarla”, etc. Porque es muy probable, casi 100%, que en el Inter, quien caiga seas tú y no ella. De hecho, eso ya habla mucho de tu corazón, tu corazón no está firme en el Señor, sino que está buscando “sus propios deseos” aquí y allá algo que le complazca y le satisfaga.

¿Te das cuenta ahora porque Dios dice lo que dice? Él es sabio, nosotros no. Él decide mejor, nunca se equivoca, nosotros sí. Esto nos lleva a la siguiente pregunta:

¿Cuál es el mi rol como hombre en el noviazgo?

Me parece que dejamos claro el hecho de que si vas a tener un noviazgo, tiene que ser con una persona que tenga la misma dirección que tú. Siendo así, y puesto que no están casados aún, no puedo pedirte que hagas cosas que no te corresponden. ¿Cuál es tu rol entonces en el noviazgo con una chica cristiana?

Llevarla a Cristo, no a la cama. Otra vez, observa lo que dice (2 Tim 2:22) Hay dos instrucciones. Ya vimos la instrucción y razón de huir, pero no es la única instrucción. La otra instrucción es SIGUE. Es decir, dejamos de hacer una cosa para hacer otra. Abandonamos un camino para recorrer otro. Como novio, tu obligación es modelar como es una vida de un hombre que SIGUE a su Señor. El noviazgo es una preparación para el matrimonio. Cuando decides tener una relación, no es para “probar” o “pasar el rato”, es porque hay un convencimiento y una certeza de que Dios te está llamando a casarte con esa persona y estás en proceso de formalizar ese compromiso. Por eso el consejo es “Si no estás siendo llamado, no empieces una relación, porque te expones a ti y a la chica con la que estás”. Como hombres, tenemos el tremendo privilegio y la temerosa responsabilidad de ser sacerdotes de la casa. Los hombres tenemos la obligación de llevar a nuestra familia a Cristo. Y la pregunta es: Si en el noviazgo no somos fieles apuntando a nuestra novia a Aquel que rescató, salvó y compró nuestras vidas, ¿Cómo esperamos ser fieles haciéndolo en el matrimonio?, por lo tanto. Tu obligación como hombre es SEGUIR a tu Señor y guiar a tu novia a que SIGA también a su Señor. ¿Y que pasa si me equivoqué?

¿Qué pasa si tengo relaciones sexuales antes del matrimonio?

Mira, el mundo normalmente se enfoca en las consecuencias “visibles”. Podría decirte que te arriesgas a adquirir una ETS, podría decirte también que te arriesgas a tener un bebé sin estar preparado. También que tu futuro probablemente se vea confrontado por la responsabilidad de tener que llevar una familia a una edad corta, que tus estudios probablemente no puedan ser concluidos, la decepción de tu familia, etc. Todo esto es verdad, pero ese no es tu mayor problema.

Tu mayor problema es que has pecado delante de un Dios santo, justo y completamente puro. Tu problema es que has faltado a la Palabra del Dios vivo, y delante de Él eres culpable. Ninguna justificación o excusa será valida, porque has quebrantado su ley. Has faltado a Su nombre y tiene que haber una consecuencia. (1 Re 11:11) Acuérdate de esto: la factura siempre llega. Se puede tardar, pero siempre llega. El problema es que no te alcanzará para pagarla. El sexo antes del matrimonio es fornicación, la fornicación es un pecado detestable, como todos los demás delante de Dios. ¿Entonces que hacemos?

Te contaré la historia de un hombre que como yo, se equivocó. Vamos a terminar con el (Sal 51). Acompáñame ahí.

Estas son las palabras de un hombre quebrantado, que pecó contra el Señor. Son las palabras de un hombre que entendió la enorme falla que había cometido delante del Dios eterno. ¿Qué pasa si pequé contra Dios teniendo relaciones sexuales antes del matrimonio? Hay una salida: Arrepentimiento. El arrepentimiento es un cambio de dirección. Quiere decir que no persistes en hacer lo que hacías, sino que das una vuelta de 180°, total de modo que te apartas de lo que antes hacías. Dios es especialista en arreglar casos como estos, yo soy testigo de ello. Hay perdón en Jesús, hay esperanza en Jesús. Si es tu caso, ¿por qué no clamas al Señor? Observa lo que Su Palabra promete: (Sal 51:10).

Nuestro problema no es simplemente las consecuencias visibles; un hijo, una enfermedad sexual, la escuela, etc. Nuestro problema es que tendremos que enfrentar y rendir cuentas al Dios eterno, y la pregunta es, ¿Con que harás frente al Señor de la eternidad? Pero hay gracia. Hay gracia suficiente en Jesús que puede limpiar tu pecado y aún puede cambiar las intenciones y deseos de tu corazón. Yo sé perfectamente lo difícil que es salir de la adicción sexual, porque yo también pasé por ahí, pero también sé perfectamente cual es el poder sobrenatural del Dios eterno que hace posible que los deseos de nuestro propio corazón cambien. ¿Por qué no clamamos a Él esta tarde y pedimos que nos ayude a ser la clase de hombres que el quiere para Su gloria?

Vamos a orar.