SER SAL Y LUZ DEL MUNDO.

Llamados a ser "Sal y luz del mundo".  •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 12,413 views

Dios nos llama a ser sal y luz en este mundo, su propósito es que podamos tener una vida de influencia en el.

Notes
Transcript

INTRODUCCIÓN:

Encontramos a Jesús, en la parte inicial del Sermón del monte, o sermón de la montaña, que abarca, desde el capítulo 5 hasta el capítulo 7 del evangelio de Mateo.
En los versículos del 1 al 12 Jesús enseña las bienaventuranzas, donde Jesús menciona ocho cualidades de carácter que se relacionan estrechamente, de modo que ninguna de ellas puede existir separada de las demás.
El sermón de la montaña nos habla de ocho bienaventuranzas: 1. Bienaventurados los pobres de espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos.
2. Bienaventurados los mansos: porque ellos poseerán la tierra. 
3. Bienaventurados los que lloran: porque ellos serán consolados. 
4. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán saciados 
5. Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos obtendrán misericordia. 
6. Bienaventurados los limpios de corazón: porque ellos verán a Dios. 
7. Bienaventurados los pacíficos: porque ellos serán llamados hijos de Dios. 
8. Bienaventurados los que sufren persecución por la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos.
En general:
Una bienaventuranza está constituida por una expresión inicial (del griego "makarios") que se puede traducir como "feliz", "dichoso", "bienaventurado" y que califica al poseedor de la cualidad como "digno de felicidad". 
En ese contexto, Jesús entonces trae esta enseñanza para sus discípulos.
Jesús resume en estos cuatro versículos la función de los creyentes en el mundo. Reducida a una palabra, esa función es influencia.
Los cristianos estamos llamados que viva de acuerdo con las Bienaventuranzas funcionará como sal y luz en el mundo.
Es importante entonces que consideremos que:
“El carácter cristiano afecta consciente o inconscientemente a otras personas para bien o para mal”
Hermanos “Ningún hombre es una isla”. Los cristianos, no somos islas, estamos en este mundo, que es un mundo relacional, pero Dios nos tiene aquí para que vivamos una vida cristiana que influencie al mundo.
Dios nos ha llamado a ser sal y Luz del mundo.
Recuerde, que Jesús dijo, en Juan 17, que estamos en el mundo, pero no somos del mundo.
Veremos, entonces, que significa específicamente ser sal y ser luz en el mundo, para que podamos considerarlo en nuestro diario vivir siendo cristianos en este mundo.

I. DIOS NOS LLAMA A SER SAL EN EL MUNDO.

Mateo 5:13 RVR60
13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
¿Porqué Jesús usó la sal para comparar la influencia que él espera que tengamos nosotros en el mundo?
La sal siempre representó lo de gran valor e importancia:
A. En el A.T. Dios prescribió que todas las ofrendas sacrificiales en Israel debían ofrecerse con sal.
Levítico 2:13 RVR60
13 Y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu ofrenda la sal del pacto de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal.
La sal en las ofrendas sacrificiales, eran emblema de incorrupción y símbolo de lealtad al Señor.
B. La sal siempre ha sido valiosa en la sociedad humana,
1. Los griegos en un tiempo la llamaron “Theon”, que significa divina.
2. Los romanos creían que solo el sol era más valioso que la sal, estos con frecuencia le pagaban a los soldados con sal, así fue que se originó la palabra salario.
3. En muchas sociedades antiguas la sal se usaba como una señal de amistad.
4. La sal se usaba con frecuencia en el antiguo cercano Oriente para sellar un pacto.
C. Aunque no se ofrecen particulares en el relato, nos enteramos por 2 Crónicas 13:5 que Dios hizo un pacto de sal con David.
2º Crónicas 13:5 RVR60
5 ¿No sabéis vosotros que Jehová Dios de Israel dio el reino a David sobre Israel para siempre, a él y a sus hijos, bajo pacto de sal?
Entonces en distintas maneras los oyentes de Jesús, fueran griegos, romanos o judíos, habrían entendido que la sal de la tierra representaba un bien valioso.
Ahora, otra pregunta importante que tenemos que hacernos es:
¿Qué características particulares de la sal Jesús quiso mostrar con esta ilustración?.
A. La sal es blanca y, por tanto, representa pureza. Como “los de limpio corazón” (v. 8).
Los discípulos de Jesús debemos ser puros delante del mundo y ha de brillante nuestra pureza moral y espiritual en contrastar con la decoloración moral del mundo.
Los cristianos estamos llamados a ejemplificar las normas divinas de justicia en pensamiento, palabra y acciones.
B. Otra característica de la sal es que da sabor.
Todo alimento, es insípido sin sal y esta es quien le da sabor, así los cristianos debemos añadir sabor divino al mundo, este es monótono y sin sabor sin la presencia de los cristianos.
Por eso los cristianos, no debemos ser aburridos, estamos llamados a cumplir la función es “añadir sabor y emoción al mundo”
El mundo, encuentra su gozo en las cosas que hace, que normalmente le llevan a pecar contra Dios, nosotros debemos enseñarles que podemos vivir una vida de Gozo, sin pecar contra Dios.
Pablo nos recuerda que los cristianos somos:
“olor de vida para vida” y “grato olor de Cristo en los que se salvan”, pero que también son “olor de muerte para muerte” entre “los que se pierden” (2 Co. 2:15–16).
C. TAMBIÉN LA SAL PICA (ARDE), CUANDO SE PONE EN UNA HERIDA.
Algunos intérpretes creen que Jesús quiso ilustrar, que los cristianos debemos hacer arder al mundo, provocar la conciencia de un mundo perdido, e incomodarlo con la presencia y el mensaje del Santo evangelio de Dios.
Esto implica que debemos testificar en contra del pecado, y confrontar la conducta pérdida del mundo y con la necesidad que tiene el mundo de ser salvos.
La iglesia en el mundo y también representa la palabra de Dios, y por tanto debe dar testimonio al mundo, aunque eso cause ardor, en la vida de muchos.
D. LA SAL TAMBIÉN PRODUCE SED.
La sal aumenta los deseos corporales por agua.
La falta de agua, podría provocar deshidratación en el hombre.
Por eso Dios quiere que su pueblo viva y testifique ante el mundo para que este se vuelva más consciente de la deshidratación y el peligro espiritual en que se encuentra.
Nosotros los creyentes, necesitamos provocar sed de Dios en un mundo perdido e inconsciente. La gente en el mundo podrá ver nuestra paz en medio de una circunstancia difícil, o nuestra confianza en lo que creemos, y en consecuencia sentirse persuadido a probar nuestra fe.
Hasta ahora hemos visto cuatro analogías de lo que Jesús quería enseñarnos en esta ilustración, sin embargo la última que vamos a ver es la que podemos considerar como principal.
E. LA SAL PRESERVA.
En un pasado reciente, y aún en este tiempo, en lugares muy remotos, la sal, se usaba y se usa para preservar la carne. La ausencia de un refrigerador, o hielo para mantener la carne sin que se descompusiera hacía que se usara la sal para tal fin.
Aún los carretones de sorbetes, preservan el hielo que usan por dentro poniéndole sal.
Así que una función importante de la sal es preservar.
Jesús estaba diciendo, que los cristianos debemos ser una influencia de preservación en el mundo; debemos retardar el deterioro moral y espiritual.
Cuando la Iglesia se vaya del mundo en el arrebatamiento, el malvado y perverso poder de Satanás se desatará en una manera sin precedentes ( 2 Ts. 2:7–12).
La maldad se saldrá de control y los demonios serán desatados. Una vez que el pueblo de Dios sea quitado se necesitarán solo siete años para que el mundo descienda a los mismos abismos infernales.
Hasta el día del arrebatamiento, los cristianos podemos y debemos tener una influencia poderosa en este mundo para preservarlo de la depravación total en que viven.
Como hijos de Dios y templos de su Espíritu Santo, los cristianos representan la presencia de Dios en la tierra.
Somos la sal que impide que toda la tierra se degenere aún más rápido de lo que se está degenerando.
Entonces, recuerde, Jesús nos da un sentido de influencia en el mundo a través de estas analogías, estamos llamados a impactar al mundo por el poder del evangelio de Jesucristo y no que el mundo nos impacte a nosotros.
Luego Jesús hace un segundo llamado.

II. JESÚS LLAMA A SER LUZ.

Mateo 5:14–16 RVR60
14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
El segundo llamado de Dios, es a ser Luz, Jesús dice: “Vosotros sois la Luz del mundo”,
Mientras la sal, no es tan visible y su acción o efectos que causa, son variados, La Luz es obvia, es visible, obra abiertamente.
La sal actúa desde adentro, mientras que la luz actúa desde afuera.
La sal es más la influencia indirecta del evangelio, mientras que la luz es más su comunicación directa.
La sal actúa principalmente por medio de nuestra vida, la luz actúa principalmente por medio de lo que enseñamos y predicamos.
La sal retardada la corrupción,mientras la luz pone al descubierto lo que está mal y es falso y lo que es justo y verdadero.
Jesús al llamar a sus discípulos a ser sal, estaba llamándoles a que hicieran la voluntad de Dios, que hablaran de Cristo, pero no sólo eso sino que vivieran como Cristianos y enseñaran también a Cristo al mundo.
El llamado es a ser Luz, porque vivimos en comunión con aquel, que es luz, y con los que andan en luz. 1 Juan 1: 5-7 enseña:
1 Juan 1:5–7 RVR60
5 Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
Hemos recibido la Luz de Cristo, no sólo para que la tengamos, sino para que vivamos por ella, y andemos en ella.
El salmista, nos enseña: Salmos 119:105
Salmo 119:105 RVR60
105 Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.
La luz de Dios es para caminar y vivir por ella. En su sentido más pleno, la luz de Dios es la total revelación de su Palabra: la Palabra escrita de las Escrituras y Jesucristo el Verbo viviente.
Nosotros como pueblo de Dios debemos proclamar la luz de Dios, a un mundo perdido en oscuridad, vivir en esa en esa luz, irradiar esa luz, exactamente como Cristo lo hizo estando en esta tierra. Lucas 1:79
Lucas 1:79 RVR60
79 Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz.
Hermanos, Cristo, es la luz verdadera, nosotros los Cristianos, somos su reflejo. El es el sol, y cada uno de nosotros somos sus lunas, que el mundo ve.
Dios irradia su luz sobre el mundo por medio de quienes han recibido su luz a través de Jesucristo.
Cada uno de nosotros, debemos ser instrumentos directos y visibles de la Luz.
¿Cómo?
Viviendo su palabra, predicando su palabra, practicando una vida diferente al mundo, en palabras, en hecho, en nuestras vestimentas, nuestra apariencia personal en general, en nuestro compromiso, llevando una vida piadosa, no dejando que el mundo nos afecte, sino procurando afectar el mundo.
Jesús dijo, que una Ciudad asentada, sobre un monte no se puede esconder, siempre está expuesta para que todos la vean.
Como Luz del mundo, estamos llamados a iluminar el mundo, no a escondernos.
Estamos llamados a ser sal, sutil delicada que influencia, y también Luz visible que ilumine.
Ahora, siendo sal Luz tenemos un peligro y un propósito, que Jesús enseña.

III EL PELIGRO DEL FRACASO.

....pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. (5:13b)
Hermanos, la sal no puede perder su salinidad, así como los cristianos, no podemos perder la salvación.
Pero, la contaminación puede hacer que la sal pierda su valor como sal. Su salinidad ya no puede actuar, así los cristianos podemos nuestro su valor y nuestra eficacia en el reino cuando el pecado y lo mundano contamina nuestras vidas, al igual que la sal puede volverse insípida cuando la contaminan otros minerales.
Esto nos hace tener una gran responsabilidad, pero también a un gran peligro:
“No podemos ser una influencia para la pureza en el mundo si hemos comprometido nuestra propia pureza.
No podemos hacer señalar la conciencia del mundo si continuamente vamos contra nuestra propia conciencia.
No podemos estimular la sed de justicia si hemos perdido la nuestra.
No podemos ser usados por Dios para retardar la corrupción del pecado en el mundo si nuestras propias vidas se han vuelto corruptas por el pecado.
Hermanos, perder nuestra salinidad no es perder nuestra salvación, sino perder nuestra eficacia y llegar a estar descalificados para el servicio.
Pablo quizás estaba pensando en eso cuando escribió en 1 Co. 9:27).
1 Corintios 9:27 RVR60
27 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
De igual manera, la luz también está en peligro de volverse inútil.
Al igual que la sal, la luz no puede perder su naturaleza esencial. Una luz escondida sigue siendo luz, pero es una luz inútil, no cumple su función.
Por eso es que Jesús dice:
“No se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa”.(v.15)
Debemos ser como la mujer virtuosa, elogiada en Proverbios 31,
Proverbios 31:18 RVR60
18 Ve que van bien sus negocios; Su lámpara no se apaga de noche.
Ella no permite que su lampara se apague.
Hermanos, si ocultamos nuestra luz debido al temor de ofender a otros, por indiferencia o falta de amor, o por cualquier otra razón, demostramos infidelidad al Señor.
Debemos pensar entonces en el propósito para el cual el Señor nos llama a ser Luz.

IV. EL PROPÓSITO ES GLORIFICAR A DIOS.

Mateo 5:16 RVR60
16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Jesús nos llama a dejar, que así alumbre nuestra luz delante de los hombres les deja ver nuestras buenas obras, la belleza que el Señor ha obrado en nosotros.
Ver buenas obras en nosotros es ver a Cristo en nosotros.
Cuando Jesús habla y dice buenas obras, la palabra buenas, no se refiere a la calidad, aunque es importante esto, él se refiere a que nuestras obras sean atractivas y hermosas delante del mundo.
Esto es sólo posible cuando permitimos que el Señor obre, en nosotros y a través de nosotros.
Luego el propósito de dejar que nuestra luz brille y revele nuestras buenas obras no es llamar la atención hacia nosotros o buscar alabanza, sino hacia Dios.
Nuestra intención debe ser que en lo que somos y en lo que hacemos otros glorifiquen a nuestro Padre que está en los cielos.
Hermanos, nuestras buenas obras, la manera en que vivimos debe magnificar la gracia y poder de Dios y motivar a que quienes nos rodean a glorificarle.

CONCLUSIÓN:

Dios nos llama a ser sal y luz en este mundo, su propósito es que podamos tener una vida de influencia en el.
La pregunta es.
¿Así lo estamos haciendo?
¿Qué tanto estamos siendo sal donde nos desenvolvemos?
¿Qué tanto nuestra luz alumbra, donde vamos?
¿La gente, los que te conocen glorifican a Dios al ver tu vida, nuestras obras?.
Es bueno que podamos reflexionar y tomar acciones al respecto y vivir de la forma que nuestro Señor Jesucristo espera.
Recuerda es un llamado, este llamado es ser Sal y Luz del mundo.
Related Media
See more
Related Sermons
See more