03. La necesidad del poder de Dios para comprender las Escrituras

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Introducción:

¿Qué es aquello que más pedimos a Dios?
¿Qué es lo más importante por lo cual necesitamos el poder de Dios?

Desarrollo:

Hoy vamos a aprender que necesitamos el poder de Dios para algo sumamente importante, lo cual está reflejado en una oración del libro de los Salmos:
Salmo 119.18 “18 Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley.”

Contexto:

El Salmo 119 es un salmo cuyo tema principal es la Palabra de Dios.
Este texto habla de la necesidad que tenemos de que Dios nos ayude a entender su Palabra. Esto es una de las cosas más importantes por lo cual necesitamos el poder de Dios. Esta misma verdad se ve en otras partes de este mismo salmo:
(…buscar cuantas peticiones de que el Señor de entendimiento de la Palabra en este Salmo…)
Salmo 119.12 “12 Bendito tú, oh Jehová; Enséñame tus estatutos.”
Salmo 119.19 “19 Forastero soy yo en la tierra; No encubras de mí tus mandamientos.”
Salmo 119.26-27 “26 Te he manifestado mis caminos, y me has respondido; Enséñame tus estatutos. 27 Hazme entender el camino de tus mandamientos, Para que medite en tus maravillas.”
Salmo 119.33-34 “33 Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y lo guardaré hasta el fin. 34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley, Y la cumpliré de todo corazón.”
Y en muchas otras partes más.
Vemos dos verdades acerca de nuestra necesidad de a ayuda de Dios para comprender las Escrituras:

1. Necesitamos la ayuda de Dios para comprender las Sagradas Escrituras.

“Abre mis ojos”
En esta petición se deja ver una de las más grandes necesidades del ser humano. La necesidad de que sus ojos sean abiertos.
Esta necesidad está presentada en la Palabra en dos aspectos:
1. Por una parte la Escritura expresa claramente la condición humana, sin Cristo, como de una ceguera espiritual, es decir, incapaz de ver a Dios y entender su Palabra.
El apóstol Pablo expresa esta verdad de la siguiente manera:
1 Corintios 2.14 “14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.”
También en:
2 Corintios 3.14-17 “14 Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. 15 Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. 16 Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. 17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.”
2 Corintios 4.3-6 “3 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; 4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. 6 Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.”
Esto nos enseña que la persona que no ha experimentado la obra de Dios en su vida no puede comprender el evangelio ni nada de la Palabra de Dios.
2. Por otra parte, aunque los creyentes ya hemos experimentado la obra de Dios y conocemos a Dios, necesitamos la iluminación del Espíritu para comprender y conocer la revelación de Dios en las Escrituras.
Efesios 1.15-19 “15 Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos,16 no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones,17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza,”

2. El poder de Dios es eficaz para darnos entendimiento.

“y miraré”
Vemos en esta parte y la que sigue del versículo la respuesta a la petición del salmista. Y vemos que Dios responde eficazmente. Da la capacidad de ver, es decir de comprender lo que Dios dice en su Palabra.
“las maravillas de tu ley”
La obra de Dios no nos da meramente un entendimiento intelectual o frío, si no que nos ayuda a ver la gloria de Dios en su Palabra.
1. Primeramente cuando Dios abre los ojos a alguien que no le conocía la persona puede ver la Gloria de la gracia de Dios en su Palabra. Puede ver a Cristo como el redentor que le busca con su amor.
Hechos 26.18 “18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.”
Lucas 24.44-47 “44 Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. 45 Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; 46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; 47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.”
2. En segundo lugar el creyente, por la obra poderosa del Espíritu puede comprender la belleza de la Ley de Dios por que por medio de ella conoce a su Redentor.
2 Corintios 3.16-18 “16 Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. 17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”
Salmo 1.2 “2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.”
Salmo 119.97-104 “97 ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. 98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, Porque siempre están conmigo. 99 Más que todos mis enseñadores he entendido, Porque tus testimonios son mi meditación. 100 Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos; 101 De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra. 102 No me aparté de tus juicios, Porque tú me enseñaste. 103 ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. 104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.”
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