Debemos abandonar el enojo con Dios para que Dios nos ayude con la necedad
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INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
Estamos a la mitad de esta serie NECIOS Y ENOJADOS y hemos visto en la Palabra de Dios Algunas cosas muy interesantes como las siguientes:
La necedad es vivir de una forma totalmente independiente de Dios, es decir vivir sin tomar en cuenta la Palabra de Dios para cada area de la vida.
La necedad es el camino a la ruina, a la destrucción.
Cuando estamos arruinados, en dolor buscaremos a un responsable en cualquier parte, Y solo los valientes iran al espejo para encontrarlo y confrontarlo.
Nuestra necedad no solo nos arruina a nosotros sino tambien a los que nos rodean y podemos buscar mil culpables pero somos nosotros.
La mayoría se enojará con Dios por el dolor que esta experimentando. (enojo, frustración, decepción,etc)
El dolor no se debe enterrar, el dolor se debe sanar.
Dios nos ama y en ese amor el ejerce su soberanía para ir desarrollando madurez en nuestras vidas
El amor profundo de Dios por nosotros NO le obliga a hacer las cosas a nuestra manera y en nuestro tiempo.
Debemos confiar plenamente en la promesa… Los que aman a Dios todas las cosas les ayudan para bien.
Amar a Dios es sinónimo de tener una correcta relación con Dios.
DESARROLLO:
DESARROLLO:
Y solo es una correcta relación con Dios que podemos experimentar el amor y el poder de Dios para sacranos de la ruina, de la destrucción y experimentar la transformación
Dios por la obra de Cristo y el poder el Espíritu Santo es el único que puede restaurar nuestras vidas a la mejor versión de cada uno.
14 Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes.
Es la obra de la trinidad la que va produciendo la transformación.
Debemos recibir el Amor de Dios Padre
Debemos creer en la Gracia de Jesucristo
Debemos buscar la comunión con el Espíritu Santo.
Solo Dios puede sacarnos o evitar la ruina a la cual lleva la necedad.
Solo Dios puede sacarnos o evitar la ruina a la cual lleva la necedad.
1 El Señor le dio otro mensaje a Jeremías:
2 «Baja al taller del alfarero y allí te hablaré».
3 Así que hice lo que me dijo y encontré al alfarero trabajando en el torno;
4 pero la vasija que estaba formando no resultó como él esperaba, así que la aplastó y comenzó de nuevo.
5 Después el Señor me dio este mensaje:
6 «¡Oh, Israel! ¿No puedo hacer contigo lo mismo que hizo el alfarero con el barro? De la misma manera que el barro está en manos del alfarero, así estás en mis manos.
7 Si anuncio que voy a desarraigar, a derribar y a destruir a cierta nación o a cierto reino,
8 pero luego esa nación renuncia a sus malos caminos, no la destruiré como lo había planeado.
9 Y si anuncio que plantaré y edificaré a cierta nación o a cierto reino,
10 pero después esa nación hace lo malo y se niega a obedecerme, no la bendeciré como dije que lo haría.
11 »Por lo tanto, Jeremías, advierte a todo Judá y a Jerusalén y diles: “Esto dice el Señor: ‘En vez de algo bueno, les tengo preparado un desastre. Así que cada uno de ustedes abandone sus malos caminos y haga lo correcto’ ”».
12 Sin embargo, el pueblo respondió: «No gastes saliva. Continuaremos viviendo como se nos antoja y con terquedad seguiremos nuestros propios malos deseos».
13 Así que esto dice el Señor: «¿Acaso alguien ha oído semejante cosa, aun entre las naciones paganas? ¡Israel, mi hija virgen, ha hecho algo terrible!
14 ¿Acaso la nieve desaparece de las cumbres del Líbano? ¿Quedan secos los arroyos helados que fluyen de esas montañas distantes?
15 Pero mi pueblo no es confiable, porque me ha abandonado; quema incienso a ídolos inútiles. Tropezó y salió de los caminos antiguos y anduvo por senderos llenos de lodo.
16 Por lo tanto, su tierra quedará desolada, será un monumento a su necedad. Todos los que pasen por allí quedarán pasmados y menearán la cabeza con asombro.
17 Como el viento del oriente desparrama el polvo, así esparciré a mi pueblo delante de sus enemigos. Cuando tengan dificultades, les daré la espalda y no prestaré atención a su aflicción».
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Dios es el único que puede restaurar verdaderamente nuestras vidas.
Dios es el único que puede restaurar verdaderamente nuestras vidas.
Es una decisión personal la que nos va a llevar a la ruina o nos va a llevar a la restauración.
Es una decisión personal la que nos va a llevar a la ruina o nos va a llevar a la restauración.
15 »¡Ahora escucha! En este día, te doy a elegir entre la vida y la muerte, entre la prosperidad y la calamidad.
16 Pues hoy te ordeno que ames al Señor tu Dios y cumplas sus mandatos, decretos y ordenanzas andando en sus caminos. Si lo haces, vivirás y te multiplicarás, y el Señor tu Dios te bendecirá a ti y también a la tierra donde estás a punto de entrar y que vas a poseer.
17 »Sin embargo, si tu corazón se aparta y te niegas a escuchar, y si te dejas llevar a servir y rendir culto a otros dioses,
18 entonces te advierto desde ya que sin duda serás destruido. No tendrás una buena y larga vida en la tierra que ocuparás al cruzar el Jordán.
19 »Hoy te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre bendiciones y maldiciones. Ahora pongo al cielo y a la tierra como testigos de la decisión que tomes. ¡Ay, si eligieras la vida, para que tú y tus descendientes puedan vivir!
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Hay alguien que necesita que Dios le ayude a abandonar su necedad, este es un buen momento.