Necios y Enojados, el amor y la soberanía de Dios II parte

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El Señor no llega cuando nosotros queremos pero cuando llega es lo mejor para nosotros

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INTRODUCCIÓN:

El domingo comenzamos a ver el relato de lo sucedido con Marta y María las hermanas de Lazaro, el amigo del Señor que había muerto de una enfermedad que la biblia no espeicifica.
Vimos la petición que Marta y María enviaron al Señor.
Vimos la respuesta del Señor a la petición de Marta y María: Esta enfermedad no terminará en muerte (Lazaro seguia enfermo y empeorando a tal punto que murió)
Vimos que Jesús amaba a Marta y María y a pesar de eso no fue inmediatamente a atender la necesidad de ellas, la biblia dice que se quedo dos días mas donde estaba.

IMPORTANTE:

Dios en su amor ejerce su soberanía, es decir que ÉL hará todo lo que quiera, cuando ÉL quiera, como ÉL quiera.
Esto muchas veces nos atemoriza, porque hemos relacioando la Soberanía y la Voluntad de Dios solo a los momentos de dolor.
Él nos ama y lo que haga o permita de la manera que Él considere oprotuna para nosotros debemos confiar que nos ayudará en el camino a la madurez.
Lo que Él haga o permita debemos confiar que terminará en produciendo en nosotros cambios en la manera de pensar, de sentir, de vivir.
Efesios 3:18–20 NTV
18 Espero que puedan comprender, como corresponde a todo el pueblo de Dios, cuán ancho, cuán largo, cuán alto y cuán profundo es su amor. 19 Es mi deseo que experimenten el amor de Cristo, aun cuando es demasiado grande para comprenderlo todo. Entonces serán completos con toda la plenitud de la vida y el poder que proviene de Dios. 20 Y ahora, que toda la gloria sea para Dios, quien puede lograr mucho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar mediante su gran poder, que actúa en nosotros.
Debmos confiar que Él puede lograr mucho mas de lo que nosotros pedimos o imaginamos.

DESARROLLO:

Este es el caso de Marta y María.
Juan 11:17–27 NTV
17 Cuando Jesús llegó a Betania, le dijeron que Lázaro ya llevaba cuatro días en la tumba. 18 Betania quedaba sólo a unos pocos kilómetros de Jerusalén, 19 y muchos se habían acercado para consolar a Marta y a María por la pérdida de su hermano. 20 Cuando Marta se enteró de que Jesús estaba por llegar, salió a su encuentro, pero María se quedó en la casa. 21 Marta le dijo a Jesús: —Señor, si tan sólo hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto; 22 pero aun ahora, yo sé que Dios te dará todo lo que pidas. 23 Jesús le dijo: —Tu hermano resucitará. 24 —Es cierto —respondió Marta—, resucitará cuando resuciten todos, en el día final. 25 Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá aun después de haber muerto. 26 Todo el que vive en mí y cree en mí jamás morirá. ¿Lo crees, Marta? 27 —Sí, Señor —le dijo ella—. Siempre he creído que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que ha venido de Dios al mundo.
V19. Toda perdida conlleva un duelo, produce un dolor profundo, una tristeza muy grande.
Marta salió al encuentro de Jesús y el relato biblico no dice que hubo un saludo de bienvenida, una conversación de lo que paso, al parecer no hubo nada de eso.
Juan 11:21 NTV
21 Marta le dijo a Jesús: —Señor, si tan sólo hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto;
¿Qué notamos en las palabras de Marta?
Señor, si tan solo hubiras estado aqui cuando mas te necesitabamos, en ese momento tan doloroso tú ¿donde estabas?
Señor dices que nos amas y nos dejas sufrir. Señor dices que nos amas y no atiendes nuestras peticiones cuando te las presentamos.

Si tu hubieras estado aca YO no estaría atravesando este dolor.

Juan 11:28–33 NTV
28 Luego Marta regresó adonde estaba María y los que se lamentaban. La llamó aparte y le dijo: «El Maestro está aquí y quiere verte». 29 Entonces María salió enseguida a su encuentro. 30 Jesús todavía estaba fuera de la aldea, en el lugar donde se había encontrado con Marta. 31 Cuando los que estaban en la casa consolando a María la vieron salir con tanta prisa, creyeron que iba a la tumba de Lázaro a llorar. Así que la siguieron. 32 Cuando María llegó y vio a Jesús, cayó a sus pies y dijo: —Señor, si tan sólo hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. 33 Cuando Jesús la vio llorando y vio que los demás se lamentaban con ella, se enojó en su interior y se conmovió profundamente.
V32. La misma quena por decirlo de alguna manera, Si hubieras estado aqui mi hermano no habría muerto es decir YO no estaría sufiendo este dolor.
La actitud de los demás hacia el dolor de una persona seguramente produce enojo en el Señor.
Juan 11:34–38 NTV
34 —¿Dónde lo pusieron? —les preguntó. Ellos le dijeron: —Señor, ven a verlo. 35 Entonces Jesús lloró. 36 Las personas que estaban cerca dijeron: «¡Miren cuánto lo amaba!». 37 Pero otros decían: «Este hombre sanó a un ciego. ¿Acaso no podía impedir que Lázaro muriera?». 38 Jesús todavía estaba enojado cuando llegó a la tumba, una cueva con una piedra que tapaba la entrada.
V37. Este sano a un ciego… es decir este hace cocsas por los demás pero por los que dice que ama no hace nada, Él podía impedir que Lazaro muriera.
Jesús llevo a Marta y María donde tenían enterrado su dolor, la tuma de Lazaro representa el lugar donde enterramos el dolor.
Hay personas que nunca sanaron su dolor sino que lo enterraron.

Estas personas dicen: Yo estoy muy bien, pero si hablo del tema lloro.

V38. una cueva con una piedra que tapaba la entrada.
Y nosotros muchas veces hacemos lo mismo con el dolor lo enterramos en lo profundo del corazón y le ponemos una piedra enorme llamada enojo y decimos a mi nadie jamas me volverá a lastimar.
Juan 11:39–44 NTV
39 «Corran la piedra a un lado», les dijo Jesús. Entonces Marta, la hermana del muerto, protestó: —Señor, hace cuatro días que murió. Debe haber un olor espantoso. 40 Jesús respondió: —¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios? 41 Así que corrieron la piedra a un lado. Entonces Jesús miró al cielo y dijo: «Padre, gracias por haberme oído. 42 Tú siempre me oyes, pero lo dije en voz alta por el bien de toda esta gente que está aquí, para que crean que tú me enviaste». 43 Entonces Jesús gritó: «¡Lázaro, sal de ahí!». 44 Y el muerto salió de la tumba con las manos y los pies envueltos con vendas de entierro y la cabeza enrollada en un lienzo. Jesús les dijo: «¡Quítenle las vendas y déjenlo ir!».
Jessús llevo a Marta y María al lugar del dolor y dice: Corran la piedra es decir quita el enojo de tu vida, ese enojo que te produjo el dolor.
Marta dice: Ohhh Señor saldrá un olor espantoso.
Aca las palabras mas importantes de todo el relato ¿No te dije que si CREES, veras la Gloria de Dios?
Confía en mi, no saldrá ningun mal olor, adentro no huele a muerte adentro huele a vida. Dejame sanar tu dolor, abreme el corazón, corre la piedra.
CORRER LA PIEDRA ES UNA DECISIÓN PERSONAL
Jesús puede resucitar al mueto pero nosotros debemos CORRER LA PIEDRA.

CONCLUSIÓN:

Talvez pensenos que el Señor no estuvo ahí aquel día y paso algo que nos dolió mucho, que nos marco para siempre.
Pero lo mas importante es que El Señor si esta ahora y te manda a llamar.
Antes de llamar a Lazaro fuera de la tumba mando a llamar a María fuera del lugar del lamento.
Salmo 34:18 NTV
18 El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; él rescata a los de espíritu destrozado.
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